Una central eléctrica, la causa del desamor de AMLO a Rocío Nahle

* La refinería Olmeca, no tiene ni ductos que le lleven el crudo

* Los sobrecostos y los retrasos siguen en aumento

 

Marco Antonio Aguirre Rodríguez

 

Que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya bajado a Rocío Nahle del grupo de sus favoritas, tiene una explicación:

En la refinería Olmeca, una estación eléctrica que se ha mantenido escondida, tiene atrasos y sobrecostos, igual que toda la obra.

La central eléctrica por la cual se le colmó la paciencia al presidente, es la que debería de abastecer de energía eléctrica a la refinería y que debería de estar terminada antes de que la planta productora de gasolina éste en funciones.

Pero resulta que la central eléctrica está contemplada para terminarse hasta el 4 de junio de 2024, con lo cual su puesta en marcha comercial sería el 5 de junio de 2024.

Menos de 4 meses antes de que termine el periodo del presidente López Obrador, el 1 de octubre de 2024.

Pero, bueno, aún así podría ponerse en operación tanto la central eléctrica como la refinería y se estaría salvando, de alguna forma, la promesa realizada.

Sin embargo, al parecer al presidente le dieron datos de que la misma podría concluirse probablemente hasta el 2025, es decir, un año después de que concluya su gobierno. Y eso ya le resultó intolerable, por su promesa y su intención de no dejar obras pendientes al concluir su gobierno.

Al parecer, en una reunión de evaluación sobre los avances de la refinería Olmeca, al mandatario le presentaron esta información, además de un balance del ejercicio presupuestal en la construcción de la refinería, en el cual se veía que los 325 millones de dólares, es decir cerca de 6 mil 500 millones de pesos, aprobados para la obra, ya se habían consumido o estaban muy cerca de extinguirse.

Eso parece ser el chorro, no la gota, que derramó el vaso de la tolerancia hacia Rocío Nahle.

Esa planta de energía eléctrica es necesaria para que opere la refinería, porque se conectarse con la red eléctrica del país, con la que se abastece a las ciudades, provocaría seguramente apagones, por la sobrecarga de energía.

Pero la misma no estuvo planeada desde el inicio de la construcción de la refinería en Dos Bocas, al igual que tampoco se incluyeron los ductos que deben llevar el crudo a la refinería.

La existencia y la irregularidad de ésta planta de energía se evidenció el 30 de junio, cuando la Comisión Reguladora de Energía (la CRE) citó a una sesión extraordinaria, para ese mismo día, con un punto único:

“Un proyecto de resolución de la Comisión Reguladora de Energía que otorga a Pemex Transformación Industrial el permiso E/2268/GEN/2022 para generar energía eléctrica en la central de la refinería en Dos Bocas”.

El permiso se dio con una velocidad que denota que era orden que debía salir ya, antes de que la refinería de Dos Bocas fuese inaugurada al día siguiente por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las prisas de Rocío Nahle por conseguir ese permiso, hizo que los comisionados del CRE pasaran por encima de 110 solicitudes de permiso para instalar una planta generadora de electricidad que se habían introducido antes:

24 desde 2019, 28 introducidas en 2020, más 52 solicitudes de 2021 y seis solicitudes de 2022.

De esa lista, la última solicitud de inscripción se realizó el 10 de marzo de 2022.

O sea, que ni siquiera se tomaron la molestia de enlistar la solicitud de Pemex y de la Sener.

La tardanza, es porque obtener la autorización para instalar una planta generadora de energía eléctrica y su conexión con la industria a la que habrá de abastecer, es un proceso largo, que tarda muchos meses, porque primero su análisis es lento, por los estudios que deben realizarse, luego se debe dar la firma de un contrato y después las pruebas de operación correspondientes.

Pero en el caso de la refinería de Dos Bocas, como se llamaba entonces todavía, no hubo problema en dar el permiso el mismo día, autorizando incluso eventos con fecha anterior.

Según el “Título de permiso para la generación de energía eléctrica, E/2268/GEN/2022, que se otorga a Pemex Transformación Industrial, para la central de la refinería en Dos en términos de la Resolución RES/634/2022”, las “actividades previas” y el inicio de obras, debieron arrancar el 26 de agosto de 2019.

Esto es, Pemex Transformación Industrial (PTI) y la Secretaría de Energía (Sener) iniciaron trabajos de esa planta mucho antes de tener el permiso correspondiente.

De acuerdo con el “Programa, inicio y conclusión de obras”, el proyecto de generación de energía eléctrica, debió iniciar con la construcción de la central el 5 de junio de 2021.

¿Cómo es que la planta se comenzó a construir si aún no se tenía el permiso de la CRE?.

Pues parece que eso no le importó mucho a Rocío Nahle.

La secretaria de Energía, decidió iniciar la construcción de la planta de energía eléctrica, saltándose el requisito de tener primero todos los permisos correspondientes, como vil maestro de obras que levanta un cuarto en una colonia, el cual corre a buscarlos hasta que lo obligan a ello.

En fin. De acuerdo con ese calendario, la construcción de la central debería de estar a la mitad, para terminar la misma el 4 de diciembre de 2023, es decir, dentro de un año.

Pero no es así, la central -al parecer- ni siquiera tiene un avance del 25% en su obra.

Pero además, el presupuesto contemplado inicialmente de 325 millones de dólares, es decir cerca de 6 mil 500 millones de pesos, parece que ya se agotó o está cerca de terminarse.

Por eso, la meta de que las “pruebas de comportamiento de la central” inicien el 5 de diciembre de 2023 y concluyan el 4 de junio de 2024, se ve muy lejana.

Por tanto, igualmente se vislumbra por allá del 2025, si bien le va, “la entrada en operación comercial de la central eléctrica el 5 de junio de 2024”.

Si no tiene energía eléctrica la refinería, ¿cómo van a producir gasolina?.

Si no tienen ductos a través de los cuales llegue el crudo para procesarlo, ¿cómo van a producir gasolina?.

Y esto es precisamente la gota convertida en chorro, que desbordó el vaso de la tolerancia del presidente hacia Rocío Nahle, porque al igual que con la refinería se tienen atrasos y sobrecostos.

Por eso la reacción del presidente cuando en Veracruz le preguntaron el 2 de diciembre sobre las aspiraciones de Rocío Nahle y respondió:

“Rocío está terminando la refinería de Dos Bocas”.

O sea, que con todos los atrasos que tiene, eso de buscar otras posiciones, pues como que no.