*AMLO cayo en su trampa y vuelve mártir a Piña que lo reta
*Morena solo obtuvo 36 millones de votos de 97 millones
TIENE RAZÓN el Presidente Andrés Manuel López Obrador cuando asegura que su triunfo –como mandatario e, indiscutiblemente, líder moral de una gran porción del País-, se debe a los, ahora, opositores que durante muchos años quisieron atajarlo con discursos demoledores cuando fueron gobierno, los que a fuerza de ser repetitivos y cada vez más ásperos le fueron convirtiendo en una especie de mártir a quien los “descamisados” decidieron apoyar cansados de promesas vanas sexenales. Pero como dicen que nadie aprende en cabeza ajena, AMLO no ha sido la excepción, y a base de un golpeteo severo ha logrado en poco tiempo colocar como una auténtica líder (casi mártir), a una mujer que hasta hace poco era una discreta empleada del Poder Judicial Federal hasta convertirse en magistrada Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y ahora en una auténtica lidereza que encabeza una lucha por la permanencia de una institución que el poder abrumador de la Cuarta Transformación desea aniquilar para convertirla en una instancia a modo del Ejecutivo. En efecto, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández se había mantenido ajena al movimiento que defiende a esa instancia de poder pero, finalmente acudió a la Cámara de Diputados para apoyar a trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) que mantienen bloqueados los accesos como protesta contra la reforma, y cuando en Palacio Nacional esperaban que la apabullaran con ofensas y rechazos, quienes en ese sitio permanecen la vitorearon, abrazaron e hicieron filas para tomarse una fotografía con ella, al tiempo que le exigían no bajar la guardia en la lucha que ha emprendido, y alentada por las muestras de apoyo, fue clara al sentenciar que la reforma al Poder Judicial de la Federación no pasará, acaso contagiada por la algarabía que a su paso repetía: “¡El Poder Judicial no va a caer, no va a caer!”. En ese tenor, Piña se unió a las protestas que ya suman más de dos semanas, en medio de la decisión de la ministra que, el jueves sometió a discusión si la Suprema Corte podría suspender el procedimiento de discusión de la reforma en el Congreso que impulsa la elección de jueces por voto popular.
Y AUNQUE el presidente Andrés Manuel López Obrador ya salió a encarar a la ministra, argumentando que no existe fundamento legal ni constitucional para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) detenga el proceso legislativo para la discusión y, en su caso, aprobación, de la reforma, lo cierto es que los amparos no cesan, y Norma Piña, alentada por el respaldo, reto a AMLO mediante un mensaje en la red socia X: “@NormaPinaH. Presidente
@lopezobrador_le invito a dialogar frente a frente sobre la reforma al Poder Judicial”, y por supuesto el mandatario no aceptará porque sabe que la jurisconsulta podría vapulearlo. AMLO dice, por el contrario, que sería una arbitrariedad detener la aprobación en la cámara alta o en la propia corte, “pues ese proceso, de acuerdo con la Constitución, corresponde al Ejecutivo y al Legislativo. Siento que no tienen fundamento legal, sería una aberración y una violación flagrante a la Constitución el que se detenga el proceso de análisis, discusión y, en su caso, aprobación de la reforma constitucional dedicada al Poder Judicial”. Pero Piña Hernández ya no está sola, tiene el respaldo de estudiantes no solo de derecho sino de distintas carreras y universidades, de madres buscadoras, mujeres que nunca fueron atendidas por el Ejecutivo Federal, de padres de los 43 de Ayotzinapa que una y otra vez fueron usados y engañados, de empresarios de todos los niveles, de la oposición, del clero, de propietarios de bienes inmuebles que temen expropiaciones, y de una gran parte de la sociedad que no desea que México dé el paso hacia un régimen comunista y trasnochado que solo acarrea pobreza, atraso y subdesarrollo, y ahí están los ejemplos de Cuba, Nicaragua y Venezuela por solo citar algunos países de América, por más que AMLO insista en que, si la SCJN frena la reforma, “sería una arbitrariedad y esto afectaría la vida pública, afectaría desde luego lo que debe ser un auténtico estado de derecho, sería como optar por la ley de la selva, terminar de dejar de manifiesto que no les importa la democracia, ni la justicia, que solamente están pensando en sus intereses, en sus privilegios y que son partidarios de la corrupción abiertamente”.
Y ES el Presidente Andrés Manuel López Obrador se acredita tener a la mayoría de los mexicanos que lo respalda para revolcar y hacer a modo la Constitución, y en ese tenor, habla del respaldo de todos, cuando ya hubo quienes sacaron cuentas y no les falta razón, porque lea usted: de 97 millones 329 mil 591 personas que pudieron votar en las elecciones de 2024, solo lo hicieron 60 millones 115 mil 184 ciudadanos que representan el 61.76% del total del padrón, y por Claudia Sheinbaum de Morena sufragaron 35 millones 924 mil 519 que representa el 59.75 por ciento de la votación, pero esos votos solo corresponden al 37.68 por ciento del Padrón Electoral. En ese sentido, los acuciosos analistas se preguntan, ¿cómo es posible que MORENA con solo el 37.68 por ciento de votantes, hoy quiera decidir por 97 millones 329 mil 591 mexicanos, el destino del país. Y es que AMLO y Claudia solo representan a 36 millones que los votaron, y no a los a más de 62 millones que no votaron o lo hicieron en contra. La oposición refiere que, Andrés Manuel nunca dijo que pensaba desaparecer al Poder Judicial, si, desde su púlpito mañanero se llenaba la boca denostando, consultando y enjuiciando a los magistrados del Consejo de la Judicatura que no fallaban (emitían fallos) a favor de sus iniciativas y las de su Cámara de Diputados; contra jueces que a su juicio eran corruptos por proteger los derechos de personas ante impugnaciones de los cuerpos ministeriales.
Los enjuicio desde el púlpito mañanero, sin llevarlos a juicio, sin demandar uno solo de los actos de corrupción de los que, los acusaba, y vaya que pudo hacerlo, pero AMLO ya seguía su plan de mandar al diablo las instituciones. Solo basta un ejemplo, la semana por terminar, los diputados de MoReNa siguiendo, seguramente, órdenes de palacio, iniciaron el procedimiento de juicio político, en contra de dos jueces que se atrevieron -¿Corruptamente?-, a ordenar la suspención del procedimiento de reforma para eliminar al Poder Judicial.
Y CONCLUYEN: -Porque AMLO en 2070 días de mandato no demandó cárcel y juicio político contra los jueces que el enjuiciaba de corruptos, y en un día de la semana ordenó enjuiciar políticamente a dos jueces que actuaron en contra de una de sus 29 iniciativas, para terminar de destruir a México. Por ello la demanda es no apoyar a los senadores que pueden frenar esa afrenta contra nuestro país y nuestros derechos, y en ese tenor se menciona a Miguel Ángel Yunes Márquez, del PAN, que a la fecha no ha declarado abiertamente que votará en contra, como el futuro Judas que se “sacrificará” con tal de que su hermano Fernando rinda protesta como diputado local, su esposa no sea investigada como alcaldesa de Veracruz y su padre perdonado. Pero si se aprueba la reforma, dicen, “prepárate para la barbarie que vendrá. Ejército y policía militarizada, jueces populares y Congreso y Ejecutivo, dependiendo de un solo mandatario, significan la muerte de la democracia en México”. Así las cosas. OPINA [email protected]