*Resabios del duarthazgo buscan posiciones
*Campechanos recuperan tierras despojadas
DICEN LOS politólogos que la peor derrota que ha tenido el PRI en toda su historia –en 2018- se debe a la corrupción desmedida de al menos tres gobernadores: Javier Duarte de Ochoa en Veracruz; Roberto Borge Angulo, en Quintana Roo y César Duarte Jacques en Chihuahua, amén de otros tantos, además de ex funcionarios Federales, pero que el trio mencionado fue quizá la peor muestra de la polución de quienes fueron presentados en su momento por el, entonces, Presidente Enrique Peña Nieto como el “nuevo PRI”. En efecto las corruptelas han existido siempre en los colores o siglas que fueren, como ha quedado demostrado, incluso, en los gobiernos de la Cuarta Transformación, pero los ex gobernantes, los tres ya detenidos, dos en México y uno en Estados Unidos en espera de su extradición, rompieron record (amén de ex colaboradores Federales peñistas), y en el caso de Veracruz, incluso, Karime Macías Tubilla, ex esposa de Duarte de Ochoa enfrenta proceso abierto por defraudación por más de 112 millones de pesos, por lo que Gran Bretaña le sigue un juicio con fines de extradición a México donde es reclamada para ser procesada. En el tema Duarte de Ochoa, sin embargo, la Fiscalía General de la República está a la espera de que el Gobierno de Guatemala le permita ampliar el proceso al ex Gobernante, esta vez por desaparición forzada ya que su detención ocurrió en aquella nación y, por tanto, al ser entregado al País se establece en la solicitud los ilícitos por los cuales se reclama a un prófugo y solo por estos puede ser juzgado, pero Duarte tiene denuncias aquí por haber, presuntamente ordenado desaparecer personas y otras tantas por corrupción que siguen abiertas.
POR ELLO, sin duda, una de las mejores noticias que trajo el año nuevo a ejidatarios de Lerma, en el Estado de Campeche, es la recuperación de 21 parcelas que el ex Gobernador Javier Duarte de Ochoa y sus testaferros Alfonso Ortega López, Moisés Mansur Cysneros, Juan José Janeiro, y Rafael Rosas Bocardo despojaron a sus legítimos posesionarios, al comprárselas a precios risibles aprovechando la enorme necesidad de los campesinos, siendo ese, sin duda, uno de los negocios más lucrativos de la cuarteta infernal, ya que 630 hectáreas a unos metros de la cabecera municipal las pagaron en 20 millones de pesos con recursos públicos de Veracruz, y las vendieron en 244 millones, en tanto se apoderaban de otros predios para seguir haciendo el negocio de sus vidas. Por ello los ejidatarios festejan que después de 1o años de disputa jurídica finalmente recuperaran sus predios mediante una resolución judicial.
HACE UNOS días, el reportero José Antonio Belmont, del diario Milenio, entrevistó a quienes dieron la cara en esa larga lucha que no fue fácil para los ejidatarios opositores a Javier Duarte, sobre todo para el dirigente May Can, quien durante esa disputa fue encarcelado acusado de despojo de sus propias tierras ubicadas en el poblado Lerma, a unos 15 minutos de la capital de Campeche. El líder campesino, de 63 años, para no pasar más tiempo en el penal de San Francisco Kobén tuvo que declararse culpable de ese delito a fin de obtener la condena condicional y cumplir la pena en arresto domiciliario que concluyó el 19 abril de 2018. Relata, sin embargo, que antes de perder su libertad lo quisieron asesinar, le quemaron su rancho y hasta mataron su ganado; incluso todavía el año pasado continuó la persecución del dirigente campesino. “El 19 de agosto del año pasado me levantaron frente a la puerta de mi casa, me golpearon y me dejaron tirado frente al Country Club. Hoy estoy en sillas de rueda, nunca pensé que esto sucedería por no ceder lo que más amo: la tierra”, contó al comunicador. Y es que en los primeros años de lucha, no sabía que se enfrentaba a una red de corrupción cuya cabeza era un gobernador emanado del mismo partido político que el entonces Presidente de la República, en este caso Javier Duarte.
FUERON AÑOS de lucha y sacrificio, y finalmente, cuando Duarte de Ochoa cayó en la cárcel las cosas comenzaron a mejorar, a tal grado que el pasado 28 de Septiembre, May Can y los siete ejidatarios opositores vencieron en los tribunales al ex gobernador priista y toda esa red de corrupción. “Fue una lucha muy difícil teniendo en contra todo el sistema jurídico y político. Los traficantes de tierra tenían los mejores abogados y todo el sistema a su favor, pero al fin se hizo justicia, ahora nuestros hijos trabajarán las tierras, estamos felices porque derrotamos a un sistema. Ahora le digo a la gente que yo tenía la razón, que mi lucha era justa”. Y es que durante el juicio se comprobó lo ya sabido: los cómplices de Javier Duarte engañaron a comuneros, sobornaron a campesinos y falsificaron documentos para ser reconocidos como ejidatarios y poder comprar esas 21 parcelas con dinero de las arcas de Veracruz. Por esa razón se anularon 171 escrituras públicas a nombre de los prestanombres como Santa Bartola Acuña, Miguel Velázquez Nieva, Moisés Mansur Cisneros y otros con orden de aprehensión, y toda esa red de traficantes de tierras ejidales, según relata el dirigente, comandada por Antonino Almazán Arteaga como único representante legal de su empresa Icae de México que se dedica presuntamente a regularizar tierras ejidales, aunque “más bien son traficantes de tierra”, acusa May.
AHORA, CON base en la resolución judicial, los ejidatarios pelearán las más de 9 mil 685 hectáreas ubicadas a orilla del mar en Xpicob, y que también fueron despojadas por Javier Duarte y sus cómplices, por las cuales pagaron a 30 centavos el metro cuadrado. Y toda la historia inició en 2011, apenas unos cuantos meses después de iniciado su mandato, siempre llevando como prestanombres o testaferros a Alfonso Ortega López, Moisés Mansur Cysneros, Juan José Janeiro, y Rafael Rosas Bocardo. Pero Duarte dice que no tiene dinero ni para pagar a su abogado, pero también cuenta a quien lo escucha que saldrá de prisión este año, y acaso sea cierto, pues no hay que olvidar que durante su mandato, Cuitláhuac García Jiménez visitó en varias ocasiones la casa de Gobierno en aras de apoyo para impedir que ganara Héctor Yunes Landa y, en cambio, se trepara MoReNa, pero le fallaron los cálculos y el beneficiario fue Miguel Ángel Yunes Linares y las consecuencias para Duarte fueron fatales.
COMO FUERA, el efecto Duarte de Ochoa sigue vigente, y el hecho de que algunos colaboradores busquen treparse a alcaldías o diputaciones, como es el caso de Adolfo Mota Hernández, entre otros, solo será la estocada final para un partido que busca participar en alianza con el PAN y PRD en aras de mantenerse y, por otra parte, arrebatarle la mayoría en la cámara Federal de diputados al Presidente Andrés Manuel López Obrador. A ver qué pasa. OPINA [email protected]