“Enseñar no debe parecerse a llenar una botella de agua, sino más bien a ayudar a crecer una flor a su manera.” – Noam Chomsky.
Este 30 de junio habrá de ser publicada la convocatoria para ocupar la rectoría de la Universidad Veracruzana (UV), su Junta de Gobierno agotará con ello el plazo establecido para su divulgación.
Como nunca, el listado de aspirantes a disputar dicha plaza cuenta con una cantidad importante de mujeres y hombres unidos en la necesidad de transformar a la máxima Casa de Estudios de la entidad.
Las visiones y problemas que enfrenta la UV son muchos, los retos que encara la comunidad universitaria obligan a replantearnos el dilema de hacia dónde se pretende llevar a este centro de enseñanza en medio de la peor crisis sanitaria en los últimos 100 años.
Evidentemente las propuestas y proyectos son diversos, la mayoría basados en una visión más localista de la realidad, resultado del parroquialismo académico que implica ser un centro de formación de la provincia mexicana.
Pero hay también visiones más universales, más acordes con la realidad de la Universidad y por supuesto con una percepción más integral de la realidad mundial.
Es por ello que quienes integran la Junta de Gobierno, deberán revisar con sumo cuidado cada una de las declaraciones, propuestas, perfiles de las y los aspirantes.
Los ojos de la comunidad universitaria y de la sociedad estarán sobre la Dra. Leticia Mora Perdomo, -presidenta en turno-, Dr. Genaro Aguirre Aguilar –actual secretario de la Junta de Gobierno-, Dra. Laura Verónica Herrera Franco, Dr. Jorge Martínez Contreras, Dr. José Luis Morán López, Dr. Enrique Ramírez Nazariega, Dr. Alfredo Sánchez Castañeda, Dr. José Antonio Seade Kuri, Dra. Alma Gloria Vallejo Casarín, quienes tendrán en sus manos la imperante tarea de gestar certeza, pero sobre todo, garantizar la autonomía que la UV ostenta.
De suma valía para el desarrollo del proceso de renovación de la convocatoria será, el abrirse mental y formativamente a la idea de que quien ocupe el rectorado sea catedrático, investigador o provenga de fuera por llamarlo de alguna manera, deberán presentar propuestas que prioricen sobre todo la vinculación de la Universidad con el sector empresarial.
Y más aún, habría que pedir expliquen cómo buscar hacer más financiable a la máxima casa de estudios, en el afán de incrementar su matrícula, pero, sobre todo, convertirla en generadora de recursos que sean destinados al desarrollo de investigación y academia.
La UV debe por principio de cuenta, convertirse en un polo detonante del desarrollo regional, nacional e internacional, con la generación de patentes y de procesos que permitan por mucho reposicionarlo en el ámbito académico internacional.
Atrás habrá de quedar la idea localista de pensar que la UV es para y los veracruzanos nada más y uno que otro pariente del sureste que venga a cursar sus estudios profesionales en ella.
Urgente es por mucho, solicitar que quien sea designado actué con total pulcritud en el manejo y distribución de los recursos, exigiendo por principio como parte integral de su propuesta una revisión pormenorizada de la anterior gestión.
Así de la mano de la comunidad universitaria, claustro académico y trabajadores reposicionar a la UV como lo que es la Máxima Casa de Estudios de Veracruz.
Al tiempo.
Twitter: @LuisBaqueiro_mx