“La mayoría de los hombres no carecen de fuerza, sino de constancia.” – Víctor Hugo.
La muerte de nadie es algo de celebrarse, su ausencia deja un vació entre las personas que le conocieron, muchas de las veces si la partida se da en condiciones violentas, el pesar de las familias llega a ser tan grande que otros seres queridos no lo pueden soportar y parten de igual manera con ellos.
El caso del ex diputado local y actual Secretario de Asuntos Legislativos del Congreso de Veracruz, Alexis Sánchez García es uno de esos casos, en donde su muerte violenta deja una tragedia y con él partieron por arrebato de la mano humana su hijo y su esposa, pero la pena es tan grande que su madre no lo soportó, muriendo de un infarto a horas del lamentable acontecimiento.
Esta tragedia evidencia el profundo dolor que origina un corazón roto.
A pesar de ello, los que sobreviven, los que le conocieron, de alguna manera en su pena y dolor buscan recordarlo y reconfortar el espíritu de alguna manera, la realización de una misa por parte del Congreso del Estado fue una muestra fina y decorosa para recordarlo.
Al menos el presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín no salió a repetir las peroratas replicadas por los responsables de ser garantes de la seguridad, la paz y el orden social, mucho menos salió a pedir que se haga justicia, porque se entiende que esa es responsabilidad del Estado.
Si el Congreso exhibiera una llamada de esta naturaleza evidenciaría que el Estado de Derecho estaría roto en Veracruz y por ende la permanencia del Gobierno en su función no tendría sentido, pues al parecer hasta ahora, la paz y el orden si resultan trastocados pues la inseguridad continúa siendo una tarea pendiente.
Por el contrario, con este evento espiritual las y los legisladores locales -13 fueron los que acudieron-, entre ellos estuvo presente la ex diputada Erika Ayala quien asistió abrazar a sus excompañeros demostrando que el afecto y los buenos sentimientos pesan más que las desgracias.
El evento que nos dicen estuvo lleno confirma que quienes le conocieron lo recuerdan con afecto y demuestra que sus acciones y gestiones dejaron huella entre los que le conocieron.
Lamentable el observar cómo el equipo responsable de la Gobernabilidad y la Seguridad en el Estado se mantiene evasivos, para ello, qué mejor hablar de otros temas, sumamente intrascendentes porque nadie les sigue su choro.
Mientras el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos se presume como todo un Frank Poncherello enfundado en una motocicleta de alta gama de esas que no cuestan tres pesos, ni a las que accede cualquiera, con costo cercano al millón de pesos, convoca a una rodada denominada Orgullo Veracruzano, como si no se supiera que las carreteras veracruzanas son un peligro para cualquiera.
Ah, pero es que cierto, él viaja su rodada con un séquito de escoltas que le procuran que ni las moscas se le acerquen, pues así cualquiera, a costa del erario seguirán paseándose por la entidad sin vergüenza y sin tapujos, ahí que la sociedad que es la que sufre la violencia se joda, porque para eso él es el señor de Otatitlán, descendiente directo del famoso Yanga, con eso de que todo es negritud en su ser.
Al tiempo.
Twitter: @LuisBaqueiro_mx