Veracruz tiene autodefensas desde hace décadas

*Cuitláhuac reconoce la existencia de esos grupos

*Detección de Villalobos vista como provocación

 

REZA SABIO refrán que si no quieres ver visiones no salgas de noche o, lo que es lo mismo, si no quieres autodefensas en el Estado que dices gobernar cumple con tu deber constitucional de garantizar la seguridad a los gobernados porque, de lo contrario, llegará el día en que la población asuma la defensa de la familia, bienes y de su propia vida. Y es que en Veracruz, contra lo que digan las autoridades, hay un malestar que se acrecienta y que amenaza hacer erupción en cualquier momento ante la ola de crímenes de ocurren por todas partes, incluidos feminicidios, secuestros, levantones, extorsiones, asaltos y robos con y sin violencia, algo que la invidencia oficial no alcanza a ver pero que ahí está, dañando a las familias que esperan respuestas que no llegan, y acaso por ello en muchas partes ya se han dado caso en los que la población capturan asaltantes o rateros, los amarran, golpean y los entregan a las autoridades, aunque en muchos casos se les pasa la mano y de la aprehensión pasan al crimen acaso por tanta frustración acumulada. Y esos que defienden sus bienes al precio que sea son, se quiera o no aceptar, autodefensas, aunque el nombre se confunda en ocasiones con aquellos grupos armados que hicieron frente a la delincuencia en Michoacán, Guerrero o Chiapas pero, que en realidad, tenían otros objetivos como pudo verse posteriormente, pero en el caso de Veracruz es gente molesta con el actuar de las corporaciones policiacas –municipales, Estatales y Federales- y ante la inacción, toman por mano propia la defensa de sus intereses.

 

ARTURO DE Dios Palma Ocampo, periodista egresado de la Universidad Autónoma de Guerrero, experto en el tema y quien sostiene que el periodismo es una herramienta que puede ayudar a sacar al país de la oscuridad, asume que en México hay al menos 50 grupos de autodefensas o policías comunitarios visibles que operan en municipios de Guerrero, Michoacán, Veracruz, Morelos, Tamaulipas y Tabasco. Se formaron en los últimos seis años, presuntamente para hacer frente a la delincuencia, y no todas se identifican con un nombre. Del total, sólo 10, que operan en Morelos (seis), Michoacán (tres) y Tabasco (uno) se han institucionalizado, y recuerda que la primera guardia comunitaria surgió el 24 de febrero de 2013 en La Ruana, municipio de Michoacán donde los civiles armados, liderados por Hipólito Mora, un ganadero y agricultor de la zona, ahora aspirante a la Gubernatura de Michoacán, se organizaron para defender su territorio del Cártel de Los Caballeros Templarios. Con el tiempo llegaron a ser 32 grupos armados; sin embargo, de éstos ya sólo quedan tres en los municipios de Coahuayana, Chinicuila y en la comunidad indígena de Ostula. Los demás se convirtieron en policías municipales, se diluyeron o se fueron a las filas del crimen organizado, y eso ha ocurrido en muchas partes, y acaso el ejemplo más contundente ha sido Colombia con los grupos paramilitares que, en realidad, allanaban el camino de los traficantes de droga, tal como quedó de manifiesto con la detención de varios de esos en los años siguientes.

 

PERO EN Veracruz las autodefensas son gente emergida de una sociedad golpeada no solo por crisis económica sino por la de inseguridad que en ocasiones secuestra a sus hijos menores para incorporarlos por la fuerza a actividades ilícitas. En Veracruz operan en el norte –una se llamó hace mucho tiempo Frente Democrático Oriental de México “Emiliano Zapata”, FDOMEX, que luchó contra caciques y terratenientes abusivos que los despojaban de sus tierras y cosechas, también surgió la Organización de Pueblos Unidos de las Huastecas, OIPUH con iguales ideales), pero en centro y sur también han sido identificados esos grupos

 

EN LA zona centro opera el Movimiento Indígena, Popular y Autónomo (MILPAZ) que dirige en la región, Román Vásquez González, quien decidió hablar tras la detención el domingo pasado del líder de las autodefensas en Veracruz, Daniel Villalobos, argumentando que se trata de un claro mensaje de intimidación del Gobierno del Estado, aprehensión que considera “es una intimidación para todos los ciudadanos que buscan hacer valer el derecho que marca la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”. Los hechos los califica como una detención arbitraria cuando regresaba de Michoacán, y asume que “ni el Presidente de la República ni el Gobernador puede quitarle el derecho y las garantías constitucionales ya que el Gobierno está para obedecer la Carta Magna y nadie puede atentar contra los derechos constitucionales de un ciudadano y si lo hace, se vuelve delincuente”. Por ello lamenta que el gobierno intimide a veracruzanos que defienden sus derechos y sus bienes, cuando deberían de reforzar la seguridad en la región centro, la cual ha sido escenario de una brutal violencia en donde dejan cuerpos desmembrados y ejecutan a masculinos y mujeres a plena luz del día. “Ahora los policías sólo sirven para acordonar la escena de un crimen”, dice.

 

EL MARTES, en ese lenguaje cantinflesco que le caracteriza en ocasiones, el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez dijo que en Veracruz no existen autodefensas pero, sin embargo, “si existen”, terminó reconociendo. Y es que al mandatario le soltaron la pregunta a propósito de la detención de David Villalobos. En principio lo niega, luego reconoce que sí hay indicios de que hay autodefensas, pero no reconoce como tal a Villalobos, recientemente detenido por esa actividad, para luego subrayar que no es violando la ley como se va a pacificar al Estado y el País, aunque uno le diría: ¿y entonces, el País y el Estado se pacifican haciéndose de la vista gorda ante tanto y semejante violencia en el solar jarocho; hacer como que se hace para no hacer nada?. García termina reconociendo que sí hay indicios de autodefensas en el Estado, pero al mismo tiempo desconoce al recientemente detenido líder Daniel. “Él no es autodefensa, no forma parte de esas organizaciones, tenemos indicios que algunas podrían existir en el sur del estado pero, como dijo el secretario de Seguridad Pública, quien viole la ley, nosotros estamos obligados a actuar en consecuencia, no podemos ser omisos ante alguien que viola la ley, independiente de cómo se autonombre”.

 

Y NUEVAMENTE surge el cuestionamiento: ¡que acaso no se viola la ley y la Constitución local al dejar de cumplir con la obligación de brindar seguridad a la población? ¿Qué acaso la omisión no es delito que, paralelamente, debería castigarse?. Lo peor de los políticos es que terminan por considerarse perfectos y padres de la sociedad, cuando ni siquiera cumplen con sus obligaciones para con esta. OPINA [email protected]