*Reportera traía problemas con Bonilla y AMLO minimiza
*México sigue siendo el País más peligroso para la libertad
EL MENOSPRECIO de la Cuarta Transformación hacia los medios de comunicación, cobró su tercera víctima en lo que va del año la noche del domingo en Tijuana, Baja California, donde fue asesinada la periodista María de Lourdes Maldonado López de un disparo en la cabeza cuando llegaba a su domicilio en el fraccionamiento Villas de Santa Fe, crimen que ocurre a seis días del homicidio del fotoperiodista Margarito Martínez, también, en Tijuana, y a catorce días del asesinato del comunicador José Luis Gamboa Arenas, director del diario digital Inforegio ejecutado en el puerto de Veracruz. El homicidio de Gamboa Arenas ocurrió el lunes 10 de Enero, aunque fue hasta el viernes 14 cuando se llevó a cabo su identificación formal por parte de familiares que lo reportaron como desaparecido. La periodista tijuanense fue atacada afuera de su casa en la calle Vista Dorada cuando se encontraba a bordo de su automóvil, y de acuerdo a su trayectoria, trabajó varios años en Noticieros Televisa y fue conductora de programas de radio, pero actualmente conducía un programa de televisión por cable y colaboraba con Radio Fórmula Tijuana. Lo que llama la atención es que la comunicadora estaba inscrita desde el año pasado al Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de los Derechos Humanos del gobierno de Baja California, y según se sabe, los elementos que la resguardaron hasta su domicilio se retiraron antes de que ingresara, lo que aprovecharon los delincuentes para dispararle, algo que resulta sumamente sospechoso, sobre todo tras la denuncia de la comunicadora.
Y ES que el 26 de Marzo del 2019, la comunicadora se presentó a La Mañanera como reportera del semanario Séptimo Día, en donde expuso sobre una situación legal que incluía a un “personaje fuerte de la política” que, se supo posteriormente, era Jaime Bonilla, ex gobernador de Baja California por Morena, con quien mantenía un litigio por un despido injustificado y falta de pago por parte de una de sus empresas de radio y televisión. “Vengo también aquí para pedirle apoyo, ayuda y justicia laboral, porque hasta temo por mi vida ya que se trata de un pleito que tengo desde hace seis años con él, y hasta ya salió el laudo a mi favor en la Junta Federal de Conciliación. Sin embargo, hace poco regresaron el expediente y en tres semanas salió en mi contra absolutamente, entonces, vengo a pedir ese apoyo, esa justicia. Lo hago porque se trata de un personaje fuerte en política que no pretende pagarme ni mucho menos. Ya hasta he metido un amparo, pero con este poderoso personaje, nada o poco puedo hacer sin su apoyo señor Presidente”.
EN AQUELLA ocasión, López Obrador le respondió que le pediría a Jesús Ramírez Cuevas, coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia que la atendiera y la apoyaran “para que se pida justicia que no haya influyentismo, y se actué en el marco de la ley”, pero este lunes, el Presidente lamentó los hechos, a la vez que hizo un llamado a investigar el móvil del crimen y si hay vinculación con la denuncia de tipo laboral que hizo en 2019, aunque pidió tratar el caso con mucha responsabilidad y dar con los culpables (como suele ser cuando se ven inmiscuidos morenistas). “Es muy lamentable lo que sucedió con la compañera; nuestro pésame a los familiares primero. Duele mucho lo que sucedió en Tijuana, vamos a llevar a cabo la investigación. Ella estuvo aquí en efecto a principios del 2019, los primeros meses, vino a hacer una denuncia por un asunto laboral por la empresa de radio y TV vinculada a Jaime Bonilla”.
LOURDES MALDONADO es el tercer periodista asesinado en lo que va del año sin que a la fecha se conozcan resultados en torno a esos crímenes, pues como bien se recuerda, el 17 de este mes fue ejecutado Margarito Martínez Esquivel, fotoperiodista de Tijuana, quien se destacó por cubrir la nota policial en una de las demarcaciones más peligrosas del mundo. Al comunicador lo ejecutaron cuando se encontraba afuera de su domicilio. El ahora occiso le trabajaba notas al emblemático Semanario Zeta y otros medios de alcance internacional como la BBC. Fue alrededor de las 12:45 horas (tiempo local) que se reportó a la central de emergencias que en la calle 5 de Mayo, de la colonia Camino Verde se habían apreciado detonaciones de arma de fuego. Tras arribar al lugar, los elementos policiacos encontraron a Alfonso Margarito Martínez Esquivel, de 49 años, quien presentaba una lesión en la cabeza por arma de fuego. Asimismo, se detalló que su cuerpo quedó a un costado de un vehículo Ford con placas de Baja California. El semanario reportó, gracias a un testigo, que un vecino de la víctima, identificado bajo el nombre de Juan, se encontraba ingiriendo bebidas alcohólicas en vía pública a las afueras del domicilio del fotoperiodista y fue él quien presuntamente perpetró el crimen. También señalaron que entre ellos existía una riña por la propiedad de un terreno. Es esta última característica lo que fundamenta la línea de investigación por parte de las autoridades, pues podría ser el móvil del ilícito; sin embargo, no existe una confirmación oficial sobre esto, pues Juan, tras realizar las detonaciones, escapó del lugar de los hechos y se desconoce su paradero.
OTRO CASO corresponde al periodista José Luis Gamboa Arenas en el puerto de Veracruz, quien fue apuñalado hasta en 12 ocasiones, llevado a un hospital moribundo donde falleció y trasladado al Servicio Médico Forense en calidad de desconocido, pese a ser ampliamente conocido en el municipio y parte del Estado. El crimen ocurrió el lunes 10 de Enero, pero fue hasta el viernes 14 cuando se llevó a cabo la identificación formal por parte de sus familiares. Era director general del diario digital Inforegio. La Comisión Estatal para La Atención y Protección de Los Periodistas (al servicio del Gobierno del Estado que la subsidia y no de los comunicadores) detalló que tras una revisión en los archivos y bases de datos, “no se cuenta con antecedentes de agresiones, información sobre incidentes o registros de amenazas en contra de José Luis Gamboa Arenas, por lo que el comunicador no estaba incorporado a ningún programa preventivo o medidas de protección previo a los hechos ya referidos”.
POR ELLO la CEAPP indicó que la Fiscalía General del Estado será la encargada de determinar si el homicidio está relacionado con su ejercicio profesional. “Es necesario que la FGE realice todas las diligencias y agote todas las líneas de investigación hasta esclarecer este hecho que ha impactado en el gremio periodístico veracruzano”, comentó la organización en un comunicado, lo que indica que el caso pasará a formar parte de la larga lista de crímenes impunes cometidos contra periodistas, y todo por la animadversión de la Cuarta Transformación a los medios. OPINA [email protected]
