Entre lo utópico y lo verdadero
Por Claudia Guerrero Martínez
16 de abril del 2020.
SESVER expide certificados de Neumonía Atípica, ocultando casos de COVID-19
El caso de José Gustavo es revelador y ser uno de tantos que se están ocultando en el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez. Este Gobernador de Veracruz, al igual que muchos otros Mandatarios de MORENA, apoya la orden del Presidente López Obrador de no gastar recursos al practicar las pruebas de detección de COVID-19 y si el paciente fallece, es más fácil diagnosticar la causa de su muerte como una Neumonía Atípica. Y los hospitales estatales que pertenecen a SESVER, así como los federales, los médicos que plasman su Cédula Profesional en Certificados de Defunción, sin tener recursos o pruebas para dictaminar causas de fallecimiento, sólo por los síntomas, deducen ser neumonía. Y agregándole atípica por las diferentes causas que la origina, ya sea por virus, bacterias, hongos o autoinmunes.
José Gustavo, poblano de nacimiento, laboraba como mesero en un restaurante y viajaba de un estado a otro, todos los días, comprendiendo el trayecto a la Ciudad de México y luego al Estado de México, este último en donde radicaba en Naucalpan. Nacido en enero de 1995, José Gustavo salía todos los días para acudir a su trabajo, hasta que la pandemia en el mundo, empezó a sacudir países como México, presentando los primeros casos en la CDMX. El tener contacto con los clientes, en una ya declarada emergencia sanitaria, no le importó, pues antes de guardarse en su casa, tenía que llevar dinero para poder pagar la renta y servicios urgentes.
El 09 de marzo, José Gustavo tuvo los primeros síntomas llamado “Síndrome de Desgaste”, lo que originó a pedir permiso para ausentarse en su lugar de trabajo y sin tener quien lo cuidara por ser soltero, viajó a Huatusco, para que su familia lo atendiera y protegiera, así como huir de la epidemia incontrolable en la Ciudad de México y alrededores.
Pasaron varios días y los síntomas se incrementaron a finales de marzo, por lo que fue internado en el Hospital de Huatusco, con un cuadro de exceso de tos, inflamación en las vías respiratorias y nunca, se le realizó la prueba de COVID-19, ya que éstas son caras, el hospital las retiene en casos muy especiales y por la edad de José Gustavo, 25 años, se pensaba que evolucionaría. El 7 de abril, presentó falta de aire, colapsando sus pulmones, falleciendo dos días después, el 9 de abril.
Su hermano Christian, fue quien lo reconoció y se expidió el Acta de Defunción avalada por la Secretaría de Salud, con el Folio 200754466 y dando fe el médico del Sector Salud, a quien omitimos su nombre, para no perjudicarlo, pero fue obligado a dar el diagnóstico asegurando :“Había fallecido por Neumonía Atípica”, pues fueron las órdenes de sus superiores, para plasmar este diagnóstico, sin que en realidad se supiera qué tipo de Neumonía fue, provocada por virus, bacterias u hongos, así como ser autoinmune.
Lo grave de este relato, es que en todos los hospitales de Veracruz, pertenecientes al Sector Salud, firman diagnósticos con esta nueva y grave enfermedad, única en México, como es Neumonía Atípica. Y la verdadera razón es porque SESVER advierte a todo el personal médico y enfermeras, así como personal operativo y administrativo, no realizar las pruebas, para obtener resultados de COVI-19, por la sencilla razón de ser caras, teniendo un costo de alrededor de $7 mil pesos, así como los presupuestos para adquirirlas son escasos. Y se evidencia que el Gobierno Federal y Estatal no se prepararon para esta contingencia, ni aplicaron recursos para el Sector Salud, comprobándose actos de corrupción evidenciados de manera vergonzosa.
La familia de José Gustavo nunca sabrán porqué falleció su ser querido. Y aun cuando es muy joven, no soportó este extraño padecimiento y jamás les explicaron el por qué se iría debilitando, hasta que colapsó su sistema respiratorio. Y ser un acto de omisión médica y legal, no haberle realizado las pruebas, para que José Gustavo, no estuviera contagiando a su familia, amigos y otros pacientes, así como a los propios médicos de los centros de salud que acudió a lo largo de este viacrucis.
Esto explica que el Gobierno del inoperante Cuitláhuac García sólo alude ser cinco defunciones, uno en Alvarado; otro, en Coatzacoalcos; otro en Tlacotalpan; uno más en Emiliano Zapata y finalmente, otro en Poza Rica, diagnosticados de COVID-19, porque son los únicos a quienes les realizaron las pruebas de detección y el resto de muertes, se les diagnostica como Neumonía Atípica, contabilizando en todo Veracruz ser más de 500 a 600 casos. Los mismo pasa con los confirmados, contabilizando ser 94 casos, con pruebas dando positivo, 571 sospechosos por sus síntomas y en espera de resultados, así como 759 negativos, quienes son los enviados a sus casas, sin haberles hecho las pruebas. Curioso, que en México, extrañamente contabilizan a los negativos, para matizar el golpe de contagios, que se esperan ser de mayor número de infectados, a principios del mes de mayo y potenciando la epidemia a mediados del mismo mes.
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