*Violencia contra las mamás imparable en México
*En tiempo de Pandemia han demostrado fortalezas
DEFINIR EL significado de la palabra “Madre” podría llevarnos muchos tiempo, espacio inagotable y recurrencia a infinidad de frases grandilocuentes, y tal vez nunca podamos precisar la grandeza de esa expresión que en tiempos de Pandemia ha demostrado, una vez más, su importancia insustituible. Y si bien el Día de las Madres –que se festeja este lunes 10 de Mayo-, se ha promovido como una fecha para celebrar todos los esfuerzos que hacen las mujeres por sus hijos y sus familias, como su cuidado y las labores domésticas, esas actividades siguen sin ser reconocidas como un trabajo, lo que representa mayor carga para ellas. Porque lea usted. Un análisis del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, expuso que las mujeres que tienen hijos menores de cinco años dedican en promedio 15 horas al trabajo de cuidados, mientras que los varones invierten apenas seis horas, y por ello la importancia de reconocer el trabajo que hacen las madres, y más que celebrarlo, empezar a quitarles estas cargas ya que las mujeres, laboren o no fuera de casa, dedican aproximadamente 30 horas a la semana al trabajo doméstico y 12 horas a cuidados de integrantes del hogar, y en contraste, los hombres emplean solo 11 y cinco horas, respectivamente, y en la preparación de alimentos, la diferencia entre ambos es de nueve horas.
OTRO ESTUDIO del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, refiere que en México las madres trabajadoras y las mujeres a cargo de niños y de otras personas que requieren cuidados se encuentran prácticamente solas, sin el apoyo de un sistema de protección, de crianza y de cuidados, y para lograrlo recurren principalmente a sus redes familiares y a su trabajo no remunerado realizado en jornadas dobles o hasta triples. Pocas cuentan con acceso a servicios de cuidados (las guarderías fueron desaparecidas por AMLO), y aún menos al derecho a la salud física, mental y emocional y al descanso o tiempo propio. Se trata de una situación estructural que trastoca las opciones de vida de las mujeres y contribuye a la permanencia de grandes desigualdades de género, sociales y territoriales, y la pandemia de la Covid19 ha venido a agravar su situación y de quienes requieren cuidados intensos y extensos. Por una parte, el trabajo remunerado dentro del mercado laboral ha sufrido la crisis más importante de las últimas décadas, que se refleja en elevadas tasas de desocupación, subempleo, reducción salarial y la consecuente pérdida de ingresos para las familias. Esta situación profundiza las brechas de desigualdad e incrementa la pobreza y precarización de amplios grupos de la población.
Y ES que la crisis sanitaria por la pandemia de Covid19, además de poner en riesgo la salud de las personas y cobrar miles de vidas, ha tenido graves consecuencias económicas y sociales. Uno de estos es que, como resultado de las medidas de distanciamiento físico implementadas para evitar la propagación del virus, las labores domésticas y de cuidados se han incrementado en el interior de los hogares, asunto que dificulta y que incluso, en muchos casos, imposibilita la realización del trabajo remunerado. Este contexto impacta mayoritariamente a las familias con hijos e hijas, y en especial a las mujeres, en quienes históricamente han recaído las labores domésticas y de cuidados. Dicha situación, nombrada ya una “emergencia global de los cuidados”, está provocando impactos específicos en la vida de las féminas, no solo porque su participación en las actividades económicas remuneradas se encuentra en riesgo, sino porque puede significar un retroceso importante en términos de igualdad de género y ejercicio de sus derechos. Y es que si bien antes de la pandemia por el virus SARS-CoV-2, las mujeres ya se encontraban en situación de desventaja en diferentes ámbitos, ahora es peor, y las evidencias son más que claras.
A ESCALA mundial, incluso antes de que comenzara la pandemia de CoVid19, una de cada tres mujeres sufría violencia física o sexual, en su mayoría, por parte de su pareja. Desde que se desató la pandemia los nuevos datos indican que en muchos países se han incrementado las llamadas a las líneas de atención de casos de violencia en el hogar, sobre todo en el territorio nacional. El acoso sexual y otras formas de violencia contra las mujeres siguen acaeciendo en la vía pública, en los espacios públicos y en Internet. Las sobrevivientes no disponen de la información necesaria y desconocen los medios a los que pueden acudir para recibir servicios de apoyo, y en algunos países los esfuerzos y recursos que se empleaban para dar respuesta a la violencia contra las mujeres se han destinado a brindar alivio inmediato a los efectos de la pandemia, y al menos en México ha detonado el infierno de la violencia machista que se vive detrás de la puerta de los hogares, y ha disparado las llamadas de auxilio al número de emergencia 911. Solo en lo que va de 2021 se efectuaron 38 mil 316 de estas llamadas, según fuentes oficiales, y esto es solo una muestra de la ola de violencia que vive el país, con 2 mil 444 personas asesinadas en el mes de marzo, donde 10 mujeres en promedio pierden su vida cada día a manos del machismo.
ASI, MIENTRAS México redobla sus esfuerzos internacionales por mostrar el compromiso en la lucha contra la violencia machista y es anfitrión del Foro internacional Generación Igualdad contra la discriminación de género, el eco de los asesinatos de mujeres sigue llegando hasta las puertas de Palacio Nacional donde gobierna un insensible Presidente que califica de politiquerías y ocurrencias electoreras la agresión, por decir lo menos, de un ex candidato al Gobierno de Guerrero contra cinco mujeres que lo han encarado, y que con todo y ello se le sigue protegiendo, a tal grado que le permitieron imponer a su hija como candidata en su lugar, aunque se observa como la manipula descaradamente.
EN MEXICO, solo entre Enero y Febrero, 142 mujeres han sido declaradas víctimas de feminicidio en México de un total de 447 asesinadas, lo que significa que solo 30 por ciento de esas muertes violentas se clasifican actualmente como feminicidio, a tal grado que en los tres últimos años, el delito de feminicidio ha aumentado en el País en un 8.5 por ciento, y las agresiones van al alza, porque ser mujer en este País es sinónimo de impunidad en caso de ser agredidas. Sirva este breve artículo para reconocer a las madres que trabajan, a las mamás solteras que enfrentan la doble y triple carga del hogar y de los hijos, a las que nos dieron todo sin desmayar ni quejarse nunca, a las que no solo son madres por haber parido, sino por llevar la conducción de una familia con sabiduría, templanza y con la frente bien en alto. A todas las Madres en su día, ¡Felicidades!!! OPINA [email protected]