Desde que se anunció la designación de Isabel Arvide como cónsul en Turquía, los primeros en cuestionar el nombramiento del 28 de julio del año pasado fueron los propios periodistas. Ningún diplomático dijo nada, ningún político, ni siquiera de oposición, criticó tal nominación.
El gremio se ha convertido en una especie de cavernícolas donde, con o sin razón, se crean grupos y se señalan defectos entre ellos. La última arremetida contra Isabel Arvide fue en una de las conferencias matutinas del presidente de la República, donde un periodista cuestionó sobre dicho nombramiento como si se tratara de algo injusto, innecesario, fuera de lugar.
Ante esta pregunta, el jefe del Ejecutivo respondió con la trayectoria de la periodista, quien no sólo ha escrito miles de análisis sobre la política de México, sino que ha escrito una veintena de libros. Ha sido siempre solidaria con los compañeros marginados o castigados por los diferentes gobiernos, su voz ha sido importante en todos los ámbitos de la política del país; sin embargo, cuando se requiere de la solidaridad del gremio, recibe el rechazo de los compañeros que fueron defendidos por ella y ahora, en medio de la crítica, simplemente guardan silencio. Otros, rechazan que haya sido designada cónsul.
Así, en medio de esta situación son los periodistas quienes tienen bajo la lupa a Isabel Arvide, desde hace semanas por un conflicto laboral del 14 de abril de este año, que tuvo con sus subordinados en la embajada de Estambul, sin profundizar en el caso, sin averiguar sobre el tema, la condena contra Arvide fue generalizada por parte de los periodistas. El servicio diplomático de México nunca se pronunció al respecto y, ante la mala fe que mostraron los colegas de la cónsul, la posible denuncia se diluyó ante la mala intención de los periodistas que cuestionan de manera visceral y poco sustentada.
Recientemente fue cuestionada por los periodistas por viajar a Chetumal en primera clase en tiempos de austeridad. Arvide aclaró que ella pagó la diferencia del costo a causa de que el resto del avión estaba ocupado por los periodistas, quienes fueron los primeros en atentar contra la austeridad en la que se había comprometido el presidente de la República.
Isabel Arvide ha escrito artículos para diferentes medios como Excélsior, El sol de México y los principales diarios del país con su columna “Sin Gafete”, siempre en primera plana. Obtuvo el Premio Nacional de Periodismo en 1984, fue la primera mujer en obtenerlo por un artículo de opinión.
Corresponsal de guerra en 1980 en la guerra entre Irán e Irak, en Bagdad. Es una de las pocas periodistas especializadas en temas militares, sus profundos conocimientos sobre el tema la convierten en una autoridad sobre información militar no sólo de México sino de otras latitudes.
Pero no son las únicas expresiones de Arvide, también escribe poesía, en 1979 resultó finalista en el Premio Nacional de Poesía, Francisco González de León.
Como toda periodista que se mete a fondo con la información, ha tenido problemas de contenido en sus de libros de los que ha salido bien librada. El propio jefe del Ejecutivo la señaló como una periodista no sólo activa, sino comprometida y en ocasiones castigada y censurada por los intereses de privilegiados que fueron denunciados por la periodista.
Dijo López Obrador que Arvide ha sufrido persecución, porque en administraciones anteriores había una férrea censura, que no sólo se ejercía, sino que los periodistas acusados de ejercer la libertad de expresión eran tomados como enemigos personales de los funcionarios públicos.
Lo que sucede es que el simple hecho de realizar un periodismo serio y veraz gana enemigos entre las filas de quienes fabrican noticias o hacen de las fake news comentarios como si en realidad esos hechos hubieran sucedido.
Isabel Arvide lo retrata muy bien en su libro “Entre políticos y rufianes”, donde señala: “A diferencia de los que sucedió cuando apareció el reportaje sobre la casa de Peña Nieto, el aparato de poder de la Presidencia, directamente, que conste, operó en contra de que fuera publicada y magnificada en los medios esta noticia. Y vaya que lo lograron”.
En México decir la verdad, profundizar sobre el origen de los conflictos, conocer a fondo las causas, crea enemigos y los primeros en cuestionar el trabajo y hasta la vida privada son los mismos periodistas que ven cuestionado su trabajo en el mundo de irrealidades y fantasías que suelen narrar cotidianamente.
Isabel Arvide vive la vida de una periodista comprometida seria. Tiene exabruptos propios de cualquier ser humano. En México solía existir una regla no escrita, los periodistas son buenos y brillantes mientras tengan contento al poder político y económico. PEGA Y CORRE. – Sigue la violencia en las campañas, esta vez la víctima pudo ser el candidato del PRI a la presidencia municipal de Morelia, Guillermo Valencia Reyes, quien viajaba con integrantes de su equipo de campaña cuando su camioneta fue baleada. El aspirante resultó ileso, pero no así sus acompañantes… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.