* Nahle, enfurecida por el lugar en que la pusieron
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Una foto dice más que mil palabras, dice el dicho.
Y dice todavía más si es una fotografía de un evento en el que estuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador y colocó a sus “corcholatas”, tanto para la Presidencia de la República, como para la gubernatura de Veracruz.
Y hay una fotografía de la 112 Asamblea General Ordinaria del IMSS, que cumple a plenitud con éste dicho.
Porque además, son las palabras del presidente, del líder moral y hasta absoluto de Morena.
Esta podría ser una anodina placa de esas, muchas, que acompañan la difusión institucional de cualquier acto político.
(La foto, junto con dos imágenes más, también la puede ver en https://cutt.ly/KTL5zem )
Pero dice mucho, pero en verdad mucho, porque muestra como el presidente acomodo sus fichas rumbo al 2024.
Porque a López Obrador le gusta enviar señales sin palabras, como cacher de beisbol, que es quien le dice al picher como debe lanzar; dos dedos puestos en esta forma significan esto, pero colocados de esa otra manera, significan otra cosa.
Y eso hizo.
El presidente estuvo en la 112 Asamblea General Ordinaria del IMSS y ahí ocupó, como debe de ser, el sitio central.
Lo interesante es como acomodaron a los demás funcionarios que estuvieron en el presidium.
Y esa es una de las formas en que le gusta enviar mensajes cifrados a López Obrador, como buen admirador del beisbol.
A su derecha, en el lugar de honor, colocó a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Algo muy significativo, ¿en un evento del Seguro Social tendría ella que ocupar el lugar de honor?.
El director del IMSS, Zoe Robledo, fue puesto a la izquierda del presidente y a la izquierda de Robledo, la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, pasando hasta el tercer sitio al secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela.
El lugar de Jorge Alcocer muestra que sí hay distanciamiento entre el Jefe del Ejecutivo federal y el titular de Salud federal.
Del otro lado, a su derecha, o a la diestra de López Obrador, después de Claudia Sheinbaum, a tan sólo un lugar del ejecutivo federal, el mandatario ordenó (porque él autoriza como quedan los lugares en los eventos públicos en los que se presenta) que colocaran al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna. El “enfant terrible” oriundo de Minatitlán, que en menos de tres meses ha desplegado por Veracruz una “guerra relámpago” que sacudió de su comodidad a quienes hoy, por una parte, dicen no conocerlo y, por otra, le muestran un miedo cerval.
Pero eso no es todo lo que muestra la fotografía.
Las preferencias del presidente de la República por Gutiérrez Luna no estaría completas sin la presencia de quien hasta hace poco se consideraba la favorita para ser la candidata al gobierno del estado por Morena en el 2024, Rocío Nahle García, la secretaría de Energía del gobierno federal.
López Obrador el 5 de julio enumeró a sus “corcholatas” para la candidatura a la Presidencia de la República en el 2024, e incluyó a la zacatecana.
“Primero hay que tomar en cuenta que es el pueblo quien va a decidir, ahora del flanco progresista liberal hay muchísimos como Claudia (Sheinbaum), Marcelo (Ebrard), Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier, Rocío Nahle, bueno muchísimos, afortunadamente hay relevo generacional”, dijo entonces.
Pero en esta reveladora fotografía, de los enunciados como posibles candidatos a la Presidencia de la República por Morena, quien está cerca del presidente es Claudia Sheinbaum, no Rocío Nahle.
Y en lo referente a Veracruz, quién está cerca es Sergio Gutiérrez, no Rocío Nahle.
La secretaria de Energía, Norma Rocío Nahle García, la zacatecana que busca gobernar Veracruz, está al fondo de la imagen, sentada en segunda fila, en donde el presidente la puso como una forma de enviar sus señales de beisbol en la política; está a un lado del presidente de la Concanaco, José Héctor Tejada Shaar –que tiene un mejor lugar que el suyo-, porque está más cerca del presidente.
Pequeños detalles que sí cuentan.
La ingeniera química, tiene el rostro pétreo, adusto el gesto, el entrecejo fruncido.
Hasta parece enojada.
Es un rictus malamente contenido. Una mano sosteniendo nerviosamente a la otra.
La imagen capta el momento preciso en que mira hacia Sergio Gutiérrez, quien se ve –él sí-, quitado de la pena, a un lado de Sheinbaum.
Esto es lo que vuelve una joya a la imagen, porque capta todo el panorama político en una toma.
Muestra a Rocío Nahle con una mirada que denota… no se sabe qué.
¿Enojo?, ¿frustración?, ¿hartazgo?.
¿Qué estaba pasando por su cabeza en ese momento?.
Sabe de los emisión de signos que hace Andrés Manuel López Obrador, el político, por eso está así.
Algo pasó que la puso tan lejos del ánimo presidencial; ¿qué sería?.
Por ese alejamiento al que la sometieron, ¿se sigue sintiendo segura de ser la candidata de Morena a la gubernatura de Veracruz como hasta hace tres meses? ¿Siente en peligro la posición que creía suya e inexpugnable hasta hace poco?.
¿Será que por esa forma en que fue apartada los místicos medios del gabinete de Cuitláhuac García empiezan a revolotear queriendo figurar para ser el candidato al gobierno del estado?.
Como zopilotes saboreando…
Pero si hoy fuera la designación para la candidatura al gobierno de Veracruz, esa foto dijo más que mil palabras y muestra como estarían las preferencias de quien tiene el mayor peso en la decisión política de Morena.
El reacomodo de los místicos rumbo al 2024 se conforma y se confirma.