Yo soy honesto, dice Cuitláhuac García, pero que tal su primo hermano, Eleazar Guerrero. Un funcionario con licencia para robar

Yo soy honesto, dice Cuitláhuac García, pero que tal su primo hermano, Eleazar Guerrero. Un funcionario con licencia para robar

Desde que iniciara el gobierno de Cuitláhuac García descubrimos que su primo hermano, Eleazar Guerrero, sería el encargado de cuidar y aumentar el patrimonio familiar. Como respuesta a esta aseveración el gobernador negó que Eleazar Guerrero fuera su primo, cosa que, con actas de nacimiento en mano, desmentimos. Con eso quedó demostrado que Cuitláhuac García es un mentiroso. Meses después nos fuimos enterando cómo este personaje, cuya mayor aspiración era ser alcalde de Jilotepec, había colocado a personas muy cercanas a él en puestos de confianza, desde donde han operado los recursos de muchas dependencias, entre ellas la Secretaría de Salud, Seguridad Pública y el DIF estatal. Sobre la Secretaría de Salud, en 2020 denunciamos a un grupo de empresas fantasma que operaban contratos y recursos para Antonio Pola Navarro. Un día nos entrevistamos con un empleado de confianza de una de esas dependencias, quien nos aseguró que nada pasaría con nuestra denuncia, pues todo eso de las empresas fantasma no lo operaba Antonio Pola, sino el mismo Eleazar Guerrero. El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, se llena la boca diciendo que es honesto: “Soy honesto y contra eso no van a poder. Que no ofendan, yo no me llevo así con Movimiento Ciudadano, ¿cómo me comparan con Duarte? Duarte no se robó 24 millones de pesos, está acusado de 34 mil millones de pesos y por eso tiene un arreglo con gobiernos anteriores, va a pagar con 9 años de cárcel”. Dice Cuitláhuac que es honesto, pero que tal su primo hermano, a quien colocó en el sitio estratégico para operar la riqueza familiar. No quiere Cuitláhuac García que lo comparen con Duarte, pero para muchos veracruzanos ha resultado peor.

López Obrador, el colmo de la egolatría: “La señora presidenta de la corte, está por mí de presidenta”

Un diccionario en línea señala que “ególatra es un adjetivo que califica a una persona o una actitud que muestra culto, veneración o adoración exagerada a sí misma”. Está definición le queda como anillo al dedo al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde que llegó a la presidencia de la República siente que el país gira en torno a él. Ante las evidentes diferencias que existen entre el titular del Poder Ejecutivo y la titular del Poder Judicial, el presidente busca la manera de disfrazar esas diferencias como logros de su gobierno, de su persona. Es por ello que en su conferencia mañanera dio a entender que Norma Piña, presidenta de la SCJN, le debería dar las gracias a él, pues ella “está por mí de presidenta”, dijo. En la mañanera explicó: “La señora presidenta de la Corte, para hablar en plata, está por mí de presidenta, porque antes el presidente ponía y quitaba a su antojo al presidente de la Corte”. ¿Cómo llega a esta conclusión el ególatra presidente? López Obrador relató: “Porque antes el presidente ponía y quitaba a su antojo al presidente de la Corte. Les voy a comentar una anécdota, me llegan a ver cuando era jefe de gobierno, me llegan a ver los magistrados del Tribunal del Poder Judicial porque iban a nombrar al presidente del Tribunal Superior de Justicia. Me vienen a ver para que yo diera la línea, como era, les digo `no, elijan ustedes´, así está. Pero hasta raro se sentía, `no, elijan´”. ¡Vaya con este tiranuelo de pacotilla!

Mario Delgado dice, sobre fajos de billetes para la campaña de Layda Sansores: “No somos tapadera de nadie”. ¿No?

El líder nacional de Morena, sobre el caso de las aportaciones en efectivo a su partido, siempre se ha lavado las manos. Lo hizo en el caso de Pío López Obrador: “Nosotros estuvimos colaborando con las autoridades, tuvimos requerimiento por parte del INE, por parte de la Fiscalía también, pero nosotros no tenemos ningún registro de ningún dinero en el partido que haya provenido de esa fuente”. De igual manera, en el caso de los fajos de billetes que recibieran Raúl Pozos y Rocío Abreu, el presidente de Morena se deslinda: “No somos tapadera de nadie. Creemos en que la política tiene que hacerse a partir de valores muy diferentes que prevalecieron en nuestro país”. Pero sí son tapadera de sus gobernadores que ganaron la elección con el apoyo del narco; son tapadera y coadyuvantes. Son tapadera de Claudia Sheinbaum y su campaña anticipada, a la cual tratan de cobijar con impunidad. Sobre todo, son tapadera del presidente y su encarnizada lucha contra el INE, su encarnizada lucha contra los medios, su encarnizada lucha contra la clase media. Morena es un partido tapadera que habla de una Cuarta Transformación, cuando en realidad, nos ha quedado claro, es una transformación de cuarta.

Armando Ortiz                                    Twitter: @aortiz52                             @lbajopalabra