Resaca política tras asamblea de Morena en Martínez de la Torre y Papantla

’10/10/2024’
’10/10/2024’

 

Hay quienes aún no se levantan de la cruda y otros ya andan trabajando como lo ha solicitado el presidente López Obrador. Rolando Ramírez, Henry Gómez y Carlos Torres aguantaron para mantener un proceso de elección limpio en la asamblea distrital por Morena, apegados a los estatutos del partido y los ejes rectores de la Cuarta Transformación.

Sin embargo en la asamblea de Morena por el distrito VII, con cabecera en Martínez de la Torre ocurrieron algunos incidentes, de los cuales daremos cuenta. Aunque es muy claro, quien es quien en la operación política.

Y es que, pese a la descarada compra de votos Rodrigo Calderón Salas, diputado federal; Liud Herrera Felix subdelegada regional del Bienestar y la diputada Adriana Esther Martínez Sánchez (quien no tiene presencia en dicho distrito, ni con delegados mucho menos en trabajo legislativo), quedaron derrotados

Este trío de “fantoches” en alianza con el “súper delegado” federal Manuel Huerta Ladrón de Guevara, no lograron obtener mayoría de delegados, siendo aplastados por los nuevos liderazgos juveniles de Morena, los que si toman en cuenta a la militancia, nos referimos a Rolando Ramírez, subsecretario de Sedesol y coordinador Distrital de Morena, Henry Christopher Gómez Sánchez diputado local y Carlos Torres Ramírez. Llevándose 7 de 10 delegados en la asamblea de este domingo.

El primer equipo, intentó reventar la asamblea al saberse derrotados. Compraban votos de forma descarada hasta en mil pesos en el momento de la asamblea que se llevó a cabo en el Hotel Vicans, la cual empezó a las 9 de la mañana y terminó a las 19:30 horas.

El diputado federal y conocido empresario empacador de limones, no pudo alzarse como el gran líder que presume ser. Por cierto, en ese distrito la mayoría de militantes de la 4T son productores de limón y dieron la espalda a quien tanto daño les hace con su esquema de control de precios muy bajos, pues afecta severamente a los productores. A pesar de que el presidente López Obrador ha fijado precios de garantía. No cabe duda que quienes representan a los monopolios el pueblo les ha pasado la factura.

Rodrigo Calderón llevó a la asamblea decenas de acarreados, pero se trata de hombres y mujeres priistas que intentaron participar en la misma, a quienes en un principio les pagaba 300 pesos por voto pero al ver que su panorama era gris, subió el pago en el operativo carrusel en mil pesos, sin embargo no eran militantes de Morena. Estos derroches, son dignos de los corruptos que se pretenden apoderar de la Cuarta Transformación, la que el presidente tanto ha tratado de no manchar con la corrupción.

A Rodrigo Calderón se le olvidó que se debe trabajar con y para las bases de la militancia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no para sus bolsillos.

La que también sacó el cobre fue, Liud Herrera subdelegada del Bienestar, al querer poner por “dedazo” a su mamá como delegada. Eso es lo que tanto se critica en la 4T y la morenista se le olvidó. Bien dicen que el pueblo pone y el pueblo quita.

Liud Herrera Felix operó con recursos públicos del programa Bienestar para saciar sus ambiciones personales. Como se recordará fue candidata a la alcaldía por Tlapacoyan y terminó derrotada por el PRI, aun teniendo a Andrés Manuel López Obrador al frente de Morena. Nada más no levanta.

Ya por último, otra que está más perdida y enamorada y por eso distraída es Adriana Esther Martínez Sánchez quien no tiene presencia ni en el distrito VI y mucho menos en el distrito VII con delegados. La legisladora “apoyó” en el distrito VI, al diputado federal Jaime Humberto quien se sabe, es brazo derecho de Manuel Huerta, y quien además aspira a ser el próximo presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena.

Pese a estas maniobras, fueron aplastados por las propuestas a delegados del Dip. Eric Domínguez. Al ver dicha situación, gente acarreada de Adriana Martínez y Jaime empezaron los disturbios, para que se anulara la asamblea, lo cual no ocurrió.

Pd. Al final imperó la honestidad en la 4T.