Si algo hay que reconocerle al diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, es su sangre fría para sacudirse señalamientos que a otros han desquiciado, verbigracia Andy López Beltrán tras ser cachado en un hotel de cinco estrellas en Japón. Si el junior quiso justificar su viaje con una carta que le está costando su futuro político, Sergio se sentó frente al periodista Pepe Cárdenas con la tranquilidad de aquel que espera a que su suegra salga del geriatra.
“Mira lo que han dicho de ti -le dijo Pepe-, que te fuiste a una fiesta VIP de la Fórmula 1 donde el boleto costaba 8 mil 500 dólares, 170 mil pesos y que ibas con tu esposa”.
Sereno, Sergio dibujó una enigmática sonrisa antes de contestar: “Ya lo aclaró el Club 51 y dijo que fue una invitación, son cortesías que da a varias personalidades y en esa calidad fui”. (En calidad de personalidad de la 4T, me supongo).
“Pero la ley prohíbe a los funcionarios públicos aceptar regalos de determinado precio hacia arriba”, reviró el periodista.
“Las cortesías no tienen valor porque no se venden, no son comercializables, no son boletos, su valor es cero” contestó sin ningún rubor el legislador.
Ah, oh. No pues siendo así, así sí, ¿verdad?
Dijo que el reloj de 800 mil pesos que aparece en la foto que se tomó con Ozzy Osbourne en el 2018, ni siquiera existía en ese año sino salió años después; que los sombreritos que usa su esposa (la diputada Diana Karina Barreras conocida como Dato Protegido), no cuestan 33 mil pesos sino mil varos, lo mismo que sus blusas que están lejos de costar 40 mil pesos pues su precio es de apenas mil 200 pesos. Sobre las joyitas que luce la señora en sus redes no dijo mucho, quizá porque las compró en alguna bisutería.
¿Presentó pruebas de sus dichos? Claro, la honorabilidad de su palabra.
Sobre Jorge García Orozco, el académico que lo balconeó en las redes junto con su esposa luciendo sus joyas y se ganó la portada de ayer del diario Reforma, dijo que ha inventado cosas absurdas para obtener fama fácil, que ha dicho muchas mentiras y (no podía faltar), “es alguien a quien le han hecho segunda personajes de la derecha que sí traen una campaña contra personajes de Morena a partir de cosas que se descontextualizan”.
A renglón seguido puso cara de circunstancia y soltó esta perla. “Yo quiero decirle a la gente que este tipo de cosas, distorsionadas, si afectan al movimiento, porque generan una impresión indebida”.
Futa…
¿Impresión indebida y distorsionada el viajecito de Andy a Japón donde seguramente la pasó muy mal al desembolsar de su peculio 20 mil 561 pesos por noche (y no 7 mil 500), para tener unas vacaciones dentro de la justa medianía “luego de extenuantes jornadas de trabajo?”
¿Es Impresión distorsionada saber que el traidor de Miguel Ángel Yunes Linares vacacionó en la isla de Capri, desayunó comió y cenó en uno de los restaurantes más caros y exclusivos del mundo y se echó entre pecho y espalda botellas de champaña de 2 mil euros o 43 mil 220 pesos?
Los videos y fotos de Zenyzen Escobar montando caballos que si no son pura sangre están lejos de ser caballos lecheros ¿son impresiones distorsionadas?
La bronca es que cuando los exhiben se hacen los ofendidos, se tiran al suelo chillando que sufrieron agresiones por cuestiones de género o porque la derecha no les perdona que progresen. Y amenazan con demandar o de plano demandan.
Sergio Gutiérrez no presentó ante Pepe Cárdenas y su auditorio, ni una prueba de descargo contra los señalamientos del ostentoso y ofensivo lujo del que tanto él como su esposa hacen gala en las redes. Simplemente lo negó todo, dijo que hay que vivir en la justa medianía y se despidió con una sonrisa.
Produce escalofríos pensar que este sujeto insolente, fantoche y mentiroso descarado, pudo ser gobernador de Veracruz y su esposa, la señora Dato Protegido, nuestra primera dama.
De la que te salvaste lector. Y esa no es una impresión distorsionada.
