“Nuestras buenas y nuestras malas acciones nos siguen como una sombra.” – Proverbio hindú.
¡Cuando en 1966 el escritor norteamericano Harry Harrison presentó al mundo su novela Make Room! Make Room! que en español se tradujo como ¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio! que explora las consecuencias sociales del crecimiento desmedido de la población, nadie imaginó que sus aseveraciones llegarían a convertirse en una dramática realidad.
Aun cuando en 1973, la obra fue llevada al cine de la mano del director Richard Fleischer, bajo el título de Soylent Green que en castellano conocemos como “Cuando el destino nos alcance” con las actuaciones estelares de Charlton Heston, Edward G. Robinson y Leigh Taylor-Young pudimos comprender quizá a mayor profundidad la crisis global que se avecinaba.
Convertida en película de culto para los cinéfilos, la obra recreada en el Nueva York del año 2022, planteaba la problemática que el autor visualizaba al riesgo de la industrialización del siglo XX, en la que el hacinamiento, la contaminación y el calentamiento global causante del efecto invernadero provocan un desastre ecológico en todo el planeta Tierra.
El punto extremo de la obra, se da cuando el detective descubre que la población de edad avanzada está siendo procesada como alimento para la saturada población que ha acabado sistemáticamente con los recursos naturales.
Bajo esta introducción he querido referirme a la problemática que ya enfrentamos en México y especialmente en algunas regiones del Estado de Veracruz, como lo es el abastecimiento de agua y su escasez.
Aun cuando estamos inmersos en la campaña electoral más importante de la historia reciente, los candidatos y partidos políticos concursantes, poco han hablado de la problemática.
La cruel realidad nos golpea al enterarnos que por ejemplo en la Ciudad de México, la contaminación de los pozos artesianos que abastecen de agua a colonias céntricas de la ciudad están contaminadas al punto de convertir ya el problema en asunto de salud pública.
En Veracruz enterarse que la última fuente de agua dulce del Pico de Orizaba, el Glaciar Jamapa, ya tiene fecha de caducidad –por decirlo de algún modo- es verdaderamente espeluznante, pues expertos afirman que en siete años habrá de devenir su extinción. https://www.avcnoticias.com.mx/noticias-veracruz/centro/353430/extinci-in-del-glaciar-jamapa-en-el-pico-de-orizaba-ser-o-en-siete-a-os-especialistas.html
Provocando que la zona centro del estado y la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río se quede sin la fuente de abastecimiento del vital líquido.
En Xalapa, recientemente el robo de agua –en áreas naturales protegidas- para su comercialización mediante pipas ha dado como resultado la detención de al menos tres operadores de unidades que de manera sistemática han hecho el saqueo de este recurso hídrico. https://www.alcalorpolitico.com/informacion/detienen-a-tres-piperos-por-robar-agua-de-rio-en-el-castillo-404835.html
Autoridades de la Congregación El Castillo han denunciado los hechos, afirmando que estos sujetos extraen hasta 10 mil litros de agua de la Laguna, para comercializar de manera irregular en colonias de Xalapa.
La falta de planeación, inversión en infraestructura, modelos de captación de agua pluvial, proyectos de reforestación, y demás temas intrínsecos al problema se convierten en temas prioritarios de la agenda política de las y los candidatos.
Urge conocer los planes y acciones para garantizar el abasto y subsistencia de las comunidades veracruzanas, pues el tema de la falta y abastecimiento del vital líquido es una verdadera bomba de tiempo para los gobiernos en todos los niveles.
¿Quién atenderá el tema del agua? Es la pregunta, pues mientras dependencias como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Comisión del Agua del Estado de Veracruz, (CAEV) y en Xalapa, la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Xalapa (CMAS) no den respuestas y soluciones, la sociedad comenzará lentamente a sucumbir, así como sucumbieron todas las grandes civilizaciones de la humanidad.
Al tiempo.
Twitter: @LuisBaqueiro_mx