Alito terminó decapitado, siguen Murat y Osorio Chong
*Oposición no tiene candidato salvo Carlos Slim o Dante
CUENTAN QUE Napoleón Bonaparte, acaso inducido por su propia estatura, solía decir que en política: “las cabezas que sobresalen son las primeras en rodar”, y vaya que tenía razón, pues en la vida real y común, cuando se actúa con apresuramiento se incurre en yerros y, lo que es peor, se hace visible la persona y se convierte en blanco vulnerable. Es por ello indiscutible que el acelere de Alejandro Moreno Cárdenas por convertirse en candidato del PRI a la Presidencia en 2024, es un ejemplo del apresuramiento que en política no debe arrogarse, porque se muestra la testa y las intenciones, y en ese tenor, desde fuera o del interior de la propia casa surgen los obstáculos para atajarlo. Faltan dos años y muchos políticos de los diferentes partidos ya andan acelerados, buscan aparecer por todos lados para ser tomados en cuenta, mientras que otros se mantienen tranquilos, callados, sin moverse, ya que les dijeron que el que se mueve no sale en la foto, como solía expresar el fundador de la CTM, don Fidel Velázquez Sánchez. En Morena todos se mueven, pero tienen el aval del Presidente Andrés Manuel López Obrador que aún no decide entre la jefa del Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum Pardo que viene siendo su clon –ahora que desea “amarrar” la candidatura, aunque cuando lo haga y gane quien sabe cómo reaccionará en el poder-, Marcelo Ebrard –que por su alianza con Ricardo Monreal probablemente lo deje fuera el mandamás, ya que el zacatecano, en caso de ganar el actual canciller la Presidencia, sería sin duda el Secretario de Gobernación-. Por ello, AMLO podría decidirse a favor de Adán Augusto López Hernández a quien considera su hermano, además de ser tabasqueño y leal a cualquier precio. De ser el tabasqueño se repetiría la historia de Miguel Alemán Valdez que dejó como sucesor a su paisano Adolfo López Mateos, el hombre de la austeridad plena, quien a pesar de los sinsabores que dejó Alemán Valdez jamás intentó una acción en su contra o contra su nombre.
PERO NOS referíamos a “las cabezas que sobresalen son las primeras en rodar”, frase atribuida a Napoleón Bonaparte, y hay quienes aseguran que en ese tenor se acaba de colocar el ex gobernador de Oaxaca, Alejandro Ismael Murat Hinojosa, hijo del exgobernador de Oaxaca José Murat Casab, a quien buscan relacionar con los negocios del ex gobernador de Campeche y actual dirigente nacional del PRI, Alejandro Rafael Moreno Cárdenas. Alejandro Murat ya levantó la mano, y cuando todo mundo suponía que sería invitado a alguna embajada o consulado por la cercanía que ha mostrado en su encargo con el Presidente López Obrador, de pronto dice que está listo para ser el candidato del PRI a la Presidencia, a sabiendas de las condiciones en que se encuentra su partido tras el escándalo de Alito, pero minado en los últimos años en espacios como gubernatura, diputaciones Federales y Senadurías.
MURAT HINOJOSA ya sacó la testa, y de su buena relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador agradece las deferencias que ha tenido con su Estado, pero, resalta, “esto no es un tema de cariños, sino de resultados”, y por ello define que lo primero es construir una alianza con la gente y después son bienvenidas las coaliciones con partidos y otras expresiones políticas. Lo que llama la atención es que Murat asegura que en 2024 el PRI estaría en condiciones de ganar la Presidencia si el candidato es fuerte y su principal alianza es con la gente, y ante la aceptación que mantiene el presidente Andrés Manuel López Obrador y si ello podría favorecer a cualquiera de los aspirantes de Morena, ataja: “La popularidad no se traslada”.
LA POSTURA de Murat despierta, sin embargo, sospechas, pues no faltan los que aseguran que se trata de “un bulto” apresurado por López Obrador para hacer más viable el triunfo de su partido, y para sacar de la jugada a Alejandro Moreno Cárdenas destruyendo de esa manera la alianza opositora de partidos que metería en un brete al Movimiento de Regeneración Nacional y su abanderado. AMLO quiere un triunfo holgado para el sucesor como el que obtuvo en 2018, para seguir atribuyéndoselo y tener la posibilidad de mangonear a quien quede, en este caso el mejor prospecto sería Adán Augusto López Contreras, a quien no solo le debe la gubernatura de Tabasco, la secretaría de Gobernación y, en todo caso, la Presidencia de la República en el 2024.
AMLO ESTA dispuesto a cortar todas las cabezas que sean necesarias de cara a la sucesión Presidencial, y para ello tiene a su favor a los poderes Legislativo y Judicial, además de la Fiscalía General de la República a cuyo titular le ha dispensado toda suerte de anomalías, hasta negociaciones subrepticias encaminadas a la liberación del ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, aconsejando al padre del procesado en torno a los mecanismos a seguir, algo que al Presidente le parece normal –aunque sabe de antemano que es anormal-, pero lo consciente a sabiendas de que seguirá obedeciendo ciegamente sus órdenes, salvo en el caso de Julio Scherer Ibarra al que seguirá defendiendo utilizando al Poder Judicial, en este caso, al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Saldívar Lelo de Larrea, de quien AMLO dice que el sucesor tendría que ser como este.
POR ELLO a quienes buscarán ser candidatos a la Presidencia en el 2024, más les valdría no mostrar la testa porque, seguramente, se las cortan, ya que AMLO no dejará pasar la oportunidad de refrendar su triunfo en la victoria de quien será su sucesor. Por el momento el riesgo más contundente que enfrentaría López Obrador en el 2024 sería una oposición financiada por los grandes capitales de este País que no desean la continuidad de un régimen que no se sabe si es socialista, comunista o neocapitalista –por los negocios familiares y de los cercamos al Presidente-, y acaso por ello se busca dinamitarla antes de que tengan la ocurrencia de un abanderado que podría ser, incluso, Carlos Slim Helú, el empresario vanagloriado por AMLO como el más austero y honesto, muy cercano a lo que considera que es su propia persona.
POR LO pronto Alito Moreno queda fuera de la contienda, y acaso Miguel Ángel Osorio Chong la busque, aunque primero tendría que medirle la temperatura a las batatas, y respecto al PAN, Santiago Creel es un político descontinuado, mientras que Ricardo Anaya teme ser detenido y el actual dirigente Marko Cortez, simple y llanamente no da el ancho. Del PRD ni hablar, y en el escenario solo quedaría Dante Alfonso Delgado Rannauro que, más bien buscaría la gubernatura de su Estado. Así las cosas. OPINA [email protected]