Otra cortina de humo para ocultar atrocidades

*Liberarán a presos de alto riesgo sin sentencia

*Justifican indolencia en medicinas con Pegazo

 

Y MIENTRAS se siguen colocando “cortinas de humo” para que la sociedad no se aterrorice con la excesiva violencia que en dos años y ocho meses del actual Gobierno Federal, ya rebasa la cifras de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en igual temporalidad, al mismo tiempo que se busca disfrazar las masacres en el norte, centro  sur del País, y el surgimiento de autodefensas en Chiapas, la administración Amlista sigue explotando el tema de los 31 contratos para espiar con Pegasus que se firmaron en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, y en el colmo de justificar la indolencia en la adquisición de medicamentos para niños con cáncer, retrovirales contra VIH/Sida o vectores contra el Dengue, ahora el Presidente argumenta que cuantiosos recursos originalmente destinados para la compra de medicamentos, el mantenimiento de equipos contra incendio en instalaciones estratégicas y la adquisición de uniformes y calzado para policías, fueron desviados por los gobiernos de Calderón y Peña Nieto para ocultar el financiamiento utilizado en el sistema de espionaje Pegasus, esto de acuerdo a los contratos dados a conocer por la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), algo que no subsana las evidentes necesidades que en la materia se sigue viviendo, y que han costado cientos de vida de menores ante la ausencia de inmunizaciones, aun cuando la administración sigue engañando a los padres que en reciprocidad, se manifiestan frente a Palacio Nacional o en los Estados.

 

PERO NO es la única cortina de humo de la Federación para desviar la atención de los Gobernados de los grandes conflictos que nos agravian, y en ese tenor, ahora el Presidente Andrés Manuel López Obrador se sacó de la manga el dejar en libertad 1.-A todos los no sentenciados del fuero federal, con más de 10 años encarcelados (y ojala no se arrepienta el titular del Ejecutivo Federal, ya que en esa condición se encuentra la mayoría de los capos o cabezas de la delincuencia organizada, como fue el caso de Joaquín Guzmán Loera y otros, como Héctor Luis Palma Salazar a quien nunca le dictaron sentencia). 2.-Todos los adultos mayores de 75 años que estén en la cárcel, del fuero federal y que no haya cometido delitos de sangre, van a ser liberados (¿aunque hayan cometido secuestros, violaciones, asaltos bancarios o delitos contra la salud?). 3.-Los adultos mayores de 65 años, con enfermedades crónicas, que estén en la cárcel y que no hayan cometido delitos graves, van a ser liberados (sin duda, es lo más aceptable por parte del Presidente, aunque deben ser males realmente de alto riesgo, y no darles la libertad solo por ahorrarse los gastos médicos que implica tenerlos en prisión) y, 4-Todo interno que haya sido torturado durante el proceso de detención, va a ser liberado (aunque, a decir verdad, tendría que demostrarse y no solo porque lo dice el procesado. Ahora que si se trata de torturas en detención y confesión de un delito, saldría el 95 por ciento de los reclusos). Por lo pronto, López Obrador demanda al poder judicial atender el hecho de que hay casi 100 mil ciudadanos que están en las prisiones y que no han recibido sentencia. Aunque no son todos ellos los que entrarían en este decreto cuyo plazo para cumplir será el 15 de septiembre de este año.

 

Y MIENTRAS las cortinas de humo o cajas chinas siguen a la orden del día, los homicidios en México no cesan, a tal grado que en los primeros dos años de AMLO esos ilícitos son 70 por ciento mayor a los registrados en el mismo lapso del gobierno de Enrique Peña Nieto. Y como muestra van algunos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía: solo en 2020, el número de homicidios en México ascendió a 36 mil 579 casos, por lo que, en los primeros dos años del presente sexenio se acumularon un total de 73 mil 240 asesinatos, cifra 70 por ciento superior a la registrada en los primeros dos años de la administración de Enrique Peña Nieto, y constituyéndose en la más alta para dicho periodo desde el gobierno de Ernesto Zedillo, de acuerdo con datos del Inegi. Con ese resultado, la tasa de homicidios se mantiene en 29 casos por cada 100 mil habitantes a escala nacional, dato que es igual al que se reportó en 2018 y 2019, y también es el más alto desde que inició el registro de estos incidentes, en 1990. Pero la tasa de homicidios en México es cinco veces más alta que la registrada mundialmente (5.8) y casi el doble de la reportada en América (15.9), de acuerdo con el Estudio Mundial sobre Homicidio 2019, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés). En México, la tasa de homicidios está altamente relacionada con el crimen organizado, pues la inestabilidad entre cárteles ha aumentado la violencia en México. Los grupos que eran considerados dominantes se han fragmentado y esto ha provocado una lucha de poder y de control de terreno, y eso es lo que el Gobierno de AMLO trata de ocultar, hechos que en gran medida sin producto de su errática propuesta de abrazos y no balazos, y ahora solo falta que a los liberados los incluya en el programa 65 y más, les de su pensión y los inscriba en el Padrón Electoral.

 

PERO LA cosa no para ahí. Por género, 88 por ciento de los asesinatos el año pasado correspondió a hombres, con 32 mil 147 casos, cifra 1.2 por ciento inferior a la reportada un año antes, mientras que los homicidios de mujeres ascendieron a 3 mil 147, monto 1.5 por ciento mayor a los registrados en 2019, lo que indica que en México van en aumento los crímenes cometidos contra féminas o feminicidios. Los  estados con mayor número de homicidios el año pasado fueron Guanajuato, con 3 mil 974; Estado de México, con 3 mil 237; Chihuahua, 2 mil 935; Baja California, 2 mil 811; Jalisco, 2 mil 495, y Michoacán, con 2 mil 448. En proporción al número de la población, 10 entidades se ubicaron por arriba de la media nacional, entre las que destacan Colima y Chihuahua, con 92 homicidios por cada 100 mil habitantes; Guanajuato, 87; Baja California, 78; Zacatecas, 76; Guerrero, 53, así como Morelos y Michoacán, ambos con 50 casos. Las principales causas de los homicidios el año pasado, de acuerdo con los registros de defunción, fueron agresión con disparo de armas de fuego, incluidas armas cortas o largas, con 25 mil 178 casos y 69 por ciento del total. Le siguieron la agresión con objeto cortante, con 3 mil 645 asesinatos, y el ahorcamiento, con 2 mil 847 casos

 

EN FIN, la realidad no puede ocultarse, por más que las mañaneras sigan siendo un mecanismo que más que informar con exactitud, trate de tapar los acontecimientos que agravian a los mexicanos, y Veracruz es uno de los Estados donde más se mata mujeres y se secuestra, como ha quedado de manifiesto con los hechos más recientes, con una abogada y su cliente desaparecidos en Orizaba, la Presidenta del Club de Leones asesinada brutalmente en su domicilio o el atentado contra el subprocurador Estatal de Medio Ambiente, Ernesto Cuevas Hernández, conocido como “El Gallo Bolo” por solo mencionar los más recientes, pues a decir verdad, son muchos, muchísimos mas. OPINA [email protected]