Suerte y que Dios los bendiga

Más de 15 meses tuvieron las autoridades escolares para poner a punto las escuelas para el regreso a clases presenciales, pero nada. Lo primero que hicieron cuando se ordenó cerrarlas por la pandemia fue correr al personal de intendencia “hasta nuevo aviso”.

Y ese nuevo aviso nomás no ha llegado por lo que a horas del reinicio de clases, la secretaria de la SEP, Delfina Gómez y el titular de educación en la entidad, Zenyanzen Escobar, se pusieron a limpiar la maleza en una escuela de la colonia Luz del Barrio en Xalapa.

Vergüenza debiera darles haber hecho esa escenita populachera para los fotógrafos, cuando tuvieron tiempo de sobra para ordenar ese trabajo a personas más aptas y crear aunque fuera por un día, una o dos docenas de empleos.

Aparte de su protagonismo mediático, su tacañería es tanta que son incapaces de meterle dinero a los planteles escolares. Acaso algunas migajas para justificar el presupuesto a la educación y ya estuvo. Nada comparado con lo que sufragaban los ladrones y corruptos de antes, que en efecto eran filibusteros, pero que invertían parte del dinero que no se robaban en educación e infraestructura escolar.

En la actualidad no es así.

Sé que no faltará quien respingue y hable de las 100 universidades Benito Juárez que ha construido el guía de Macuspana a lo largo y ancho del territorio nacional. Y sí, ajá, pero ¿dónde están? ¿Cuántas carreras ofertan? ¿Cuántos alumnos tienen?

En diciembre anterior Cuitláhuac García inauguró una de esas universidades en Atlahuilco, municipio de 11 mil 500 habitantes enclavado en la zona montañosa de Veracruz. Pero nada se ha vuelto a saber de ella y sobre todo de sus alumnos y maestros.

Y es que no se trata de hacer universidades a lo tarugo y a lo buey. Se trata hacer más Tecnológicos y esto dicho por académicos, estudiantes y la misma necesidad de la población. También se trata de cuidar y proteger a todas las escuelas del País, pero esto es lo que menos hace la 4T. Pongamos como ejemplo a Veracruz.

Antes del COVID cientos de escuelas necesitaban (y necesitan) con urgencia una buena dosis de mantenimiento, pero al conque de que hay que ahorrar porque estamos en tiempos de austeridad republicana se fueron dejando. Llegó la pandemia y con más ganas se abandonaron. Y con el arribo del huracán Grace algunas colapsaron.

Son decenas las que quedaron en pésimas condiciones y en ellas no habrá clases presenciales este lunes por el riesgo que representan. Pero ese no es el punto, sino cuándo estarán listas para recibir a los alumnos. ¿Seis semanas? ¿Cinco o diez meses? Como para cuándo.

Digo, no se tratara de organizar una consulta popular para saber si Cuitláhuac García es el mejor gobernador de Veracruz, porque entonces todo el aparato de la 4T se estaría moviendo y botando dinero a lo bárbaro.

López Obrador vino y se fue sin decir cuánto aportará la Federación para arreglar las escuelas. Dijo que no habría límite presupuestal para apoyar a los damnificados, cosa que no cumplirá, pero no habló de presupuesto para la reconstrucción o rehabilitación de escuelas.

Cuitláhuac García anunció que se invertirán 114 millones de pesos para rehabilitar áreas de salud y educación y en reconstrucción. ¿Tanto? Caray… en qué mundo vivirá este señor. Que alguien le diga que los bolillos ya no cuestan 20 centavos.

Hace nueve días que Grace impactó Veracruz y aún hay personas bloqueando carreteras en protesta porque no tienen energía eléctrica o carecen de lo más indispensable para dar de comer a sus hijos. Y si las autoridades no pueden resolver esos problemas, qué carambas se van a acordar de las escuelas. Aunque deberían.

Hoy lunes miles de niños y adolescentes veracruzanos (y del País) regresan a clases sin vacunarse y con la pandemia en sus niveles más altos. También regresan a unas escuelas más cercanas al abandono que en óptimas condiciones.

Suerte y que Dios los bendiga. Van a necesitar de ambas.

 

El “aquí estoy a la orden” de Pepe Yunes

 

Impecablemente vestido, traje oscuro, corbata roja sobre una camisa blanca y teniendo como fondo la fachada del Congreso de la Unión, José Francisco Yunes Zorrilla envió este domingo su primer mensaje al pueblo de Veracruz minutos antes de protestar como diputado federal.

“Hola cómo están muy buenos días. Ya estoy donde me trajeron, con la total y completa determinación de trabajar por los temas que a ustedes les interesan, aquellos que hagan grande nuestra región, que fortalezcan nuestro estado y que le permitan viabilidad y mejor vida a todos los mexicanos. Muchas gracias y aquí estoy a la orden”.

El “aquí estoy a la orden” no lo dijo de dientes para afuera. Quienes conocen al peroteño saben que como Legislador ha hecho suyos los problemas que aquejan a los veracruzanos y quienes aún no lo conocen tendrán oportunidad de corroborarlo cuando lo visiten en San Lázaro.

De los 27 diputados veracruzanos que tendrá la nueva Legislatura, apenas dos son priistas; José Yunes que ganó la curul por la vía del voto popular y Lorena Piñón que es diputada plurinominal.

Lorena también tiene una amplia vocación de servicio entre otras cosas porque proviene de la cultura del esfuerzo. Es priista desde antes de cumplir la mayoría de edad (entró al partido a los 16 años) y hará buena mancuerna con Pepe Yunes.

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