Por Ángel Álvaro Peña
Desde que se anunció que algunos laboratorios farmacéuticos elaboraban la vacuna contra el coronavirus, las críticas comenzaron como si se tratara de un arma letal. En un principio se dijo, desde mensajes telefónicos, que las vacunas fabricadas con anterioridad tardaban decenios, años, o, por lo menos meses, cómo era posible que esta estuviera en sólo unos meses.
Las críticas se convirtieron en consignas y no hubo poder humano que creara un consenso lógico alrededor de la noticia de la vacuna. En México, por ejemplo, se dijo primero que el gobierno federal la vendería muy cara. Ahora con la desaparición de los fideicomisos, se dijo que López Obrador había desaparecido el fideicomiso que haría que la aplicación de la vacuna contra el coronavirus fuera gratis. Ese fideicomiso nunca existió. Lo que proliferó fueron las críticas al gobierno con ese pretexto.
Ahora el presidente de la República anunció que se dieron anticipos a varios laboratorios para que nuestro país sea de los primeros en contar con dicho beneficio. Encabezó la firma del convenio con los laboratorios AstraZeneca, Pfizer y Cansino Bio, con el cual México asegura 100 millones de vacunas.
A pesar de las consecuencias de esta pandemia, hay grupos que se niegan a aplicársela, sobre todo religiosos, quienes aseguran que sólo servirán para enfermarse con mayor facilidad. Existe una secta en México que asegura que no se trata de inmunidad sino de la introducción de un chip para tener localizados a los ciudadanos y mantenerlos manipulados.
Las versiones de una vacuna nunca habían tenido significados tan cercanos a los dogmas de fe, a pesar de ello se logra un gran avance en relación con otros países, incluso más desarrollados que México, se trata de un esfuerzo que se realizó con oportunidad y precisión, lo cual sólo pudieron realizar personas que conocen este tipo de pandemias, cuyo sector también ha sido duramente criticado, sobre todo por la oposición.
Además, países como Cuba, Rusia y otros que son calificados por la oposición como retrasados, ya cuentan con la vacuna y en el caso de Rusia, su presidente Vladimir Putin, aseguró que México será de los primeros países al que será enviado dicho antídoto.
López Obrador resaltó la importancia del convenio “porque de esta manera se protege a la población. Estamos adelantándonos para ser los primeros en contar con la vacuna que se va a aplicar de manera universal a todos, es un derecho, es para toda la población de manera gratuita”.
Lo cierto es que la llegada de esta vacuna dejará sin bandera a una oposición que tomó la pandemia como tema favorito para golpear en lugar de apoyar al sector salud.
Desde luego que la oposición asegura que no es efectiva a pesar de tratarse de laboratorios de prestigio mundial; sin embargo, la aparición de la vacuna coloca en su lugar histórico no sólo a la correcta aplicación del Sector Salud respecto a la pandemia, sino que ubica a una oposición visceral que todavía no entiende su lugar en el panorama político y social del México de hoy. PEGA Y CORRE. – Seguimos con una autoridad electoral cuestionada. Los resultados y la forma de presentarlos en la lucha interna de Morena, deja mucho que desear de los conocimientos de los consejeros electorales… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.