Quién cuidará a niños mientras padres laboran

*Escuelas saqueadas ante ausencia de directivos

*El Gobierno pensó en sí, pero no en los tutores

 

YA ESTÁ definido que jóvenes y adolescentes de educación básica –así como de educación media y media superior- regresarán a clases el próximo 24 de Agosto vía internet, radio o televisión, esto es, a distancia, pero nada se ha dicho si lo mismo ocurrirá con sus padres, sobre todo aquellos que son monoparentales –papa o mamá- y que no tienen quién les cuide a sus descendientes. Nada se ha mencionado si los hijos de esas familias se quedarán solos en casa al tener que acudir sus padres a laborar, así como tampoco cuando se trata de dos o tres hijos con una sola televisión y carentes de otros medios para darle seguimiento a sus estudios, porque para el Gobierno Federal –y de los Estados- es muy fácil decidir sin planeación, sin tomar en cuenta a las familias y profesores y decidir desde la cúpula sin considerar a nadie, y mucho menos gastar en lo más mínimo para acercar los insumos al alumnado y tutores. Porque muchos padres con hijos solían dejarlos en escuelas de tiempo completo, esto es, aquellas que extienden la jornada escolar para ampliar las oportunidades de aprendizajes de niñas, niños y adolescentes con la finalidad de mejorar los resultados educativos, fortalecer el desarrollo del currículo, propiciar el logro de aprendizajes mediante una estrategia pedagógica para mejorar la calidad de la educación pero, también, en apoyo  a los padres que trabajan. Y es que en esas escuelas ubicadas en casi 500 municipios del país donde opera la Cruzada Nacional contra el Hambre y el Programa Nacional para la Prevención del Delito, a las niñas y niños se les proporcionaba alimentos nutritivos. Cada plantel que brinda alimentación cuenta con un Comité integrado por las familias de los alumnos que, de manera voluntaria apoyan diariamente a ese servicio, contribuyendo al desarrollo de las actividades de la escuela bajo la supervisión del coordinador del servicio de alimentación en cada escuela.

 

COMO BIEN se sabe, en México el Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC) inició en 2007 en 441 escuelas de educación básica, y hoy en día cuenta con 25 mil 134 establecimientos escolares incorporados en el país. Este modelo busca mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, al tiempo que promueve la autonomía de la gestión escolar, es decir, permite que las escuelas decidan cómo utilizar el tiempo adicional dentro de ciertos parámetros fijados por la autoridad educativa. De igual manera, la Secretaría de Educación Pública (SEP) pone a su disposición materiales educativos, secuencias didácticas y asistencia técnica para hacer un uso efectivo de horas adicionales en el aula pero, además de aprovechar el tiempo académico, lo que se busca es rescatar la importancia de la nutrición, asegurándonos que los alumnos tengan alimento en el tiempo que pasan en la escuela y apoyando a que las madres de familia puedan trabajar para sostener la situación económica en casa.

 

PERO CON la educación a distancia y los padres retornando a sus labores en muchos casos, ni hay escuelas de tiempo completo, ni alimentos para fortalecer la nutrición de los alumnos y, mucho menos se ayudará a los padres, especialmente a las madres que estarán en un dilema: quedarse en casa y apoyar a sus hijos pero, ¿Quién mantendrá el hogar?, o salir a laborar y dejar solos a sus hijos pero, ¿Quién los cuidará en ausencia? Aunque, también hay otras disyuntivas: si en casa solo hay un televisor pero son dos o tres hijos en educación básica en distintos grados, como le harán para tomar sus clases sin afectarse entre sí.

 

POR LO pronto, el Congreso de la Unión pidió a las secretarías del Trabajo y Previsión Social (STPS) y de Educación Pública (SEP) crear lineamientos claros, con recomendaciones y hábitos que deberán seguir patrones y trabajadores para armonizar sus responsabilidades laborales y la atención de los hijos que iniciarán el ciclo escolar a distancia, y en ese tenor, Senadores y Diputados Federales que integran la Comisión Permanente exhortaron a las autoridades laborales y educativas a diseñar y difundir protocolos para regular el trabajo remoto. Estas reglas permitirán a trabajadores y patrones acordar “los tiempos y mecanismos de trabajo, a fin de poder conciliar con adaptabilidad y empatía la responsabilidad de la crianza, la educación en línea de los menores y el cuidado del hogar, con sus actividades laborales”. Y es que la pandemia plantea un desafío para la fuerza laboral, la combinación de la jornada de trabajo en casa y el tiempo dedicado a la educación de los hijos que continuarán en clases a partir del cierre de escuelas y la implementación de herramientas para el aprendizaje desde el hogar, las cuales no sólo requieren de la participación docente, también la de los padres. Por ello, resulta importante se cuente con los mecanismos necesarios para que las madres y padres de familia puedan acordar con los empleadores los tiempos laborales que les permitan tener una mayor flexibilidad en el trabajo, a fin de que puedan apoyar a sus hijas e hijos en el avance de su educación.

 

POR SI fuera poco, ante la ausencia de directivos, profesores y personal de apoyo, varias escuelas han sido víctimas de asaltos o robos, y en muchos casos las pérdidas son cuantiosas al llevarse delincuentes televisores, proyectores, copiadoras y todo cuanto de valor han encontrado, lo que constituye severas afectaciones a sociedades de padres de familias y profesores que con muchos esfuerzos han adquirido esos beneficios, ya que ni la SEP ni la SEV en Veracruz les han regalado nada. Todo es producto de rifas, de venta de alimentos e, incluso de comida chatarra y bebidas edulcoradas. Lo graves es que ni los gobiernos estatales ni municipales hacen nada por colocar guardias en los abandonados colegios, dejándolos a merced de una delincuencia que no respeta a nadie.

 

MIENTRAS TANTO, el Congreso de la Unión exhorta a la autoridad laboral, de salud y de las entidades federativas a fortalecer la nueva cultura de trabajo a distancia, garantizando los derechos laborales, así como la capacitación y formación de los trabajadores en habilidades digitales para que estén más cerca de los hijos. Los legisladores consideran que el uso intensivo del home office es una oportunidad para que la fuerza laboral mexicana desarrolle competencias digitales, pues a medida que avanza la transformación digital, es más difícil para las empresas encontrar perfiles adecuados. Y es que en México a partir de la Pandemia cambiaron hasta los mecanismos de la producción y formación de futuros ciudadanos,  y en ese contexto deben apegarse a una realidad cada vez complicada. Así de simple. OPINA [email protected]