La que ahora dice “Díganme Doctora Wal” se sube al ladrillo y se marea en el Programa de Gobierno

Entre lo utópico y lo verdadero

Por Claudia Guerrero Martínez

15 de diciembre del 2021.

 

La que ahora dice “Díganme Doctora Wal” se sube al ladrillo y se marea en el Programa de Gobierno

 

Compartimos una carta de empleados molestos y hartos de las excentricidades de la titular del Programa de Gobierno, Waltraud Martínez Olvera, quien soberbia, realiza abusos laborales, beneficia a sus cuates y familiares, cuando presumían ser honestos y austeros. La verdad es que se han convertido en lo peor de la administración de Cuitláhuac García. Y aquí la exponemos de manera textual:

 

Tal vez se juzgue que quien esto redactamos pecamos de insistentes y hasta rayamos en la terquedad, pero preferimos hacerlo para que al menos quede el testimonio de la gran y gloriosa transformación que los “honrados, honestos y fieles” servidores públicos que como la jefa de la Oficina del Programa de Gobierno llevan a cabo en Veracruz, a que su tarea quede sin el cabal reconocimiento de votantes para que éstos valoren con mayor cuidado a quienes elijan al emitir su próximo sufragio.

 

De antemano sabemos que nada ocurrirá, que la señora de marras es más que intocable por el hecho de ser, según afirma, la mano derecha de la sedicente muñeca que vigila de cerca a los corruptos para caerles con la manos en la masa –-aunque no se sabe si para que le den su mochada o para qué fin–, pero es evidente que el único mérito de ella y su hermano el subsecretario de turismo, es el de ser hijos de la mejor amiga de la señora madre de quien hoy ocupa, por desgracia, la titularidad del ejecutivo.

 

Una muestra más de lo honrada que nos salió la señora de la que hablamos –“díganme doctora Wal”—ocurrió el pasado 1 de diciembre con motivo del acarreo escenificado en todas las dependencias para ir al besa-pies del redentor de los pobres. En esta ocasión, la señora no solo obligó a todos los que trabajamos en la Oficina a ir de acarreados, so pena de sufrir acoso laboral y hasta posible despido dizque por no hacer la unidad, sino que pasó la charola y a cada uno de los infelices que tienen la bendición de ser ninguneados y sobajados por ella les cobró ciento cincuenta pesos, además de que los alimentos fue entera responsabilidad de los pobres empleados. Entre los mandos superiores y medios la cooperación fue de mil quinientos pesos por cabeza.

 

Desde luego que llevó a su eterno titiritero, perdón, a su gentil, buen mozo y carismático marido/mantenido, para quien el viaje y viáticos resultaron de a grapa, viajando entre algodones y disfrutando de suculentas viandas que en su vida había tenido posibilidad de consumir.

 

Ahora, el pasado 10 de diciembre, reunió a toda la plebe de la Oficina para llevar a cabo una más de sus “reuniones de trabajo” en la hermosa y espaciosa cancha de tenis que tiene el edificio que alquila en la calle Cayetano Rodríguez, que funciona a las mil maravillas para que ella pueda narrar sus hazañas y se le rinda pleitesía, sin importar que los trabajadores realicen sus tareas hacinadas en un mísero espacio en donde los escritorios no guardan la mínima distancia unos con otros. Pero eso no importa, pues lo que realmente destaca, según dicen, es que el horrendo local se los renta a familiares de doña Olga Cordero, de apellido Nachón, lo que desde luego no tiene nada que ver con tratos corruptos.

 

Por si fuera poco, anunció que el próximo jueves habrá una posada para todos los miserables trabajadores que tendrán el enorme gusto de verla; que el viernes en la tarde todos tendrán que ir vestidos de payasos/mascotas para la pastorela que prepara el gobierno estatal.

 

Ella, por su puesto, irá disfrazada de la virgen María y su marido/mantenido de José, aunque daría más la talla del elefante en el que llegó uno de los reyes magos. Y tal y como corresponde a la moda neoliberal que tanto odia y maldice la muñeca que dice castigar la corrupción y el mesías que guía la transformación del país, todo se debe hacer con extrema motivación, actitud y excelente ánimo, si no es así, está la vieja guillotina pendiendo de la cabeza de cada uno.

 

Para no variar, y ya en pleno periodo vacacional, los empleados están citados para llevar a cabo labores de limpieza, pintura y demás los días domingo y lunes, porque eso no es aprovecharse de la situación y tener mano de obra gratis y demostrar que la 4T viene con todo.

 

Sin embargo, la intención principal de la mentada reunión no fue otra que la de lucir sus grandes logros, pues como ella no se presenta ante los diputados para la glosa de los informes, está urgida por tener a alguien que escuche las odas de su insuperable labor.

 

Así que se escuche en Veracruz y en todas partes del mundo: ella es tan, pero tan buena en lo que hace que ya la ONU se la quiere llevar para que encabece los trabajos de la Agenda 2030 en todo el orbe, en el infinito y más allá. Es más, ya arma eventos para que los niños y jóvenes veracruzanos salven al mundo, bueno, al menos eso dice, aunque no tengan para comer y su educación sea de cuarta y cuando la miseria y corrupción pública galopa a todo lo ancho y largo de la entidad.

 

Otro gran logro: la llaman de otras partes y fuera de palacio ya la ubican como funcionaria de gobierno, cosa que por cierto nunca preocupó a sus antecesores en el cargo no obstante que ellos si tienen méritos propios reconocidos por propios y extraños. Lo que es la pequeñez.

 

De su lealtad, mejor ni hablamos. La última prueba de su conducta está en el despido de la directora de Seguimiento del PVD, funcionaria pública de intachable conducta y desempeño que tuvo la osadía de no estar de acuerdo con sus pésimas e ilusas ideas. En radio pasillo se dice que la desavenencia se produjo cuando la funcionaria despedida se enteró que todo el trabajo del área a su cargo se utiliza para que la estrella más fulgurante del universo, la que ya transforma la vida en el mundo, empezando con su familia que antes vivía debajo de la medianía, justifique lo que le da el CONACYT.

 

Desde luego, reconocida y admirada Claudia Guerrero, suplicamos mantengas nuestro anonimato, porque ya en todo Programa de Gobierno hay muchos compañeros que practican sin parar la sexta ley de Newton: “todo lo que se arrastra sube”. Muchas gracias.

 

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