“Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.” – Abraham Lincoln.
Con el arranque formal en el proceso de sucesión presidencial en Morena, solo habrá de dos sopas, por un lado, la que el presidente Andrés Manuel López Obrador impone y la que los ilusos pretenden comprar.
Así a pesar del pataleo mediático que bajo guion teatral construye el canciller Marcelo Ebrard la decisión presidencial –muy a pesar de la famosa encuesta- se inclinará por la jefa de Gobierno, Claudia Sheibaum Pardo.
El poder político del presidente López Obrador es tal, que ya puso en operación todo un entramado plan para favorecer a su “corcholata” favorita.
Y es que seamos sinceros la contienda se habrá de focalizar en dos bandos, unos los que siguen al presidente y su candidata favorita y los que se aventarán el tiro de seguir a Marcelo Ebrard quien sabe que no será ni candidato, ni presidente en este momento, pero que entiende que en la negociación si puede conseguir muchos beneficios para el y su grupo político.
Quienes los siguen, saben que Marcelo va de la mano con Ricardo Monreal a quien mandará como candidato a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, porque, pues simple porque en la pérdida también hay ganancia.
Los políticos, son una especie de piratas o bucaneros, que saben que aun en la aparente derrota se puede tener parte del botín.
Y así, Marcelo Ebrard negociará de todo y con todo, desde candidaturas en la Cámara de Diputados, el Senado y en lo que más importa el presupuesto, ahí donde está el “bussines” o ¿Qué pensaban que todo su desempeño es por amor al arte?, claro que no.
Respecto a Adán Augusto López Hernández y su abierta aspiración presidencial se constreñirá en ser y hacer lo que el presidente y paisano le indiquen, así que puede apostar porque lo terminemos viendo como líder camaral en el Senado, coordinando a la bancada de Morena en la próxima legislatura federal.
El show político construido por el presidente López Obrador comienza a decantarse evidentemente por Claudia Sheinbaum, la operación política de su paisano Adán Augusto hace evidente el hecho, pues logró garantizar que el PVEM y el PT cierren filas con Morena llegado el momento.
La prueba de esta teoría se confirma con lo ocurrido con Manuel Velasco Coello, el famoso “Güero” quien saliera muy orondo a gritar a los cuatro vientos que buscaría ser candidato a la presidencia, y horas después su dirigencia le diera su baño de agua helada al anunciar que se sumarán al proyecto de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Algunos de los principales operadores del PVEM, como Arturo Escobar y Jesús Sesma -que en el sexenio pasado fueron promotores del priista Enrique Peña- ahora le armaron un mitin a la morenista consentida afuera de la Expo Santa Fe y le ofrecieron acompañamiento en su búsqueda por la Presidencia.
Las palabras del ex senador Arturo Escobar y de miembros de la cúpula del partido afirmando: “Hace como un año le dije si algún día levantas la mano y buscas o aspiras a ser Presidenta quiero estar trabajando contigo. Y hace unas semanas, le dije: “doctora”, eres la más popular de Morena, pero en el PVEM eres más popular que en Morena; si allá tienes un porcentaje de aceptación del 70-75 por ciento, aquí tienes arriba del 90 por ciento, casi es unanimidad”, en medio de una estruendosa ovación son la confirmación de ese pacto cantado por presión del mismo presidente López Obrador.
Y así con el paso de los días, comenzarán las muestras de adhesión del PT en el que habrán de apaciguar al compañero diputado Gerardo Fernández Noroña y le habrán de dar las herramientas para regresarlo a la venta, pero de libros en la zona de la Plaza de Santo Domingo donde tiene su vivienda desde hace muchos años.
Así que para todos los espectadores de la tragicomedia política nacional lo que seguirá es observar el regaño aquel que los papás y los abuelos sentenciaban, “mijito, aquí como en Morena solo habrá de dos sopas, y la de Marcelo ya se acabó” obligando a todos los militantes y seguidores apoyar a Claudia Sheinbaum quien será sin lugar a duda la próxima presidenta de México.
Por cierto, en Veracruz, la sopita se llama Rocío y se apellida Nahle.
Al tiempo.
Twitter: @LuisBaqueiro_mx