*Hay en Veracruz delincuencia organizada y autorizada
*El recibimiento a Del Río despierta escozor en Veracruz
LO DICHO por José Manuel del Río Virgen en torno a su futuro parecería un mal chiste, pero la realidad es que tiene razón cuando pide que no lo candidateen para la Gubernatura del Estado abanderado por Movimiento Ciudadano o una coalición de partidos en 2024, “porque me van a meter un balazo”. Y no es broma, ya que en Veracruz hay tres mafias: la delincuencia organizada (metida hasta los sótanos en algunos ayuntamientos y oficinas gubernamentales), la autorizada (que son los ladronzuelos, asaltantes utilizados en muchas “chambas”, y hasta políticos con negocios subrepticios) y la oficializada que desde el poder, abiertamente, decide en torno al destino de muchas personas, como fue el caso del Secretario Técnico del Senado de la República, a quien, tácitamente mantuvieron secuestrado seis meses en Pacho Viejo, hasta que magistrados Federales revisaron su caso y decidieron que no había pruebas para retenerlo privado de la libertad, porque la Fiscalía General del Estado no presentó argumentos sólidos para sostener su acusación que surgió de una ocurrencia, como dice el recién liberado, para matar a dos pájaros de una pedrada: las aspiraciones de Ricardo Monreal a la Presidencia de la República (y a quien el Presidente Andrés Manuel López Obrador que prometió “no traicionar” lo ha traicionado al dejarlo fuera de la sucesión del 2024), y a Dante Alfonso Delgado Rannauro que no quita el dedo del renglón en eso de contender por la titularidad del Ejecutivo Estatal. Otras víctimas de la delincuencia institucionalizada son: Rogelio Franco Castán, Tito Delfín Cano y Pasiano Rueda, alcalde electo de Jesús Carranza, por solo citar algunos. Por ello Del Río, que ya probó la soledad y los maltratos de la cárcel, pide que no lo candidateen para la Gubernatura, porque sabe que las mafias que medran alrededor del poder serían capaces de cualquier cosa en aras de impedirle participar, y más aún tras el afable y cariñoso recibimiento que todas la bancadas, incluida la de Morena, le dieron a su retorno a la Secretaría Técnica de la Junta de Coordinación Política del Senado, algo que ya quisiera el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez que al paso de los días cosecha animadversiones.
LOS TEMORES de José Manuel no son infundados, si se toma en consideración que en el reciente proceso que culminó en las elecciones del pasado 5 de este mes para renovar seis gubernaturas se registraron, hasta el 31 de Mayo, 85 agresiones contra políticos, según el conteo de la consultora Etellekt que, sin dejar de lamentar, celebra que a diferencia de otros procesos, este concluyó con solo el asesinato de Carlos Eduardo López Martínez, colaborador de la campaña de Salomón Jara, candidato de Morena al gobierno Estatal en Juchitán de Zaragoza. Además de militar en Morena, López Martínez también ostentaba el cargo honorífico de Enlace de Desarrollo Regional y Bienestar Social del ayuntamiento de Juchitán con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Y es que de acuerdo al informe: “Violencia Política en México. Proceso electoral 2022”, de la misma firma, del 1 de septiembre de 2021 (arranque de los procesos electorales en Oaxaca y Tamaulipas) y hasta el 31 de Mayo de este año, en los seis estados se presentaron un total de 85 agresiones contra personas políticas, sin embargo, solo 11 tuvieron como objetivo a precandidatas y candidatas (9 mujeres y dos hombres), sin que haya víctimas mortales entre las y los postulantes. De los 11 aspirantes agredidos, 9 competían como precandidatos por gubernaturas en los estados de Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo, mientras que Durango y Tamaulipas no registraron agresiones contra aspirantes a gobernador.
PERO LAS cifras ofrecidas solo corresponden al proceso electoral reciente, ya que los comicios intermedios del 6 de Junio de 2021 dejó 102 políticos asesinados, entre estos 36 aspirantes y candidatos a distintos cargos. En aquellas elecciones intermedias, la coalición oficialista liderada por Morena logró imponerse en 11 de las 15 gubernaturas Estatales que estaban en juego, y hay quienes afirman que gracias a las amenazas recibidas por la población, en gran medida de grupos delincuenciales a los que conviene que siga gobernando la 4T ya que prefieren los abrazos a los balazos. El informe de la consultora Etellekt señala que las amenazas directas a precandidatos y candidatos, los ataques a familiares y colaboradores (incluyendo brigadistas), y el hackeo de sus redes sociales (ya sea para tareas de hostigamiento, extorsión o dañar su reputación con fines políticos), se han convertido en el nuevo modus operandi predilecto de los agresores. Lo anterior, “les permite lograr su objetivo de generar terror psicológico en la víctima, con mayor impunidad y a un costo más bajo (ya sea para obligarla a renunciar a sus aspiraciones, o afectar su rendimiento o competitividad en la campaña, al buscar que la misma reduzca sus actos públicos por el temor a enfrentar un daño en su integridad), en la medida que las penas por estos delitos son más bajas (el delito de amenazas es sancionado por el Código Penal con una pena máxima de un año de prisión), y debido a que el interés de las autoridades de perseguirlos e investigarlos es menor en comparación con los homicidios intencionales”.
DICE JOSE Manuel del Río Virgen que la mañana que partió hacia la ciudad de México, tras recobrar su libertad, un vehículo desconocido lo fue siguiendo y sus ocupantes le hacían señas obscenas y amenazaban con echarle la unidad como para sacarlo del camino. Recién salido de prisión decidió no perder la calma para evitar un pretexto a los maleantes y tener problemas pese a la provocación. Por ello teme por su vida, la de su familia y la de sus defensores y amigos, los Senadores Ricardo Monreal Ávila y Dante Alfonso Delgado Rannauro, y acaso por esa razón pide paz y que no lo candidateen para la Gubernatura del Estado. Y es que Del Río, contra lo que piensan algunos fanatizados morenistas, no es cualquier baba de perico. Es licenciado en Economía por la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional, maestro en Ciencias Administrativas y doctor en Ciencias de la Administración y de la Educación, y en su devenir ha ocupado diversos puestos en el gobierno.
HA DESEMPEÑADO cargos importantes en el Poder Judicial de la Federación, la antigua Secretaría de Pesca, DICONSA, la Procuraduría Federal del Consumidor, el Gobierno del Distrito Federal, el Gobierno de Puebla y el Instituto Politécnico Nacional de donde fue director académico. Es miembro fundador de Convergencia (actualmente Movimiento Ciudadano) en el que funge como Presidente del Consejo Nacional desde el año 2011 al año 2014 y fue reelecto hasta 2018. También fue Delegado por Veracruz, Secretario de Estructura Territorial, Secretario General y Titular de la Comisión Nacional de Vigilancia del Registro Federal de Electores. Es académico por oposición en el Instituto Politécnico Nacional, miembro del Claustro de Maestros de la Universidad de las Naciones y fue director General de los Colegios de Bachilleres del Estado de Puebla. Es autor de diversos libros, dentro de los que destacan: “Los Economistas en las Finanzas Públicas” y “Competencia Económica. Un Modelo Institucional” editado por la H. Cámara de Diputados, curriculum que no tiene ningún colaborador de Cuitláhuac, y menos el gobernante en turno. Así las cosas. OPINA [email protected]