La mala reputación del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas crece y no escapa de toda reunión de periodistas grande o pequeña donde se critique la pésima actuación de esos personajes que, encabezados por Jorge Ruiz del Ángel, no sirven para nada.
Los cuestionamientos contra Ruiz del Ángel se multiplican y él se ríe de los comunicadores porque se dice protegido por el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, pero se trata de un funcionario que opera en el mecanismo desde el sexenio pasado y en ese entonces ¿Quién lo protegía?
En la reciente entrega de reconocimientos del Club de Periodistas de México, su secretaria general, Celeste Saénz de Miera, en el Día de la Libertad de Expresión, en Tuxpan, Veracruz, comentó que el Mecanismo no cumple con su función y que, a pesar de su existencia, sigue habiendo asesinatos de periodistas.
Pero el historial es amplio y tiene que ver no sólo con el descuido sino con la complicidad de la represión a los comunicadores.
Está el caso de Patricia Aguilar Romano, a quien la Fiscalía General del Estado de Nayarit detuvo el 11 de agosto del año pasado acusada del supuesto delito de despojo, por el simple hecho de cubrir la información en la colonia Emiliano Zapata, donde la lideresa de los colonos, de nombre Jeanette, tomaba espacio en los predios.
Familiares de la periodista Aguilar Romano, con 33 años de ejercicio periodístico, acusaron que fue detenida “como si fuera la peor delincuente” cuando se encontraba en su domicilio a las 23:30 horas. La acusación fue por el delito de despojo, cuando ella sólo dio cuenta del hecho como comunicadora.
En el operativo de detención participaron siete patrullas y los uniformados amenazaron con tirar la puerta. Fue trasladada a Tepic, donde sigue incomunicada. Al día siguiente la Asociación de Comunicación e Información de la Mujer A.C., recordó que Aguilar Romano cuenta con seguridad especial otorgada por el Mecanismo de Protección a Periodistas, y que uno de sus escoltas también fue detenido con lujo de violencia.
Si quienes protegen a los periodistas por parte del Mecanismo son vulnerables ante una acusación falsa, la vida de los periodistas que están inscritos en el Mecanismo corre peligro, porque lejos de ser protegidos sirve para estar ubicados para los enemigos de la información y sus trabajadores.
El año pasado en una visita que realizó el presidente de la República, la periodista Patricia Aguilar Romano denunció que hubo un manejo ilícito en terrenos por parte del gobernador panista Antonio Echeverría en complicidad con el fiscal del estado, Petronilo Díaz Ponce.
Durante la visita del presidente, Aguilar reveló estos delitos que los involucraban y a los que ella daba seguimiento. Ahora, la periodista María Luisa Estrada denunció que Patricia Aguilar sigue presa y que el propio funcionario del Mecanismo, Jorge Ruiz, la fue a visitar al penal, diciendo que era su amiga, lo cual resulta una actitud de complicidad con las autoridades, ya que no sólo no cumplió con su deber de proteger a quienes están suscritos al Mecanismo, sino que no ha hecho nada por buscar la justicia.
El Mecanismo no ha hecho nada por su periodista ni por su escolta, a pesar de ser una detención -a todas luces- ilegal con la imposición del gobernador del estado, quien antes de reconocer sus corruptelas prefiere inculpar a la comunicadora de invadir terrenos.
El Presidente señaló que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y el subsecretario Alejandro Encinas son servidores públicos humanistas y que atenderán el caso, cuando debieron atenderlo desde el momento mismo de la detención arbitraria y represiva. Anunció que instruirá a la secretaria de Gobernación para que atienda el caso de Patricia Aguilar Romano, quien cumplirá un año en prisión injustamente, a manos de un gobernador delincuente, de un Mecanismo incapaz y de un sistema de Justicia corrupto.
El Mecanismo debe refundarse o desaparecer, porque se ha convertido en la mejor manera de reprimir comunicadores una vez que están ubicados, ante un embate contra los periodistas que terminan en la impunidad siempre, sobre todo en el caso de los asesinatos de quienes se comprometen con la verdad y denuncian los malos manejos de los funcionarios públicos.
Los comunicadores de Nayarit y del país aseguran que la detención de Patricia Aguilar se trata de una venganza política por haber señalado los ilícitos del gobernador y el fiscal del estado. Nadie se explica la razón por la que no se actúa para otorgarle la libertad a la comunicadora.
El caso de las tareas del Mecanismo resulta por demás vergonzoso, porque simplemente no actúa y hace sentir a los periodistas dentro y fuera de su “protección” como ingenuos ciudadanos que confían en las leyes y en las instancias que deben proteger las garantías individuales de la población.
Si el Mecanismo no hace nada por liberar a Patricia Aguilar quiere decir que protege delincuentes, en el supuesto caso de que esta periodista sea “culpable de despojo”; sin embargo, si el Mecanismo defiende la postura del gobernador y del fiscal, también está defendiendo delincuentes que hacen leyes a sus medidas y no ha habido fuerza humana ni de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que pueda liberar a la periodista, que no ha cometido ningún delito.
El Mecanismo es un insulto a la inteligencia de los mexicanos y una burla para el gremio periodístico quien se ha visto más afectado que beneficiado con el burocratismo criminal de un Mecanismo que nada hace para defender la integridad de los comunicadores y los líderes que defienden los derechos que la Constitución nos otorga. PEGA Y CORRE. – Se espera que una vez que las campañas pasaron y las urnas dieron su veredicto, las diferencias entre fifís y chairos se borren y los mexicanos vuelvan a hermanarse por los valores que han caracterizado históricamente a la sociedad de este gran país… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.