XALAPA: ¿DE DONDE VENIMOS, QUIENES SOMOS?

’23/11/2024’
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Vivimos en una Ciudad-Municipio que supera los seiscientos años de haberse establecido. Ese lapso significa una historia extensa y sólida, tiempo suficiente para que hablemos de una civilización, más que meras identidades y cultura; la base firme de nuestro proceso civilizatorio radica en la convivencia pacífica y armoniosa, así como en el conocimiento. La formación original en los cuatro barrios (Xallitic, Techacapan, Tecuanapan y Tlalnecapan) fue la base para dar forma a un sitio mayor; aquí estuvo Hernán Cortez, el 19 de agosto de 1519. El período colonial de nuestra Xallapan (manantial en la arena), nombre Náhuatl, fue de aumento de la población, que en 1760 era habitada por unos mil indígenas, mestizos y españoles. La evangelización fue rápida y se materializó en obras como el convento de San Francisco, de 1555, y la catedral metropolitana en 1564, donde se colocó un reloj traído de Londres. En el siglo dieciocho es relevante, además, la celebración de la primera feria comercial (1720), la elevación del primer globo aerostático en América (18-6-1784) por Don José María Alfaro, la fundación de la escuela “Manuel Boza” (1794) y la concesión del título de Villa en 1791 por el rey Carlos IV. Ese siglo registra actividades sobresalientes, el ascenso a una población con más formalidades y la calidad de pionera educativa.

 

Desde hace más de doscientos años se conoce a XALAPA como la “Ciudad de las Flores”, nombre puesto por el Barón de Humboldt, en su visita del dieciocho de agosto de 1803. En el siglo diecinueve, ya en el México independiente, todavía con periodos de inestabilidad política y militares, XALAPA fue perfilando una personalidad que la caracteriza hasta nuestros días. En materia política, como las bases que consolidaron institucionalmente a XALAPA, fue importante que se instalara la primera Legislatura del Estado de Veracruz y la declarara Capital (1824), elevándose a Ciudad el veintinueve de noviembre de 1830. Destaca la fundación del Colegio Nacional de Xalapa (Preparatorio) en 1843, siendo el más antiguo del país, por Don Antonio María de Rivera. En términos industriales y tecnológicos destaca la inauguración de los Talleres Gráficos del Estado (1888) y la llegada de la primera locomotora para el ferrocarril XALAPA-Coatepec-Teocelo en 1890. En el campo de la educación brilla en nuestra historia la creación de la Escuela Normal Veracruzana el primero de diciembre de 1886, la primera en México, con la dirección del Educador Suizo Enrique C. Rébsamen. Un poco antes, en 1881, se estableció el “Colegio de Niñas”, estrenando edificio en 1910 ya como Escuela Industrial “Concepción Quiroz Pérez”, nombre de su fundadora. Instituciones como la “Boza”, el Colegio Preparatorio, la “Norma” y la “Industrial” son la base y fuente de la XALAPA educativa de hoy.

 

Del siglo veinte se puede decir mucho y bien de XALAPA, hay continuidad, evolución y desarrollo en los campos educativos, culturales y deportivos. Con visión, aprovechando una hondonada en el terreno, se construye el Estadio xalapeño (16-9-1925) en un tiempo extraordinario y récord de 76 días, siendo el primero de nuestro país y el segundo de América Latina; la fundación de la Universidad Veracruzana (11-9-1949) y la inauguración del Museo de Antropología (1957), el segundo más importante de México, constituyen un salto cualitativo en la educación, la historia y la cultura de nuestra ciudad. Uno de nuestros rasgos de identidad y forma de vida es la abundante vegetación y el clima templado, el ideal, que cubre nuestro ambiente; se calcula que tenemos treinta y nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante en comparación a los nueve metros cuadrados por habitante en el mundo; XALAPA cuenta y disfruta con trescientas setenta y tres áreas verdes, parques y jardines, así como ocho áreas naturales protegidas.

 

Creo que no se ha superado, requiere difusión mayor, la portentosa obra de Don Manuel Rivera Cambas (1840-1917), xalapeño, ingeniero, científico y escritor, titulada: “Historia Antigua y Moderna de Xalapa y de las Revoluciones del Estado de Veracruz “, 1871, cinco volúmenes. Esta magna obra se encuentra digitalizada en los archivos de la Universidad Veracruzana. Don Manuel fue sobrino de Don Antonio María de Rivera.

 

Nuestra ubicación geográfica favoreció que tuviéramos un clima grato para habitar y que fuéramos un punto ineludible entre el Puerto de Veracruz y el centro del país, favoreciendo al comercio, la industria, la educación y la institucionalización política. Ser declarada Villa y muy pronto Ciudad, a la vez que ser elevada a Capital del Estado, le dio a XALAPA una relevancia mayor en todos los sentidos. Gobernantes visionarios como Juan de la Luz Enríquez y Teodoro A. Dehesa, dejaron su indeleble huella en la historia educativa de XALAPA. Con el Colegio Preparatorio, la Escuela Normal y la Universidad Veracruzana, XALAPA consolidó el bien ganado título e identidad plena de ciudad cultural y de la educación. Generaciones de estudiantes, unos de aquí y muchos de otros lugares, conviviendo y aprendiendo, combinando costumbres, nos han hecho una ciudad cosmopolita, la “Atenas Veracruzana”.

 

 

Tenemos más de seiscientos años de caminar, somos una singular civilización que requiere un sitio especial en nuestra memoria. Ser primeros en varios campos y crear instituciones antes que los demás en el país y el mundo, es circunstancia histórica a la vez que creatividad, convicción y entrega de sus habitantes y líderes. Venimos de muy lejos, de una historia larga y robusta que fue moldeando nuestra personalidad. Cada etapa, ciclo y generaciones se vivió aportando, desarrollándose, escalando en la sucesión de nuestra vida colectiva. Hemos llegado a donde estamos, a lo que somos. Lo importante es ser en si y para si, por tanto habrá que abordar nuestra realidad en todos los sentidos, más en identidad, desde lo social y lo institucional. Hay mucho por hacer en la difusión permanente y dinámica de nuestra historia, de nuestro pasado para enlazarlo con el presente, de recuperación y muestra viva de las muchas demostraciones de profundo y definitivo orgullo. Tenemos que hablarles y mostrarles a las nuevas generaciones los antecedentes de lo que somos y tenemos socialmente. Que sepan que todo tiene un origen y una explicación. Que somos así como somos porque hubo momentos que nos fueron definiendo y nuestros antepasados se hicieron cargo de su circunstancia. Ser xalapeño es un asunto cultural.

 

Recadito: el cambio político se mide por los operativos de las grúas y los retenes policiales.

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