*AMLO se encrespa cuando Blinken pone dedo en llaga
*Discurso camorrero de presidente incita a la violencia
PREVIO AL Día de la Bandera, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken puso “el dedo en la llaga” de un País donde los periodistas son ninguneados, ofendidos y vilipendiados por el Presidente en turno, engendrando con su violento discurso un clima de indefensión para ese sector que a la fecha ha costado la vida a siete comunicadores en lo que va del año. Y es que Blinken lamentó el “gran número de periodistas asesinados en México”, y por ello abogó por protegerlos de la situación de inseguridad que se vive en el País. No dijo nada, absolutamente nada más que no fuese una realidad, no culpó al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador de ser culpable de los homicidios ni mucho menos se refirió a crímenes de Estado; solo compartió su preocupación por la ola de violencia que amenaza a los comunicadores locales, uniéndose a quienes demandan mayor seguridad para el gremio: “El alto número de periodistas asesinados en México este año y las continuas amenazas que enfrentan son preocupantes. Me uno a quienes piden mayor responsabilidad y protección para los periodistas mexicanos. Mi corazón está con los seres queridos de aquellos que dieron su vida por la verdad’’, escribió, pues a principios de Febrero –horas antes de su mensaje de twitter- sumaban cinco periodistas asesinados en varios Estados del País, aunque ahora son siete y la próxima semana quien sabe cuántos más caerán o caeremos. Ya Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, había reconocido dos días antes en Cuernavaca, Morelos, que han encontrado que gran parte de los homicidios de periodistas en territorio nacional se debe a la intolerancia de los gobiernos municipales y de los propios policías locales que estarían relacionados con la delincuencia organizada, violencia hacia el gremio periodístico que reconoció, ha ido en aumento en los últimos años y meses. “No es que haya un incremento específico en este sexenio, lamentablemente es un fenómeno que tenemos en los últimos tres sexenios y, por supuesto, hay un clima de intolerancia, principalmente en el ámbito municipal donde no solamente de autoridades municipales, sino también de policías ligados a grupos delictivos”, detalló el funcionario Federal.
PERO AMLO no espero por la respuesta. Descompuesto, como suele crisparse cuando le hablan de corrupción familiar y colaboradores, o le abordan el tema de la inseguridad que ha cobrado un sinnúmero de mexicanos en lo que va de su sexenio, lo que no es ajeno a periodistas a quienes suele agredir, denigrar y difamar en sus mañaneras. Así, el Presidente reprobó el mensaje publicado por el secretario de Estado de los Estados Unidos, en el que solo pedía proteger a los periodistas mexicanos de la situación de inseguridad del País, pues consideró que la petición no es precisa, pues desde su punto de vista, no hay impunidad en los casos de asesinatos a periodistas (aun cuando Encinas Rodríguez reconoció hace unas semanas que el 90 por ciento de los crímenes de comunicadores están en la impunidad), aunque el tema no era ese: Antony Blinken demandaba mayor seguridad para los periodistas, y López Obrador respondería: “Yo creo que está mal informado, porque de lo contrario estaría actuando de mala fe. Lo que él está sosteniendo no es cierto, desde luego es muy lamentable que haya asesinatos de periodistas, eso ya lo sabemos, nada más que en todos los casos se está actuando, no hay impunidad, no son crímenes de estado” (pero nadie dijo que lo fueran ni acusó a su Gobierno de cometerlos). Blinken solo hizo eco de las preocupaciones mundiales por lo que está sucediendo con el gremio periodístico en el País y se pronunció “por el alto número de periodistas asesinados en México este año y las continuas amenazas que enfrentan son preocupantes”.
AL NORTEAMERICANO Blinken no le faltaba razón. Un día después de las declaraciones, en un barranco de la carretera Picacho-Ajusco, en el pueblo de Santo Tomás de la alcaldía Tlalpan de la ciudad de México, fue encontrado el cuerpo sin vida –envuelto en sábanas- de la reportera y modelo veracruzana, Michell Simón Tadeo, con quien sus familiares habían perdido comunicación tres días antes. La joven periodista fue localizada por trabajadores de una zona ejidal cuando mitigaban un incendio cerca del paso vehicular. Tenía 27 años, era oriunda de Coatzacoalcos y llegó a la Ciudad de México para realizar unos de sus sueños: ser cronista de deporte, aunque también se desempeñaba como actriz, modelo y bailarina para subsistir. El cuerpo de Michell, quien se destacó como reportera y conductora deportiva en Olmeca Tv y posteriormente viajó a la Ciudad de México para estudiar en una escuela de periodismo deportivo, estaba semidesnudo. Por lo hechos no hay detenidos, solo sospechosos que son investigados, pero la fémina deja en la orfandad una menor de 4 años.
Y CUANDO se pensaba que podría pasar mucho tiempo para que otro periodista fuera asesinado en el País, dada la respuesta del Presidente de México al Secretario de Estado de Estados Unidos y el compromiso asumido para la seguridad de estos, el jueves por la noche volvió a repetirse la historia. José Luis Camero Zazueta, director del portal
de noticias El Informativo, fue asesinado en un gimnasio en el municipio de Empalme, Sonora, allí donde gobierna el ex secretario de seguridad y protección ciudadana, Alfonso Durazo, un persona que cree que con saliva y alabanzas al Presidente López Obrador contendrá la violencia. José Luis “El choche” Camero se había desempeñado como secretario particular del alcalde de Empalme, Luis Fuentes Aguilar, cargo al que renunció hace algunos meses para dedicase a lo suyo que era el periodismo.
EN ESE tenor, y en medio del discurso camorrero del Presidente Andrés Manuel López Obrador que desprotege a los medios de comunicación, un nuevo periodista ha sido asesinado en el País, sumando siete en lo que va de este Gobierno: Heber López Vázquez, asesinado en Salina Cruz, Oaxaca: Alfonso Margarito Martínez y Lourdes Maldonado, en Mexicali, Baja California; José Luis Gamboa, ejecutado en el puerto de Veracruz a puñaladas; Roberto Toledo, asesinado en Zitácuaro, Michoacán, y ahora Anahí Michell Pérez Tadeo, la periodista veracruzana mejor conocida como “Michell Simón”, encontrada ejecutada en la ciudad de México, y José Luis Camero Zazueta, director del portal El Informativo de Sonora. ¿Que responderá ahora el Presidente Andrés Manuel López Obrador? ¿Qué no hay impunidad para ninguno de esos crímenes? Podría ser, pero no es el caso; se trata de que ya no maten periodistas no de que atrapen a sus asesinos tras dejar su huella sangrienta y de orfandad que nadie podrá curarla. Así de simple. OPINA [email protected]