Julen Rementería, el otoño del gachupín

¿Rementería o Rementiría?

Don Fernando, un autodidacta tan informado como mañoso, era de los que invariablemente advertía a los opositores del presidente de la República en turno -él trabajo para seis- que “con el poder no pueden pelear porque el poder mata”.

Era de los que sostenía que en política era muy riesgoso alternar con los tontos con iniciativa por el daño que provocaban e invariablemente aludía el viejo dicho de que para tener la lengua larga hay que tener la cola chica.

La vida de Fernando Gutiérrez Barrios, el llamado “Hombre Leyenda”, siempre estuvo llena de trabajo, lealtad e institucionalidad, pero también de anécdotas y pasajes políticos que invariablemente coronaba en sus largas charlas con aquello de que “si metes la pata déjala bien adentro y no busques justificarte”.

Pues todo lo anterior le viene como “anillo al dedo” al aun senador Julen Rementería del Puerto a quien, no se sabe si es su ignorancia o arrogancia lo que le gana o es su ineptitud para lidiar con la cosa pública.

El caso es que por tres ocasiones ha pretendido sin éxito, cuestionar a la máxima institución presidencial.

Julen es de los que no entiende.

Da tumbos. Sus desaciertos son mayúsculos. Se muestra desinformado y pone en riesgo su propia libertad ya que en cualquier momento la Fiscalía General de la República, habrá de revivirle los cadáveres que tiene en el closet para ponerlo tras las rejas.

Y es que ya para que el propio jefe de las instituciones nacionales le revire, aclare y hasta se mofe de él es que el terreno que pisa es muy fangoso.

Más claro no pudo ser el mensaje presidencial al viejo político.

“Un senador del PAN, el que trajo a los de Vox, acusó que consumíamos no sé que cantidad de chorizo ¡una grande denuncia! y ahora igual que se trajeron médicos cubanos que no tienen título ¡un gran escándalo! Es evidente que es una persona mayor y se le debe respetar; es de pensamiento ultraconservador, pero tiene que actuar con ética”.

La paliza a Julen la remata con un “Tengo entendido que este senador fue de Obras Públicas en el gobierno de (Miguel Ángel) Yunes y ahora se quiere convertir en el paladín de la honestidad y transparencia: muy lamentable. Qué bien que salen estas cosas, porque así ya no hay medias tintas. Ya cada quien se ubica en su lugar”, dijo el mandatario.

Tras esa fulminante sentencia en las horas siguientes se iniciaría la escalada destructiva contra este arrogante abusivo del poder.

Arrastrando al mismo exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares la opinión pública regresa a la memoria las rapacerías de quien hoy motejan como “Rementiroso”.

Le recuerdan que a su paso por la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública, SIOP, favoreció a panistas, como fue el caso del pillo exdirigente de Acción Nacional, José de Jesús Mancha, así como a empresas foráneas de dudosa procedencia cuyos contratos (SIOP-OP-FF-126/2016-DGC-CYCE) son del dominio público.

Ello al igual que las “Empresas Fantasma” contratadas por el sujeto de marras puestas al descubierto particularmente su preferida, ACEVECON S. de R.L. de C.V, sin domicilio localizable en Las Choapas.

El tema de los parquímetros.

La diputada federal de Morena Rosa María Hernández Espejo aprovechó la polémica del senador panista para recordar un asunto de corrupción en Veracruz.

A través de su cuenta de Twitter la diputada dijo que Julen Rementería debería explicar “la concesión que otorgó a la empresa Zeus para operar parquímetros en Veracruz cuando fue alcalde”, ahí la fiesta de los millones fue grandiosa.

Bueno, pues por ello y lo que se sume en los siguientes días, su posición como coordinación de su bancada en el Senado de la República, se hace insostenible.

Y no solo eso, obligada su solicitud de licencia al dejar marcado al Partido Acción Nacional como lo más rancio de la ultraderecha y el fascismo.

Difícil además que para el 2024 sea nuestro gobernador.

No, después de la tragedia de Morena con Cuitláhuac que estamos viviendo y padeciendo.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo