*La Constitución prevé que debe hacerse en caso de falta
*Olga o Adán Augusto serían Presidente en un caso fatal
O EL Presidente Andrés Manuel López Obrador la vio cerca o, de plano, recurriendo al populismo a ultranza que lo caracteriza, redactó un “testamento político” para en caso de que llegara a morir -lo que por fortuna no ocurrió-, olvidando acaso por vanidad que de acuerdo al artículo 84 de la Constitución Política de México, en caso de falta absoluta del Presidente de la República, en tanto el Congreso nombra al presidente interino o substituto, lo que deberá ocurrir en un término no mayor a sesenta días, el secretario de Gobernación asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo, y eso no lo cambia nadie, ni siquiera su ocurrente testamento que sería lo mismo que los llamados a misa. De la misma manera, en casos de excepción o emergencia, el artículo 85 señala: “Si antes de iniciar un período constitucional la elección no estuviese hecha o declarada válida, cesará el presidente cuyo período haya concluido y será presidente interino el que haya designado el Congreso, en los términos del artículo anterior. Si al comenzar el periodo constitucional hubiese falta absoluta del presidente de la República asumirá provisionalmente el cargo el presidente de la Cámara de Senadores (en este caso Olga Sánchez Cordero), en tanto el Congreso designa al presidente interino, conforme al artículo anterior. Cuando el presidente solicite licencia para separarse del cargo hasta por sesenta días naturales, una vez autorizada por el Congreso, el secretario de Gobernación asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo.
ESA ES la ley, y aunque López Obrador se sienta un rey, emperador o monarca solo por vivir en Palacio Nacional, nadie podría alterar lo que establece la Carta Magna. Y es que en un video, tras salir del Hospital Central Militar por un cateterismo cardiaco, AMLO hizo referencia a un testamento político que realizó para “mantener la gobernabilidad de México”, en caso de morir, entendida esta como la capacidad de los actores estratégicos para llevar adelante un buen gobierno, el cual depende de la gobernanza, es decir, de las reglas de juego definidas por dichos agentes enmarcadas en la Constitución. Por ello, ante la andanada de burlas y denostaciones que ha enfrentado el Presidente por su más reciente ocurrencia, desde Palacio Nacional se ha dicho que el testamento político de AMLO, a diferencia de lo que muchos creen, no tiene nada que ver con la sucesión presidencial ni tampoco remplaza lo señalado por la Constitución en caso de que el presidente se ausentara, pues el documento redactado por el titular del Ejecutivo Federal no tiene carácter vinculante en la vida pública nacional y sólo está relacionado con la imagen de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y quienes podrán hacer uso de ella.
SE BUSCA aclarar que el testamento político de AMLO cede los derechos de su imagen a su familia, exclusivamente, en pocas palabras, pretende cuidar el legado del presidente de México, para que no sea aprovechado por políticos ajenos a sus ideales. También está pensado para que el legado de AMLO no sea heredado por Morena, partido que fundó y con el que llegó a la presidencia. En suma, que sea la familia quien decida si a Morena se le retira la imagen de AMLO, aunque no queda claro si esto debe ser consensuado entre todos los hijos del mandatario o el poder recae sólo en alguno de ellos. Y es que con el testamento político se busca, también, que Morena no tenga un destino similar al PRD, partido donde militó el presidente y con el que fue candidato a la presidencia en 2006 y 2018. Se afirma también que el testamento político de AMLO fue realizado cuando este llegó a la presidencia. Es decir, existe desde 2018, y su contenido se mantuvo en secreto hasta que el presidente hizo referencia a ello en el video publicado este 22 de enero, tras salir del Hospital Central Militar por un cateterismo que le realizaron. Es más, se asegura que el testamento político de AMLO se encuentra validado ante notario público.
EN REDES sociales, sin embargo, los memes y críticas no se hicieron esperar, y a través de Twitter, varios personajes de oposición, internautas y periodistas han mostrado su inconformidad por el testamento del mandatario federal, pues aseguran que “habla como si el poder fuera su patrimonio o si México fuese de su propiedad”. En ese sentido, el polémico militante del Partido Acción Nacional (PAN), Javier Lozano Alarcón declaró que el testamento no vale nada al igual que las promesas del jefe del Ejecutivo, y recordó que la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos establece lo que se debe realizar en caso de que se ausente el presidente. “Ese testamento político vale lo mismo que las promesas del presidente: pura mad**. La Constitución prevé lo que sigue en caso de falta absoluta del mandatario. Así que, por favor, déjense de mama**s”. Por su parte el columnista y analista Fernando Belaunzarán sostuvo que el presidente López Obrador habla de un testamento político como si el país lo tuviera escriturado y el poder fuera su patrimonio. “La megalomanía de @lopezobrador_ es tan colosal que sólo riñe con su incompetencia”. “En mi testamento político le dejo el INE a Manuel Bartlett’”, bromeó el columnista en otro mensaje
EN ESE contexto, el veracruzano (y no lo descarte como una carta fuerte en el 2024) Ignacio Rey Morales Lechuga, ex titular de la Procuraduría General de la República (PGR), pidió a sus seguidores recordarle a AMLO que fue elegido como presidente, no como “monarca”. “¿Testamento político? Pues ni que el país fuera de su propiedad. Y, en ese caso que él hizo público, la Constitución establece lo que procede”, escribió el periodista Gerardo Galarza. Pascal Beltrán del Río dijo que “con todo respeto para López Obrador”, su documento sale sobrando. Manifestó que ojalá nunca le ocurra nada, pero si sucediera, la Constitución dispone qué pasaría y no él. “Esto es una República, no una monarquía hereditaria”, asevera. El analista político, Alfonso Zárate indicó que la idea del presidente “no es tan original”, pues explicó que en su momento Antonio López de Santa Anna dispuso quién sería su sucesor en caso de su muerte y dejó su voluntad en un texto que mandó depositar sobre lacrado en el Ministerio de Relaciones Exteriores. “Allí nació el ‘tapado’”, añade. Son infinidad de personajes los que tunden a López Obrador por la ocurrencia del testamento político como si se tratara de una divinidad (acaso si se cree el Mesías, o un emperador divino), que hasta el caricaturista Chavo del Toro compartió en su red social cómo se imagina el polémico testamento del mandatario federal: “1.- Quiero que sigan luchando por la candidatura Claudia (Sheinbaum) y Marcelo (Ebrard) porque el bueno es Adán (Augusto López). 2.- Le dejó dos fardos de paja al caballo del trapiche. 3.- Que por avenida Reforma se formen en mi honor todos los bots de Jesús”. En fin, eso sucede cuando la vanidad comienza a perder a los mortales. OPINA [email protected]
