“Piensa mal y acertarás”
Por Francisco Berlín Valenzuela*
Recientemente leí el artículo: “Mal pensados para pensar bien”, escrito por el Profesor José Enebral Fernández en el año 2011. El autor comienza con una cita del psicólogo Howard Gardner, quien recibiera el Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales en ese año, en la cual exhortaba a los ciudadanos a ejercer la visión crítica para llegar a la verdad, sosteniendo -según el periódico El Mundo- que “El ciudadano tiene que trabajar duro por la verdad porque nadie se la va dar”. Su pensamiento partía de la base de considerar la enorme información que rodea al hombre de nuestro tiempo que debe procesarla a través de reflexiones críticas para poder distinguir cuál es la dosis de verdad que contiene y cuando está impregnada de datos falsos y tendenciosos.
De ahí el título de este artículo de que para encontrar la verdad y actuar bien debemos partir de un estado mental en el que siendo mal pensados estemos en alerta sobre todo lo que leemos, escuchamos o vemos en los medios de comunicación. En otras palabras, debemos ser mal pensados para no equivocarnos en nuestras apreciaciones.
Me parece que le asiste la razón a este destacado profesor de Harvard, Howard Gardner, porque en la Sociedad de la Información que vivimos, resultado de los múltiples avances tecnológicos en el campo de la informática –fundamentalmente-, el cerebro humano es constantemente bombardeado por una gran cantidad de conocimientos impulsado por su necesidad de saber. Si a esto se agrega el sin fin de declaraciones, notas periodísticas, editoriales, declaraciones, encuestas, datos estadísticos etc. el panorama para el hombre de la calle se complica inconmensurablemente. En estas condiciones tiene que procesar numerosos datos que le vienen del exterior, los cuales, muchas veces están alejados de la verdad y de la realidad circundante.
Esto es así, porque en la realidad de las relaciones que se producen en la vida social, los hombres pretenden ocultar sus verdaderas intenciones, valiéndose del engaño, la mentira, la simulación, la manipulación, con el propósito de someter a los demás a sus ocultos intereses y apetitos de poder.
Si bien son manifiestos los riesgos de las intenciones de quienes pretenden ejercer dominio sobre los integrantes de las sociedades y las naciones, debe tenerse presente que la mejor manera de sortearlos es poseer pensamientos reflexivos-críticos a fin de distinguir las verdaderas intenciones de quienes emiten la información con la idea de saber evaluarla e interpretarla, antes de llevarla a la esfera individual y colectiva.
El pensador crítico tiene que estar siempre alerta, procurando reunir las numerosas cualidades que han sido señaladas, en el párrafo publicado en el The American Philosophical Association Delphi Report de 1990, que dice: “El pensador critico ideal es habitualmente inquisitivo, bien informado, de raciocinio confiable, de mente abierta, flexible, justo en sus evaluaciones, honesto en reconocer sus prejuicios, prudente para emitir juicios, dispuesto a reconsiderar las cosas, claro con respecto a los problemas, ordenado en materias complejas, diligente en la búsqueda de información relevante, razonable en la selección de criterios, enfocado en investigar, y persistente en la búsqueda de resultados que sean tan precisos como el tema/materia y las circunstancias que la investigación lo permita”.
Me parece acertado el comentario de este artículo en el sentido de que en general las universidades y centros educativos de todo el mundo, tienen que estimular en los profesores y estudiantes el desarrollo de un pensamiento crítico que perfeccione sus habilidades en el camino del conocimiento y de la búsqueda de la verdad.
Para el logro de este importante cometido se tienen que robustecer los elementos relacionados a: “la toma de conciencia de los modelos mentales, a la adecuada interpretación de la información, al análisis de la argumentación y la detección de vacíos, al examen de las inferencias contenidas, a la evaluación (del lenguaje) de nivel persuasivo, a la indagación debidamente orientada, al contraste y aseguramiento de los detalles fundamentales….”
Al estar terminando estas reflexiones sobre el pensamiento crítico, me vino a la mente el grave daño que pueden causar la manipulación de determinados hechos hasta el punto de generar confusión y derivar en conclusiones infamantes capaces de echar por tierra el mejor de los propósitos y acabar de un plumazo con la organización y el resultado de largos años de trabajo individual y colectivo.
Un ejemplo de tal situación lo pude constatar el pasado jueves al estar observando un programa de televisión en el canal de “Milenio”, en el cual el periodista Carlos Marín entrevistaba al Licenciado Fernando Landeros, Vicepresidente de televisa encargado de la realización de los”TELETONES”, que anualmente se han venido llevando a cabo en el mes de diciembre, con la finalidad de reunir fondos suficientes para atender a los miles de discapacitados que existen en el país y a los niños que padecen de la terrible enfermedad del cáncer.
Gracias a esta acción llevada a cabo por la Compañía Televisa, en colaboración con todos los sectores de México, ha sido posible construir 22 Centros de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) en los cuales se han rehabilitado ya miles de compatriotas nuestros que vienen sufriendo diversas formas de discapacidad o de severos padecimientos que se atienden en esos Centros.
En algún momento y desde intereses soterrados se empezó a generar el rumor de que tras la altruista labor de Fernando Landeros y de Televisa existía un fin perverso para apropiarse de recursos desviados de compromisos fiscales, o bien que el trabajo por ellos realizados no se justificaba porque estaban supliendo lo que debería de ser una obligación del Estado. Como resultado de estas calumnias el extraordinario proyecto de los Centros de Rehabilitación Infantil Teletón, ha comenzado a afrontar verdaderos desafíos. Por lo pronto, la intriga ya logró corroer parte de la confianza ciudadana y los fondos obtenidos no han resultado suficientes para mantener su operatividad. Así se han tenido que despedir a 700 personas que con las más diversas ocupaciones hacen posible funcionar el día a día de tan nobles instituciones. Habrá que imprimir una buena dosis de argumentación para recuperar lo que ya se había alcanzado. Pero éste caso, es un claro ejemplo de lo que puede significar la mala fe, la envidia y el deseo de causar daño.
Como colofón, también creo que las ideas de este artículo son de suma importancia para el desarrollo de un pensamiento crítico en el campo de la política, ya que las relaciones entre gobernantes y gobernados no siempre son de lo más transparentes y confiables, pues los que están colocados en los cargos directivos de las sociedades, la mayor parte de las veces ejercen el poder a través de manipulaciones, ocultamientos, control de los medios de comunicación y malas intenciones, para lo cual hay que poseer un espíritu crítico, capaz de evidenciar actitudes engañosas.
*Analista Político, Catedrático Universitario. Autor de libros sobre Derecho Electoral y Derecho Parlamentario. Receptor de la Medalla al Mérito Jurídico, otorgada por el H. Ayuntamiento de Xalapa, Ver.