“Vale más fracasar honradamente que triunfar debido a un fraude.” – Sófocles.
Dentro de las actividades comerciales en las que el ciudadano por lo regular lleva las de perder tiene que ver con la venta de gasolinas.
Una constante en el comercio de combustibles se basa en el uso de una práctica desleal como lo es venderle litros incompletos en el mejor de los casos, hasta inclusive venderle agua por gasolina a algunos usuarios.
El último bastión a donde los ciudadanos podían recurrir se encontraba en la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), quien se erigía como garante del respeto a los derechos de los consumidores finales de productos y servicios en nuestro país.
Por desgracia la llegada de la 4T fue suficiente para desmantelar muchas de las estructuras institucionales que el Estado Mexicano habría construido en al menos los últimos cinco lustros.
Así el gobierno del presidente López Obrador bajo el ardid de implementar una austeridad republicana, ordenó el cierre de cientos de oficinas de la Profeco a lo largo y ancho del país, dejando en la indefensión a los consumidores –aun cuando aludan lo contrario-.
La medida implementada desde el comienzo del gobierno federal para dar seguimiento al precio de los combustibles, la cual ha sido una constante positiva de la que también hay que hablar, limitó las gestiones de muchos consumidores ante una sola oficina de la Profeco por Estado.
La encomienda por obvias razones está en manos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), misma que encabeza el ex aspirante al gobierno de Guanajuato, Francisco Ricardo Sheffield Padilla.
Quien ha mantenido un férreo monitoreo sobre el que quizá sea el principal factor que detone el alza de los precios en toda la economía, como lo es el valor de la gasolina.
Y es que, si visualizamos que por cada incremento en el litro de gasolina o diésel repercute en el alza de los demás precios, especialmente en los de la canasta básica, la medida de monitoreo ha evitado por mucho el incremento de precios, el acaparamiento de artículos y demás prácticas irregulares que afecten la economía nacional.
Tuve oportunidad de conversar en entrevista con el titular de la Profeco, Francisco Ricardo Sheffield Padilla, ahí el funcionario federal fue claro y preciso. https://eldemocrata.com/registra-profeco-solo-310-denuncias-de-consumidores-veracruzanos/
La intención de la Profeco no es recaudar multas, ni sancionar a los comercios, pero si mediar para que los consumidores finales reciban lo justo por la contra prestación brindada.
Sheffield Padilla precisó que tan solo en Xalapa se han recibido 161 denuncias por malas prácticas de gasolineras, 61 en el Puerto de Veracruz, 38 denuncias en Coatzacoalcos, 30 denuncias en Poza Rica.
De todas estas, las que han terminado en sanciones por no dar litros completos han sido dos gasolineras en el puerto de Veracruz, a las que incluso se les encontraron programas y software para dar litros incompletos.
Así también detalló que fueron sancionadas dos gasolineras en Ignacio de la Llave y otras dos en Poza Rica por las mismas prácticas, a pesar de ello, no ocupa la entidad los volúmenes de casos que entidades como Jalisco, Guanajuato y Estado de México, que son las punteras en el número de sanciones por robarle a los consumidores finales.
El funcionario federal refirió que incluso en estos casos se han interpuesto ya denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) por malas prácticas.
Dichas declaraciones se suman a las anunciadas por el mismo Procurador Federal en la más reciente conferencia matutina del presidente López Obrador del pasado lunes 21 de septiembre en donde confirmó sobre el hallazgo de “alteradores” o componentes ajenos en las 12 bombas con las que cuenta una gasolinera en el municipio de Tihuatlán, Veracruz. https://hojaderutadigital.mx/encuentra-profeco-12-alteradores-de-combustible-en-gasolinera-de-tihuatlan-veracruz/
El responsable de la Profeco aseguró que personal de la dependencia ya dio vista a la Fiscalía General de la República de la situación detectada en la estación de servicio con número de permiso PL/10805/EXP/ES/2015.
Indicó que el hallazgo se dio como resultado de una visita de verificación realizada el pasado 9 de septiembre, tras una denuncia hecha mediante la aplicación Litro por Litro.
Esos componentes, que podrían reducir el volumen de combustible despachado, fueron encontrados en el “pulsador” localizado a la altura de las mangueras. Por ello, se colocaron sellos con la leyenda de inmovilizado en esas bombas.
Así queda confirmado que la Profeco continuará a la caza de los malos gasolineros que en la entidad parecieran no ser muchos, pero que como “chingan” diría el resabio popular.
Al tiempo.
Twitter: @LuisBaqueiro_mx