LAS BUENAS CONCIENCIAS.

Una década sin Carlos Fuentes (1928-2012).

Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.

¿Las circunstancias que me rodean determinan mi vida? ¿Puedo a través de la voluntad modificar mi pasado y educación recibida? ¿El futuro depende solo de mí? Estas son algunas de las interrogantes que provoca la lectura de la novela: “Las buenas conciencias”, obra de Carlos Fuentes publicada en 1959 y catalogada como su segunda novela. Si en “La región más transparente” nos encontramos con una obra revolucionaria en la técnica narrativa, voluminosa, con gran cantidad de personajes y teniendo como escenario central la ciudad de México, en “Las buenas conciencias” el autor narra una historia pequeña, Guanajuato es la ciudad donde todo transcurre, los personajes son pocos y fáciles de ubicar, empero, el telón histórico de fondo sigue siendo el México pre-revolucionario, revolucionario y pos-revolucionario, con todos sus complejos, conflictos, ilusiones, esperanzas y fracasos.

El personaje central se llama Jaime Ceballos, pero para poder acercarnos y dialogar con Jaime, es necesario conocer la historia de la familia Ceballos. Don Higinio Ceballos y su Esposa Margarita Machado (originarios de Madrid, España) llegaron a vivir a Guanajuato en la época del porfirísmo, esta familia modesta y trabajadora tenía tres hijos, la historia nos enseña que cuando llegaron vivían con ciertas precariedades, sus vidas cambiaron cuando fue Gobernador del Estado Octavio Muñoz Ledo, quien los ayudó y pasaron a ser una familia estable y en pocos años una familia potentada.

Cuando Don Higinio murió, su hijo José se hizo cargo de la familia y acrecentó enormemente el poder económico y político. José se casó con Guillermina, una joven perteneciente a otra familia adinerada y de este matrimonio nacerán Rodolfo y Asunción. Estos personajes viven la etapa del porfirísmos y la llegada de la Revolución, una de las preocupaciones centrales de Doña Margarita y también de Guillermina, consistía en cuidar y proteger las buenas costumbres, esto implicaba que sus hijos no debían relacionarse ni sentimentalmente, ni amistosamente, con gente pobre, ellos a los pobres los veían como seres inferiores, si podían los ayudaban, pero jamás se permitían convivir con ellos, los conceptos de esta familia tradicional se resumen de la siguiente manera:

Las palabras “católico” y “gente bien” volvieron a sonar, son sinonimia, desde sus labios apretados. Y pudo, de esta manera, volver a conciliar, con profunda satisfacción, sus intereses mundanos con su retorica religiosa. La propiedad privada es, decididamente, un postulado de la razón divina. En México, la gente decente tiene la obligación de custodiar la educación, la moral y la actividad económica de un pueblo tan atrasado como el nuestro. La familia y la religión son los tesoros del hombre. Tales eran sus máximas más frecuentes y felices.”

En 1910 muere de fiebre José Ceballos, la familia poseía una gran fortuna, aun así las cosas se empiezan a complicar porque los tiempos era revolucionarios, con la muerte de José, Guillermina la viuda se hace cargo de la casa, Rodolfo estaba predestinado a estudiar leyes para seguir perteneciendo a la alta burguesía mexicana, pero por el levantamiento contra el régimen de Porfirio Díaz y, sobre todo, por la muerte de su padre, se vio obligado a ponerse a trabajar en los negocios de la familia; Rodolfo siempre mostró poco carácter, un tipo simple. En cambio, Guillermina logró un buen arreglo para su hija Asunción casándola con Jorge Balcárcel, este joven matrimonio se fue a Inglaterra a estudiar y prepararse, no querían sufrir los drásticos cambios revolucionarios, en Guanajuato se quedaron Doña Margarita, Guillermina y Rodolfo, al poco tiempo la abuela murió y Guillermina envejeció, Rodolfo le escribió a su hermana Asunción que pretendía casarse con Adelina López.

La hermana prácticamente le dijo a Rodolfo que él no podía casarse con Adelina porque era una mujer cualquiera, de origen humilde, y no permitiría que una pelada habitara la casa de la familia Ceballos. Rodolfo no le hizo caso y llevó adelante su plan, al año del casamiento de su hermano, Asunción regresó a casa, vivió y compartió el espacio con Rodolfo y la odiada cuñada, Asunción se fue empoderando y convenció a Rodolfo que debía dejar a su mujer, el problema es que ya estaba embarazada, y aquí es cuando nace Jaime Ceballos, joven que tendrá como mamá a la tía Asunción y como tío-padre a Jorge Balcárcel.

Jaime Ceballos fue creciendo en un ambiente rígido, el tío Jorge le decía que era por su bien, que la gente decente va a misa, se confiesa, elige sus amistades, aquí empezamos a conocer la vida desde niño hasta adolescente de Jaime, el tío Jorge lo reprimía si se enteraba que Jaime estaba enamorado, por cierto, quien le pasaba la información a Jorge de la conducta y deseos del joven, era el sacerdote del pueblo, por eso un día Asunción habló con su sobrino-hijo, con las siguientes palabras:

“–No estés triste, tu tío es un poco severo. Pero sólo piensa en tu bien. Asunción suspiró y juntó las manos. – pronto sentirás…deseos, de conocer mujeres. Te pido que tengas paciencia y que esperes a poder formar un hogar cristiano. Seis o siete años no es mucho tiempo, ¿verdad? Tu tío y yo te ayudaremos a encontrar una mujer buena. Fíjate en el error de tu padre… -¿Cuál? –dijo, con súbito dolor, el joven. –Tú madre no era una mujer de nuestra clase…  -¿Y de qué clase soy? –preguntó Jaime con una mueca que delataba el asco que le producía la mentira dicha con semejante convicción.”

Conforme va creciendo, Jaime se irá rebelando, sabe que la moral que representa su familia es una farsa, que en el fondo son hipócritas que viven de las apariencias, de la mentira, del engaño y autoengaño, se creen católicos, pero sus acciones están totalmente alejadas de Cristo, aquí impera la soberbia, los prejuicios, y el joven sostendrá fuertes enfrentamientos con el tío, primero porque pretende prohibirle la amistad con Juan Manuel Lorenzo, su mejor amigo con quien comparte lecturas de Cervantes, Stendhal, Vaconcelos, y segundo, porque Jaime ya descubrió que tiene madre y que esta fue desterrada de la vida de su familia paterna por ser de orígenes humildes, sin dejar de mencionar que en una casa de citas, Jaime se acaba de encontrar al tío Jorge…

El final de la historia lo dejo abierto para su lectura, sólo recordemos que Jaime ya es un joven que vive en un México de la Revolución Institucionalizada, de hecho, el tío Jorge es uno de los más beneficiados del gobierno del Presidente Miguel Alemán, el gran mensaje consiste en saber que se hizo la Revolución, esta se institucionalizó, y las familias de “Las buenas conciencias” seguían siendo los privilegiados del poder, seguían siendo los rectores morales de esa sociedad, por supuesto que también llegaron al poder los infaltables advenedizos, ejemplo Federico Robles, personaje de la novela: “La región más transparente”. Al final pregunto: ¿Jaime se mantendrá en su actitud digna, revolucionaria, o, se acomodará al poder, a los prejuicios de esa sociedad?

 

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