“Cuando no se puede lograr lo que se quiere, mejor cambiar de actitud.” – Marco Terencio.
Es increíble cómo los seres humanos se dicen ser la especie viviente más inteligente del planeta y la que está por encima de todas las demás, pero sigue errando con desparpajo.
El ser humano es la única especie con la capacidad de registrar hechos y eventos, documentarlos, estudiarlos y archivarlos, para posteriormente buscar mejorarlos.
Por desgracia, lo observado en Ucrania es la evidencia de la falta de memoria colectiva de la humanidad, misma que en un lapso menor a 100 años se ubica al borde de una Tercera Guerra Mundial.
Y mientras los ojos del mundo están puestos en esa región del planeta, los mexicanos, continúan cometiendo los mismos errores que juraron no cometer.
El primero, sorprenderse por el número de muertos que va dejando el conflicto bélico, sin reflexionar que, en nuestro país, los muertos se cuentan por centenares o hasta miles en el paso de los últimos 10 años por consecuencia de la disputa de grupos criminales, que han hecho del trasiego de drogas en principio la causa, pero que ahora lo hacen por el control de regiones enteras para delinquir en todas las formas posibles.
El nivel de desmemoria social, llega al no sorprendernos que precisamente entre estos grupos criminales se fusile a personas –como lo ocurrido en Michoacán- y la autoridad pretenda justificar el hecho en la no aparición de cadáveres, cuando hasta vídeo existe de la masacre.
Otro grave error, podría ser el permitir a la autoridad hacer y deshacer a su antojo con los programas de beneficio social.
Ese sería el caso del anuncio hecho por la Secretaría de Educación Pública, Delfina Gómez al confirmar la desaparición de las Escuelas de Tiempo Completo.
El simple anunció afectó a 3.6 millones de niños y jóvenes, según Mexicanos Primero. La organización también aseguró que, al haber acabado, se violan los derechos humanos de los estudiantes.
Así sin ton, ni son, el gobierno transformador vuelve a perjudicar a millones de niñas y niños, pero en especial a padres y madres de familia que encontraban en el modelo un extraordinario medio para poder dejar en custodia a sus hijos, en donde se les daba alimentos, pero, sobre todo, les permitía a sus padres concluir con jornadas laborales más extensas sin que debieran dejar sin supervisión a sus hijos.
Otro posible error, lo asume el mismo partido gobernante, al invitar a su plenaria nacional con legisladores, al ex presidente de Brasil, Luis Ignacio “Lula” DaSilva.
Y es que aun cuando al personaje lo ven los miembros de algunas izquierdas como deidad, se les olvida que está señalado y sentenciado por sus implicaciones en el mayor de los casos comprobados de corrupción de ese país sudamericano.
Un buen ejercicio sería que estos afanosos y desmemoriados legisladores se pusieran a ver la Serie de Netflix denominada “O mecanismo” o “El mecanismo” que explica a detalle la red de vínculos, sobornos y compra de favores que puso al descubierto el famoso caso “Lava Jato”.
Fue gracias a esa investigación como se pudo comprobar que el Grupo Odebrecht y sus subsidiarias financiaron, compraron y extorsionaron a su favor con la anuencia de su hoy invitado millones de dólares que desencadenó el mayor escándalo de corrupción de América, por el que aún en México no hay sentenciados.
La falta de memoria colectiva nos convierte en esa especie de habitante de la tierra que siempre tropieza con las mismas piedras.
La pregunta será ¿hasta cuándo? la sociedad recapacitará en que no es necesario replicar los graves errores del pasado para poner a la misma humanidad al borde de la extinción.
Al tiempo.
Twitter: @LuisBaqueiro_mx