La mejor de las suertes para Ricardo Ahued Bardahuil como alcalde de Xalapa

CABOS SUELTOS

Silvia Sigüenza

A muy pocos días de que tome posesión como Alcalde de esta ciudad capital el señor Ricardo Ahued Bardahuil, quien por segunda ocasión desempeñará el cargo y no siendo desconocido para los ciudadanos, esperamos que cumpla cabalmente con su misión ya que los xalapeños nativos y habitantes de otros lugares avecindados en esta ciudad capital, votamos por él con la seguridad de que cumplirá cabalmente  con la responsabilidad que por segunda ocasión tendrá.

 

En esta ocasión llegó a la presidencia municipal de la capital del Estado acuerpado por MORENA. Quienes votamos por él esperamos no ser defraudados, ya que es obvio que el partido al que por hoy pertenece tiene sus líneas de operación bastante distintas a las tradicionales.

Se encontrará con una ciudad-capital, en pleno desastre, lo que por supuesto sabe ya que tiene al menos tres meses de estar nuevamente en ella.

Tenemos por hoy un desastre de ciudad capital, calles en verdadero estado de pos-guerra, colonias a las que nunca se les atendió y mantienen en la capital de un Estado tan rico, amplio y variado como es Xalapa al borde del desastre.

Se cómo muchos más, lo difícil que es convencer a los vendedores ambulantes de que cambien su lugar de ventas.

Una de las peores zonas de esta  capital lo constituye la calle de Poeta J. Díaz en el tramo comprendido entre Clavijero y 20 de Noviembre. Por este tramo tenemos: vendedores ambulantes que han puesto hasta molinitos de café. Los que venden legumbres y frutas ocupan toda la banqueta a lo largo y ancho, más la mitad de la calle entre las dos banquetas, con carretillas, puestos de madera con frutas y verduras, las “yerberas” etc. Además de que varios comercios fijos que cuentan con tiendas  alineadas y de concreto, que lamentablemente sacan a la calle parte de los productos que venden: Piñatas, zapatos, ropa para niños, botellas con líquidos curativos, etc.

Y así pues queda una sola banqueta para los transeúntes, y como usted sabe y puede constatar, la calle queda muy limitada para los que en ella caminamos.

Agregue: la circulación de dos o tres líneas de autobuses de Servicio Urbano, taxis, autos particulares ya que como usted bien sabe es una arteria que viene desde Manuel Ávila Camacho y llega hasta la avenida 20 de Noviembre.

Otra terrible situación se da en la calle de Revolución. Al menos cinco rutas de autobuses de servicio público, más los que van a Coatepec; más taxis y combis, a partir del cruce con Altamirano, se convierte en un caos. De tal manera que los transeúntes tenemos grandes dificultades para transitar por esas calles y más aún para cruzarlas. Sin omitir que una gran parte de ciudadanos somos de la tercera edad y por distintas razones, somos los que caminamos estas calles. No hay semáforos, ni agentes de Tránsito. Y es arriesgar la vida, ser atropellado por un vehículo, taxi etc. etc.

Sin omitir que también en la calle de Revolución a partir del cruce con Manuel Altamirano es un caos y peligro igual al descrito en las calles anteriores. Se suma aquí la inmensa cantidad de personas que esperan un autobús o combi que les lleve a su destino. Los que caminamos no podemos hacerlo en las banquetas, hay que hacerlo a media calle con el consiguiente peligro.

Y grave de toda gravedad, la GRANJITA, una   veterinaria, asiste a los perros enfermos,  a los que llevan por supuesto sus dueños. Obvio que son perros enfermos, se amontonan literalmente sus dueños al grado de impedir el paso a los transeúntes que deben bajarse de la banqueta y la circulación de carros es numerosa. Y una se pregunta ¿los canes y sus dueños no están obligados a guardar la “sana distancia”?

Y ya entrada en gastos y quejas, pues le solicito que encuentre una solución a estos graves problemas, que desde luego no desconoce ya que en este encuadre están algunas tiendas de Ud.

Sé que el problema es grande y la solución mayor, implica una serie de negociaciones. Pero le recuerdo el grave y serio problema que era el espacio conocido hasta la fecha como “El árbol” y / o, la Plazuela del Carbón; un terrible caso porque además tenía cables de luz al aire, etc, etc, Y después de algunas negociaciones, el entonces Alcalde de esta ciudad Lic. Reynaldo Escobar Pérez, tras varias pláticas logró trasladarlos a otro espacio.

 

Deseándole  la mejor de las suertes y confiando en su experiencia como Alcalde; esperamos ponga la solución a estos graves problemas que aquejan a los ciudadanos.