Los totalitaritarismos en México no caben, asegura Leopoldo Lara, autor del libro “Hacia un nuevo sistema jurídico político en México”

’11/12/2024’
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Los totalitaritarismos en México no caben.

Leopoldo Lara González, doctor en Derecho, autor del libro “Hacia un nuevo sistema jurídico político en México/ Un modelo para armar” hace una revisión del sistema político mexicano con una visión muy crítica y contundente, provocadora, pero también altamente propositiva.

Dante Delgado Rannauro, hoy coordinador de la fracción parlamentaria en el Senado de Movimiento Ciudadano, en la presentación del libro anota que Leopoldo Lara propone que “frente a los tres poderes históricos (ejecutivo, legislaivo y judicial) se pueden generar poderes que le den constitucionalidad y respaldo a un marco normativo, que le den mayor reciedumbre y certeza a la acción política para cambiar a México, hacia adelante, para empujar el desarrollo del país, para acabar con los problemas de desigualdad, para darle certeza a la estructura democrática, solidez al proceso electoral, que permita en la pluralidad darle al país posibilidades de estado de bienestar”.

Delgado Rannauro retoma los postulados de Leopoldo Lara, a tal grado que dice que como grupo parlamentario están dispuestos a coadyuvar con el autor y la Universidad de Xalapa, editora del libro, “en el análisis y la profundización de estos temas”, porque precisamente para construir una unidad nacional, se necesita “escuchar a todas las voces, de otras fuerzas políticas y de otros académicos” que revisen la situación de México con serenidad y una visión de construcción de futuro.

Leopoldo Lara en su libro propone un modelo “de libertades, de equilibrios, de controles”, el cual plantea como homenaje al millón de personas que dieron su vida durante la Revolución Mexicana, pero también siguiendo la vertiente del filósofo Montesquieu cuando afirma que: “Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder controle el poder”.

En este sentido, de poder controlando el poder y de construcción de equilibrios, de “colaboración y complementariedad de poderes”, es que propone la creación de dos poderes más, añadidos a los tradicionales ejecutivo, legislativo y judicial, que serían:

1- El Poder Popular Federal, que organizaría las elecciones y los plebiscitos, el referéndum y la moción de orden, y

2- El Poder Federal Electoral, que calificaría las elecciones y les daría validez, en el cual cualquier controversia sería resuelta por un Tribunal de Constitucionalidad.

Además se tendría la creación del Centro Democrático Legitimador de las Decisiones del Poder, institución que administraría el Poder Popular Federal.

Estos cinco poderes, sumados, “permitirán la gobernabilidad” que necesita México y que prevalecería en cualquier circunstancias, sentencia, para enfatizar la conveniencia de su implementación.

En ese mismo camino, en la presentación de su libro, en una entrevista con Emilio Cárdenas Escobosa, asegura que México debe construir un proyecto político a largo plazo, que se debe arribar a un nuevo modelo de unidad nacional.

Apunta que se debe pactar un gran acuerdo nacional, “una especie de Pacto de la Moncloa, en donde la izquierda y la derecha de España se pusieron de acuerdo en la construcción de una agenda pública, una agenda de estado, y hoy España tiene una madurez democrática que le ha permitido sortear la diversidad de sus procesos. Yo creo que hacia allá debemos encaminarnos en los próximos 25 años”.

Esto lo puntualiza, precisamente, porque en México no deben prevalecer los totalitarismos.

Aplaude que se haya integrado la revocación de mandato a la Constitución de México, pero considera que “me sigue pareciendo insuficiente. Yo propongo que esa revocación sea por otros medios más suave y más desprovista de intereses, que pudieran ser inconfesables, no porque esta reforma los tenga, si no porque la ley debe de ser perfecta en la medida de lo posible y debe de superar cualquier situación personal”, remarca.

Así, pondera que en México “se debe diseñar un sistema político por encima de pasiones personales, y de intenciones personales”.

Puntualiza que hoy en la Constitución Federal existen ya la Consulta Pública o Plebiscito, el Referéndum y la Iniciativa Popular, pero dichas instituciones están acotadas y no resultan realmente eficaces para generar el circuito de un Centro Democrático Legitimador de las Decisiones del Poder, que evite por ejemplo políticas públicas lesivas para la sociedad en general o para una parte de ellas como la clase media, por ejemplo.

Leopoldo Lara, con su libro, asegura que busca “invitar a repensar el poder público en México mediante un diseño diferente al modelo trinitario, para usar las palabras de Bartolomé Clavero”.

Pero también señala que esto es un paso intermedio, porque “se considera que por el momento no hay la madurez en el régimen de partidos para implementar un modelo parlamentario en México, el cual será ideal a futuro”.

En el texto también se revisa la rendición de cuentas por parte de los miembros del gabinete, no sólo del Presidente de la República junto a figuras jurídicas más suaves y a la vez enérgicas de revocación de mandato que la recientemente aprobada Ley Federal de Revocación de Mandato. Se analizan el voto electrónico el cual por el momento tampoco es posible implementarlo pese a que ya se han hecho pruebas piloto en diversos municipios, precisamente por la falta de confiabilidad en el sistema electoral mexicano, que necesita ser potencializado al mismo nivel que los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.

En el libro hay todo un capítulo dedicado a un diagnóstico de modo científico sobre la actual crisis política de México y ante la misma se proponen distintas soluciones mediante un nuevo sistema jurídico político.

En este capitulo, señala el autor, “se le da cuerpo a la propuesta de Cinco Poderes y un Centro Democrático Legitimador del Poder, es decir un centro democrático lo suficientemente soberano como para mandatar al poder”. Sin embargo, también explica, ese centro ciudadano de suyo poderoso por ser receptor de la soberanía de modo originario, no sería un poder controlador, porque a su vez está acotado por los cinco poderes y un Tribunal de Constitucionalidad para producir la suficiente gobernabilidad como producto.

El libro, por su contenido y sus propuestas, será presentado en diversas instancias, tanto educativas como políticas, tanto del estado como fuera del mismo.