*Masacres, feminicidios, descuartizados y asaltos imparables
*Coatzacoalcos es pueblo fantasma; Tihuatlán vive el horror
VERACRUZ ES un infierno, y el Presidente Andrés Manuel López Obrador –por alguna extraña razón que desconocemos- se la pasa halagando al Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, muy a pesar de que Coatzacoalcos es ya un pueblo fantasma gracias a la delincuencia, y que por todas partes hay feminicidios, levantones, homicidios dolosos, desapariciones forzadas, algunas cometidas por elementos policiacos como ha quedado de manifiesto, lo mismo Estatales que ministeriales, y que decir de los robos y asaltos que están a la luz del día, en algunos casos con el apoyo de ciertos taxistas -no todos- que han encontrado en la alianza con delincuentes menores una forma de incrementar sus ingresos o, en el peor de los casos, sumándose a la delincuencia organizada, lo que ha traído como consecuencias privaciones ilegales de choferes que luego aparecen asesinados y hasta desmembrados o, simple y llanamente nunca se les vuelve a ver. Ahora que, las masacres están a la orden del día, y si bien, como argumenta la Fiscalía Estatal son “ajustes de cuentas” entre los malos, esto no debería suceder, pues para eso está el Estado, y acaso el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez cumple al pie de la letra las instrucciones presidenciales de que a los “señores de la mafia” no se les debe tocar ni con el pétalo de una rosa. Hay que dejar que hagan y deshagan, que actúen como les venga en gana, en fin, que se maten entre ellos, y sentarse los mandatarios Nacional y Estatal en el quicio de sus palacios a ver a sus enemigos pasar. Esa es la tónica, abrazos y no balazos, porque los señores delincuentes merecen todo tipo de consideraciones y respeto, y si acaso de les importuna por equivocación o se les detiene, al poco tiempo se les deja libres, como ha ocurrido tantas veces. Por ello ni al gobernador ni al Secretario de Seguridad Pública les importa la seguridad de los veracruzanos, fieles a las instrucciones del centro.
ESTE MARTES, por ejemplo, una familia integrada por tres mujeres y un varón fueron acribillados en la comunidad Acontitla. Un comando armado fue hasta el domicilio de los ahora occisos y les disparó con toda impunidad en ese sitio cercano al lugar conocido como Las Torres. Las detonaciones atemorizaron a los vecinos que al salir de sus viviendas pudieron percatarse que dos mujeres, además de una niña y un niño estaban heridos de muerte, porque la delincuencia ya no respeta ni a los inocentes menores que, en todo caso, no tienen la culpa de los errores de los padres. En minutos eso era un hervidero de policías, cuando la zona siempre ha estado descuidada, uniformados que impidieron a los propios familiares tener acceso a la vivienda, dizque para que no contaminaran la escena, cuando crímenes como esos pocas veces son aclarados. La policía, decenas de estos, se concentraron en el lugar sin que a nadie se le ocurriera un operativo para tratar de dar con los delincuentes.
UNA ESCENA triste, tétrica, dolorosa que se repite, desafortunadamente en todo el Estado, y prueba de ello es que a las pocas horas, también en Tihuatlán, sujetos desconocidos dejaron en la vía publica dos cuerpos descuartizados, en la concurrida calle Venustiano Carranza de la colonia Independencia. Y otra vez el sitio fue acordonado, y un enjambre de policías acordonaron la zona impidiendo la labor de los medios de comunicación, pero de los delincuentes que los abandonaron en ese sitio nada se sabe, nadie vio nada, y los policías siempre andan entretenidos pese a que de un tiempo a la fecha Tihuatlan se ha convertido en tierra de nadie. Otra vez el levantamiento de los cuerpos en calidad de desconocidos y a darle, seguramente la vuelta a la hoja, ya que las autoridades se apresuraron a decir que en ambos casos podría tratarse de un ajuste de cuentas que no debería suceder.
Y MIENTRAS esos y otros crímenes ocurren en Veracruz junto con otros delitos, el Presidente se desvivía en elogios en favor del peor Gobernador que ha tenido Veracruz. Y es que cuando se le preguntó que Cuitláhuac García Jiménez
se ha negado a aceptar recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, López respondió que no tiene la información puntual (¿será que no la tenga o lo sigue encubriendo?), y lejos de prometer investigar le dio su respaldo: “puedo decir que mis paisanos veracruzanos tienen la dicha de contar con un buen gobernador, es una gente trabajadora y sobre todo honesta”. Pero Veracruz, señor Presidente no necesita a un gobernador que solo sea honesto sino que dé resultados, aunque en eso de la honestidad está por verse, pues al igual que Javier Duarte ha permitido que sus colaboradores más cercanos se enriquezcan.
AMLO RECORDO que Veracruz “había padecido de muchos gobernadores mediocres y ladrones (aunque infinidad de ellos dejaron obras para la posteridad que ahí están y son útiles), y ahora es algo completamente distinto. “Sin embargo, como hay oposición, porque Cuitláhuac es recto y no cede al chantaje, y habían convertido a Veracruz en un botín, como eso ya se terminó no dejan de haber malquerientes, gente que no está conforme porque ya no tiene los privilegios que tenían antes. Es algo similar a lo que sucede a nivel nacional. Pero sí, Cuitláhuac es un buen gobernador, muy distinto, diferente a lo que pasaba anteriormente. Y no voy a recordar aquí qué sucedía, porque mis paisanos veracruzanos están bien despiertos, avispados, no se dejan chorear. Entonces, Cuitláhuac está haciendo un buen gobierno”.
SI EL Presidente considera que hacer un buen gobierno es viajar en camionetas blindadas precedidas de un centenar de elementos militares y policías Estatales que lo resguardan en una docena de camionetas; si ser un buen gobernador es treparse a su bicicleta cada fin de semana para encabezar inútiles rodadas, no escuchar a los colectivos que buscan a sus desparecidos y mucho menos a las víctimas de delitos; si ser un buen gobernador es hacer como que la virgen te habla, entonces pedimos una disculpa porque García Jiménez está haciendo un excelente papel como el principal vacacionista del Estado y retiramos lo dicho. Porque obras no hay, la inseguridad está por todas partes, el desempleo agobia a jóvenes, el campo está abandonado, lo mismo que el sector productivo ante los altos intereses de los créditos, ya que el Estado no le da, ni siquiera agua al gallo de la pasión. En fin, Veracruz es un infierno, pero solo para los de a pie, pues los nuevos ricos del Gobierno traen chofer y escoltas, y algunos se mueven en vehículos blindados, y esto lo sabe el presidente pero se hace el disimulado por alguna razón que desconocemos. Así las cosas. OPINA [email protected]