*La mayoría de escuelas sin agua ni drenaje
*Alumnos, maestros y padres serían expuestos
¿REALMENTE HAY tanta prisa porque los niños retornen a clases presenciales después de Semana Santa o, más bien, están preparadas las escuelas de educación básica, media y media superior para recibir alumnos en plena pandemia de CoVid19 que sigue cobrando vidas? Y es que, contra lo que se diga, no es secreto que el regreso a las aulas no será seguro si los centros educativos carecen de agua con la cantidad y calidad adecuada a fin de que el alumnado pueda asearse las manos y satisfacer otras necesidades, de tal suerte que el acceso al vital liquido y al saneamiento es condición indispensable para garantizar un retorno seguro para los más de 25.4 millones de niños y niñas que se prevé se reincorporarán al ciclo escolar en próximas fechas, como pretende el Presidente Andrés Manuel López Obrador que ya da como un hecho la reapertura de escuelas en Campeche pasando la Semana Santa, decisión a la que ya se anotan Sonora y Chiapas considerando que en esos Estados se han mantenido controlados los casos de Covid19 y están en semáforo epidemiológico verde, aunque en el resto de las Entidades el Presidente desea que el regreso a los salones de clases sea antes de que termine el ciclo escolar 2020-2021, es decir antes del 9 julio, según el calendario escolar de la SEP. Pero, insistimos: ¿están preparadas las escuelas y los propios profesores, directivos y padres de familia para la reapertura; estarán seguros todos ellos cumpliendo con las medidas preventivas; hay condiciones de sanidad para que se apresure la reapertura?.
DE ACUERDO con la Comisión Nacional del Agua, 48 por ciento de las escuelas públicas carecen de drenaje en el País; 31 por ciento no cuentan con agua potable y 13 por ciento carece de sanitarios, aun cuando el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), asegura que en México sólo 62 por ciento de los planteles educativos disponen de agua todos los días de la semana. Un informe del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa refiere que 17 millones 099 mil 241 estudiantes y 761 mil 265 docentes asisten a escuelas de educación básica con ciertas carencias, siendo las zonas indígenas y las escuelas comunitarias las que presentan el rezago más grave en todos los niveles educativos. Es importante, por lo tanto, recordar la importancia estratégica del agua como recurso esencial para la higiene personal y el cuidado de la salud a fin de prevenir el contagio del Covid19, a través de mecanismos como el lavado constante de manos y el uso de gel antibacterial que, hasta antes de la pandemia era inexistente en los colegios públicos.
DEBIDO A ello, ya que no se está haciendo por parte de las autoridades de educación, de la Federación o de los Estados, es fundamental implementar acciones y mejoras físicas en las escuelas a fin de contar con un entorno seguro a través del acceso al agua potable y saneamiento, pues esas acciones se vuelven la única ruta segura en las escuelas para evitar un aumento de posibles contagios y otras enfermedades en las 232 mil escuelas del País. Es importante que padres de familia y los propios maestros y directivos, en el momento en que las autoridades indiquen el levantamiento de la Jornada Nacional de Sana Distancia y se inicie un retorno paulatino a las escuelas, vigilen que los planteles cumplan las medidas de lavado de manos, distanciamiento social y todas aquellas acciones que las propias autoridades establezcan, entre otras el uso de gel antibacterial y regular, incluso, la presencia de padres afuera de las escuelas para recoger a sus descendientes.
PERO ES claro, por lo tanto, que el acceso al agua es el factor clave para un retorno seguro a las aulas y que, sin esta condición, se pondría en situación de grave vulnerabilidad a miles de niños y niñas, así como integrantes de la comunidad escolar como directivos, docentes y padres de familia. Porque queda claro que una educación de calidad requiere espacios e infraestructura adecuada que permitan el pleno desarrollo y seguridad de las comunidades escolares, dentro de los cuales el acceso al agua ocupará siempre un rol fundamental. Y eso lo debe entender el presidente Andrés Manuel López Obrador que ya dio a conocer este martes que el plan para retomar las clases presenciales en todo el País ya está en marcha, pues se ha vacunado a los maestros de Campeche, Estado donde podrán regresar a la escuelas después de la Semana Santa, luego de que hace un año se tomó la decisión de suspender definitivamente las clases presenciales en México debido a la pandemia Covid-19. Por ello la Secretaría de Educación Pública (SEP) busca afinar la estrategia para un regreso a clases presenciales seguro, por lo que el viernes 19 de marzo será la fecha clave para definir cuándo volverán a los salones los niños de educación básica, y entre las medidas que se considerarán esenciales para tomar esa decisión está reducir el número de alumnos por cada salón, así como el uso de cubrebocas de manera obligatoria y durante toda la jornada escolar y la ventilación de las aulas, pero nada dicen de introducir a todas las escuelas el vital líquido como elementos esencial para contener el CoVid19.
PORQUE A pesar de que el Presidente López Obrador tenga otros datos, en México 2 de cada 10 estudiantes de preescolar, primaria y secundaria no cuentan con servicios básicos en sus escuelas, como electricidad, agua, drenaje, sanitarios y bebederos, mientras alrededor de 16 por ciento no tiene mobiliario básico para tomar clases como pizarrones, pupitres o mesabancos. De acuerdo con el Estudio Diagnóstico del Derecho a la Educación que elaboró el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), de las 226 mil 188 escuelas que reportó la Secretaría de Educación Pública, 2.2 por ciento no cuentan con suministro de agua de ninguna fuente, y 47 por ciento no cuenta con el suministro mediante la red pública, mientras que 67 por ciento no tienen drenaje. Paralelamente, en tres de cada diez escuelas no hay baño ni luz, y 80 por ciento de ellas no tiene bebederos.
EN SUMA, una quinta parte de los alumnos que asisten a educación básica enfrentan problemas de disponibilidad de infraestructura al no contar con servicios básicos en sus escuelas y, una sexta parte, al no tener mobiliario básico. En el caso de Educación Media Superior (EMS), 28 por ciento de los planteles no cuentan con agua todos los días, 2 por ciento no cuenta con energía eléctrica y a 69 por ciento le faltan muebles en al menos una de las aulas, situación a la que se suman brechas en el acceso a los servicios de educación; por ejemplo: Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz presentan los menores niveles de acceso a la educación. Ciudad de México, Nuevo León, Coahuila, Sonora y Estado de México registran los menores porcentajes de población en condición de rezago educativo.
Chiapas es el estado con menor escolaridad media registrada, al llegar a 7.29 años, lo que equivale a no terminar el segundo año de secundaria. Y uno se pregunta: ¿con semejantes carencias que no han sido subsanadas pese al CoVid19, es seguro el regreso a clases presenciales?. OPINA [email protected]