*No se hagan bolas. No habrá culpables por tragedia
*Y todo por culpa del paranoico Ahorro Republicano
¡NO SE hagan bolas! Ni Marcelo Ebrard Casaubón, Jefe de Gobierno del Distrito Federal entre el 5 de Diciembre de 2006 y el 4 de Diciembre de 2012, (y en cuyo periodo se inauguró la Línea 12 del Metro que, transporte colectivo del que en 2013 se hicieron públicas diversas irregularidades en su construcción y puesta en marcha, entre otras una probable adjudicación directa de compra de vagones a la empresa CAF, la construcción indebida con curvas fuera de norma que provocó graves fallas en el tramo elevado de la línea, incrementando las posibilidades de descarrilamiento de los trenes, a tal grado que entre 2013 y 2014 se tomaron diversas medidas de urgencia para tratar de paliar la situación, derivando en un cierre parcial de la línea el 11 de marzo de 2014), ni Claudia Sheinbaum Pardo, actual jefa de Gobierno de la capital del País (en cuya gestión recae el actual mantenimiento de la ruta de transporte colectivo), serán renunciados, el primero de la Secretaria de Relaciones Exteriores y, la segunda del cargo que actualmente externa pese a la muerte de 24 personas y 80 heridos tras el “accidente”, porque son los consentidos de un presidente que este martes privilegio el perdón a un inexistente pueblo maya –pues los verdaderamente autóctonos ya desaparecieron hace muchos años y los actuales son mestizos-, que a comprometerse con los familiares de las víctimas del suceso la noche del lunes, al partirse en dos una trabe que provocó muertos y heridos. Y es que el accidente, contra lo que se diga, es producto de esa irreflexiva política de ahorro implementada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y replicada por los gobernadores emergidos de MoReNa, incluida la jefa de Gobierno, en donde se ha dejado de invertir en preservar lo que se tiene con tal de ahorrar lo más que se pueda para seguir regalando el dinero, que no es otra cosa que la compra de votos para mantener a ese partido en el poder.
SI ACASO los mandos medios, por donde se rompe el mecate, tradicionalmente, tendrán responsabilidad y tal vez enfrenten despidos y hasta cárcel, pero ni Ebrard ni Sheinbaum tendrán mayores consecuencias, y bastará con que el Presidente argumente que se trató de un fatal accidente como muchos otros que ocurren, para que todos aquellos que reciben prebendas en becas, pensiones o apoyos diversos guarden silencio y se olviden de este falta accidente, porque al igual que en los procesos electorales, dinero mata voluntad y libre expresión de las ideas. Ya se vio en la mañanera las prisas que tenía el titular del Ejecutivo Federal en darle vuelta a la hoja, cuando el asunto central, prioritario y único debió ser la tragedia que enluta a 24 hogares y deja en muy malas condiciones a 80 personas, la mayoría proveedores. AMLO se vio como un Presidente insensible, rememorando el perdón pedido a un pueblo ya inexistente como es el Maya, postura con la que cree que lo resuelve todo, cuando el verdadero problema ahora lo representa el transporte colectivo Metro de la ciudad de México y los puentes levadizos por donde circula, pero también otros puentes que en todo el País presentan fallas estructurales, pero que por falta de dinero no son atendidos.
ESTE MARTES, por ejemplo, tras el accidente del Metro en vías elevadas de la Línea 12, próximo a la estación Olivos ubicada en la alcaldía Tláhuac, han emergido otros casos, incluso, en Estados como Veracruz, concretamente en Poza Rica, donde existe preocupación por las enormes y profundas cuarteaduras que presentan los pilares del llamado distribuidor vial, así como la misma carpeta de rodamiento. En ese contexto, en las redes sociales comenzaron a aparecer publicaciones mostrando las grietas de los pilares del distribuidor que, de acuerdo a expertos, podría colapsar en cualquier momento dado el número indeterminado de transporte pesado que circula por esa red. En una grabación realizada por reporteros del periódico Vanguardia de aquella ciudad, el comunicador insiste en que en algunos pilares se ve “como que le echaron algo” a las grietas tratando de disimularlas, pero no las repararon. “Le pusieron un mejoralito a la enfermedad, pero eso no solucionó en nada el problema”. Las ranuras de algunos pilares son tan grandes que van desde la base hasta la parte alta, y no se trata solo de ese medio. Son distintas publicaciones hechas en redes sociales sobre esas grietas en las que se pide que se actúe antes de que ocurra algún incidente con resultados lamentables, aunque en Veracruz se privilegia el ahorro y nadie, ni el ayuntamiento ni el Estado responden, muy a pesar de que todos los funcionarios del actual Gobierno Estatal circulan en lujosas camionetas, algunas, incluso blindadas.
PERO VOLVIENDO al tema del Metro de la ciudad de México, en unos meses la tragedia, seguramente, será olvidada, Marcelo Ebrard seguirá viajando al extranjero a conseguir vacunas y erigirse en el héroe del combate a la Pandemia reivindicado por el Presidente López Obrador, y acaso esta vez los seguros de vida sean pagados a tiempo para evitar más escándalos, lo mismo que las indemnizaciones a los lesionados, y aquí no ha pasado nada. Dice el Presidente que este Gobierno no es como los anteriores, y acaso tiene razón, no son como los anteriores, son peores, porque ejercen la simulación y compra de consciencia de los más humildes, dan atole con el dedo a los que se dejan y defienden a los colaboradores, incluso ante eventos tan dramáticos como la caída de dos vagones del metro sin que se castigue a nadie, aunque haya culpables.
PORQUE DE que hay culpables, los hay, y basta recordar que el 18 de Marzo de 2014, la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal creó una comisión para determinar las causas que originaron las fallas del metro apenas inaugurado. Esa comisión quedó integrada por 15 diputados de todas las fracciones políticas y fue presidida por el legislador Jorge Gaviño Ambriz del partido Nueva Alianza. También en la Cámara Federal de Diputados se conformó una Comisión Especial sobre la Línea 12 del Metro con el fin de realizar sus propias investigaciones. La presentación del informe, realizada el 1 de febrero de 2015, se caracterizó por la polémica. En tanto Ebrard acusó a los diputados del PRI de no dejarlo hablar, algunos de estos legisladores y del PAN le recriminaron su actitud presuntamente violenta y que llegó al recinto legislativo “sin aviso”. El 1 de junio de 2015 el entonces candidato del PRD a diputado federal por el distrito 27 en Tláhuac, Crescencio Morales Ávila, denunció penalmente a Ebrard por distintos aspectos relacionados con la línea 12, entre ellos, presuntas afectaciones a terrenos ejidales y un supuesto incremento indebido del costo original de la línea de 15 a 25 mil millones de pesos. La denuncia fue respaldada por 65 mil firmas. Marcelo Ebrard negó las acusaciones y atribuyó las fallas de la línea a la empresa CAF, y dijo que las acciones en su contra por la línea 12 tenían “una intencionalidad política”, por lo que se fue a vivir a los Estados Unidos para evitar la acción de la justicia, y solo regresó cuando Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones para convertirse en canciller. Por supuesto que hay culpables. OPINA [email protected]