*Liberación de presos, para “ahorrarse” unos pesos
*Privados de la libertad ejecutaron 22 547 crímenes
NO DEBERIAN sentirse desilusionados los “chairos”, perdón, los fanáticos de Andrés Manuel López Obrador por el fracaso de la consulta popular que cuestionó si: “¿estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”, y no para enjuiciar a los ex presidentes del País, y no deberían hacerlo ya que en futuros ejercicios seguramente les ira mejor, cuando el Presidente ordene la liberación de 4 de cada 10 presos que se encuentran en prisiones Federales, quienes seguramente en agradecimiento se sumarán al séquito lopezobradorista junto con sus familias, más aun si los incluyen en los programas sociales y, de paso, les piden el favor de obligar a los renuentes a sumarse a los caprichos del tabasqueño. Porque con casi 100 mil presuntos delincuentes los que estarán en la calle, y AMLO tendrá otra fuerza para amedrentar a la sociedad, como ahora lo hace con la Guardia Nacional –y las policías Estatales y Municipales en los Estados y municipios emanados de MoReNa, como Veracruz-. Por ello el pesimismo debe acabar, porque este lunes López Obrador seguramente dirá que como anticipó que si votaba lo haría en contra, el pueblo malentendió y por eso no salió a votar, o como el Gobernador Cuitláhuac García que al ver la desolación de las casillas en el Estado, muy a pesar de que por su conductos se ordenó a los funcionarios de primer nivel, sobre todo de la Fiscalía y Seguridad Pública que obligaran a los subordinados a salir a votar, se quejó de que solo un tercio de las casillas que normalmente se instalan hayan sido colocadas en el Estado para esta Consulta, “y otro detalle, en 30 municipios no instalaron ninguna casilla”, pero nada dijo de la tacañería presidencial de no autorizar recursos para este ejercicio, porque los morenos suelen hablar no cumplir sus obligaciones. Por ello, tras votar en la Escuela Primaria “Progreso”, de puritito coraje mejor se fue a comer tacos de barbacoa muy quitado de la pena y algunas empanadas de CUITLAcoche.
PERO LAS cosas cambiarán cuando AMLO libere a todos los no sentenciados. Y es que la inexplicable falta de sentencias, aunado a la sobrepoblación en las cárceles mexicanas, tanto federales como locales, es una problemática que autoridades del pasado intentaron revertir sin éxito ante la explosión de la inseguridad y la delincuencia. Para ello se han implementado diversas políticas públicas, como el establecimiento de los juicios orales con la finalidad de agilizar los juicios y fallos judiciales, sin embargo, la realidad es otra. De acuerdo con datos del Censo Nacional del Sistema Penitenciario Federal (CNSPF) 2020, dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 40 por ciento de los reclusos de penales federales no tiene dictada una sentencia. Solo durante ese año, 7 mil 936 personas ingresaron a los centros penitenciarios federales. De ellos el 97.7 por ciento fueron hombres y 2.3 por ciento mujeres. Esas cifras representan un aumento de 92.4 por ciento en comparación con las cifras de 2019, por lo que al cierre de ese año se reportó que la población privada de su libertad en esos centros Federales en ambos años era de 17 mil 271 personas, de cuales, 16 mil 438 (95.25 por ciento) son hombres, mientras que 833 (4.85 por ciento) son mujeres. Pero el dato relevante en el informe del Inegi es que, de esos 17 mil 271 detenidos, el 40.2 por ciento no cuenta con una sentencia, el 32.9 por ciento tenía un fallo definitivo, mientras que el 26.9 por ciento contaba con una sentencia no definitiva; lo que significa que cerca de la mitad de las personas presas en los penales federales, no han sido encontrados culpables o inocentes del delito que se les acusa. Y solo se refiere al estudio a cárceles Federales. El asunto de los reclusorios Estatales es otro asunto.
LO CURIOSO es que de acuerdo al Inegi, las personas privadas de la libertad cometieron 22 mil 547 crímenes, tengan o no sentencia. En el caso de los hombres están relacionados con delitos en materia de armas, explosivos y otros materiales destructivos (25.2 por ciento), mientras que en el caso de las mujeres, el secuestro fue el delito más frecuente (25.4 por ciento), y en México se intentó una estrategia que es común en Estados Unidos. Entregar la administración de algunas cárceles al sector privado, pero el pasado 13 de Enero, el presidente, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer los contratos que se otorgaron a particulares para la administración de ocho centros penitenciarios, un proceso que comenzó en el 2010, cuando se desarrollaba el sexenio de Felipe Calderón y aún estaba en funciones Genaro García Luna, entonces secretario de Seguridad Pública, los villanos preferidos de AMLO. Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) detalló que el gasto anual que se ha pagado en “estos últimos nueve años es de un total de 75 mil 661 millones de pesos y es correspondiente a solamente 36 por ciento del pago total” de la deuda. El costo mensual por cada interno lo estimaron en 114 mil 588 pesos, y en promedio al día, un poco más de 3 mil pesos, algo que no corresponde a la realidad, pero a la Cuarta transformación le gusta inflar cifras para alentar el odio contra los adversarios.
POR ESA razón El presidente informó que entraría en acuerdo con las empresas que administran los penales, y si había voluntad, habría un beneficio en la Hacienda pública. Finalmente recuperaron las cárceles y se dio cuenta que cuesta mucho dinero mantenerlas, ya que son infinidad de presos a los hay que darles de comer tres veces al día, pagar guardias de seguridad o custodios, agua, luz, manteamiento y un sinfín de necesidades, y por ello al Presidente se le ocurrió que para ahorrarse unos millones que, por cierto, no se sabe a dónde van a parar lo mismo que lo incautado a delincuentes, liberaría a todos aquellos sin sentencia, olvidando que entre estos se encuentran los principales capos del narcotráfico o delincuencia organizada como secuestradores y asesinos.
EN ESE tenor, muchos de estos serán liberados sin ningún requisito, simple y llanamente se ganaron la liberación gracias a la austeridad republicana del Presidente que busca ahorrar lo más que pueda, para seguir comprando la consciencia de seguidores que, por lo menos esta vez le dieron la espalda, al menos en Veracruz, donde las casillas para la consulta popular permanecieron semivacías. Así de simple. OPINA [email protected]