*Costo de la refinería pasó de 8 mmdd a más de 20 mmdd
*Pero AMLO dice que son politiquerías pese a evidencia
POR SUS obras los conoceréis, dijo Jesús de Nazaret en el Sermón de la Montaña para distinguir a los verdaderos de los falsos profetas, según recoge el Evangelio de Mateo, y a juzgar por los resultados que ha ofrecido la Secretaria de Energía, Rocío Nahle García, nadie que sufrague por ella en caso de ser candidata a Gobernadora en el 2024 y gane podría decirse engañado o sorprendido si su administración resulta tanto o peor a la que encabezó el nefasto Javier Duarte de Ochoa. Y es que a diferencia de Jesús que multiplicó el vino, los peces y el pan en cuatro eventos diferentes para alimentar a seguidores y dar de comer a los invitados en una boda, Nahle García no solo ha multiplicado sino triplicado el presupuesto para la construcción de la refinería de Dos Bocas en Paraíso, Tabasco, de tal suerte que ya brincó de 8 mil millones de pesos considerados inicialmente, a más de 20 mil millones en un régimen que paso de la austeridad republicana a la pobreza franciscana. Por ello ahora que el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y sus hordas buscan imponer a la zacatecana Nahle como sucesora, más que nada para que les encubran sus fechorías, que nadie se sorprenda si la deuda que heredará el Gobernante en turno por 59 mil 654 millones de pesos se conviertan en más de 100 o 150 mil millones, con esa tendencia que tiene la funcionaria de inflar todo, incluso el presupuesto de una refinería que para cuando esté funcionando, las gasolinas y el diésel irán de salida dadas las exigencias del Acuerdo de Paris como parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que establece medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El acuerdo busca mantener el aumento de la temperatura global promedio por debajo de los 2 °C por encima de los niveles pre-industriales, y perseguir esfuerzos para limitar el aumento a 1.5 °C, reconociendo que esto reduciría significativamente los riesgos y efectos del cambio climático, aunque para ello se debe reducir el uso de combustibles fósiles.
CONTRARIO A lo anterior, en México se sigue una política equivocada en la producción de gasolinas y diésel, y la refinería de Dos Bocas que sería el ejemplo contundente de que México le sigue apostando al petróleo en lugar de otro tipo de energía más limpia, muy a pesar de que en el norte del País se han descubierto los más grandes yacimientos de litio. Peor aún, la afamada refinería que aún no produce nada aun cuando ya fue inaugurada, se ha convertido en un barril sin fondo, pues a pesar de que su costo inicial fue presupuestado en 8 mil millones de dólares (mmdd) o 160 mil millones de pesos (mmdp), el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido un sobrecosto de entre 3 y 4 mmdd: entre 38 y 50 por ciento más que lo estipulado en el presupuesto original el pasado 29 junio 2022, a tal grado que la obra costaría hasta hace poco 16 mil millones de dólares, pero ahora, nuevamente, el mandatario nacional reconoce que el costo de la construcción de la obra faraónica se incrementó, entre 2 mil y 4 mil millones de dólares (entre 40 mil y 80 mil millones de pesos) para superar los 20 mil millones de dólares, porque, según el Presidente, en el diseño original de la obra no se contempló la adquisición de algunos equipos o la incorporación de un gasoducto que conectará con la refinería.
PERO AMLO que todo perdona a sus corcholatas (Nahle lo es para Veracruz), asume que “de todas maneras salió más barato que acudir a empresas extranjeras”, sin embargo, desecha las críticas de algunos organismos a quienes acusó de hacer politiquería por los elevados costos de la refinería, pero “estamos tranquilos porque nadie hizo negocio para provecho personal en la construcción. No hay corrupción, no es el tiempo de antes” (¿?), dice ufano, pese a las denuncias de polución que involucrarían a la Secretaria de Energía y sus parientes. AMLO reitera que si se hubiera utilizado la vía de contratar una empresa extranjera para la construcción de Dos Bocas se hubiera incrementado el costo. “Si quisiéramos hacerlo ahora, nos saldría al doble y no la terminaríamos. Vamos a informar sobre el costo de la refinería y de este presupuesto adicional que implica tener otros equipos que no se contemplaron en el costo inicial (vaya infantilada, ya que cuando se diseña una infraestructura se debe contemplar todo). Estamos contentos con esta obra. Ya la concluimos (¿? cuando lo que concluyeron son los espacios administrativos y no productivos), vamos a procesar 340 mil barriles diarios de petróleo crudo. No se hacía una refinería desde hace 40 años”. Y sabedor de que defiende lo indefendible, el Presidente cuestiona “a la oligarquía y grupos de intereses creados del pasado”, ellos “están inconformes con todo lo que hacemos. El aeropuerto, la refinería, el Tren Maya, con las pensiones de adultos mayores, con las becas para jóvenes inconformes con todo”.
NO ES secreto que para el proyecto de Dos Bocas, el Presidente López Obrador puso dos condiciones: que se construyera en dos años y que costara ocho mil millones de dólares, pero la obra ya tiene tres años, solo se inauguró la parte administrativa, y a la fecha el costo ya rebasó los 20 mil millones de pesos. Y aunque el proyecto quedó a cargo de Pemex Transformación Industrial (PTI), la supervisora o responsable absoluta es la Secretaría de Energía y cuatro empresas. Y aunque la operación de Dos Bocas estará a prueba lo que resta del año y empezará formalmente a refinar a mediados de 2023, expertos de la industria calculan que de Dos Bocas no saldrá un barril de gasolina sino hasta 2024 o 2025, ya cuando AMLO haya concluido su mandato, con lo que el plan de negocios se empezaría a deteriorar.
EL INCREMENTO en el costo, se asegura, se debe a que el proyecto fue ampliado con una planta de cogeneración, un gasoducto y un acueducto, lo cual no se duda, pero dichas ampliaciones denotan, sin duda, una total falta de planeación. Pero al Rey Sol, aquel que solía decir que el Estado era el, no se le puede decir nada, ya que cuando alguien le pregunta en torno a la ausencia de licitaciones en muchas de sus obras (lo que evade la planeación necesaria exigida), califica las críticas del Instituto Mexicano de Competitividad de “politiquería”, y suelta su retahíla: “esas organizaciones eran alcahuetes de los corruptos que dominaban México, y ahora ya no reciben moches. O ya no son los que mandan. Nos han puesto muchísimos obstáculos, pero la fortaleza está en la honestidad, eso da autoridad moral. Si Rocío (Nahle) fuese corrupta, si el secretario de salud fuese corrupto, imagínense los reportajes”, y señala que si algo es difícil de esconder es el dinero, “más cuando se trata de corruptos, por lo general el corrupto es fantoche. ¿Dónde viven los políticos… del viejo régimen? Todos estos organismos son politiquería”. Tal vez AMLO, ocupado como anda en sus politiquerías, no se ha percatado del acumulamiento de riqueza de sus principales colaboradores, desde el más insignificante al más grande. Asi de simple. OPINA [email protected]