Vivir en el Golfo
Por Rodolfo Herrera
INHABILITADO POR 10 AÑOS… Y ANDA EN CAMPAÑA
En la capital del estado, la alianza PAN-PRD simplemente no logra conectar, pero de ganar, la ahora candidata Ana Miriam Ferráez trae consigo al más cuestionado de los operadores, el candidato a síndico Agustín Basilio de la Vega, inhabilitado por 10 años, señalado de negligencia administrativa y multado con 2 millones 104 mil 105 pesos.
Y es que tal parece que a la candidata eso de los amarres políticos no se le dan y ello quedó de manifiesto este fin de semana, cuando la abanderada del PES en Xalapa, Brenda Aguilar, por su propia cuenta decidió abandonar la candidatura y declinar en favor de Ana Miriam, amarre que duró un par de horas, cuando la dirigencia de Encuentro Social salió a desconocerla.
Lo que consideraron serviría como un golpe mediático para impulsar el posicionamiento de Ana Miriam, simplemente no fructificó y Brenda quedó fuera de la contienda sin haber conseguido nada, excepto el ridículo.
Aun así, no se trata del único desacierto de la campaña de Ana Miriam, también ha sido un verdadero lastre la nominación de quien la acompaña como síndico en la planilla, Agustín Basilio de la Vega.
Y esto porque el 21 de abril de 2010, de acuerdo con el expediente DR-0072/2010 de la Secretaría de la Función Pública, Agustín Basilio de la Vega fue retirado del cargo de Delegado de la SCT en Veracruz con sede en Xalapa y no podrá ocupar ningún nombramiento del gobierno federal, hasta abril de 2021.
De esto consta por las denuncias presentadas por su antiguo compañero de partido Marcos Salas, quién siendo diputado federal presentó denuncias ante la función pública, donde se detectó que Basilio de la Vega asignaba arbitrariamente obras a 70 empresas que se llevaron toda la inversión federal destinada a Veracruz.
De todo ello consta en otras denuncias de empresarios constructores como el caso de “Corporativo Águila” cuyo inversionista José Covarrubias Maldonado, demandó a la SCT, obteniendo resultados favorables en el juicio al comprobar hechos de corrupción por parte de Agustín Basilio, en contra del empresariado Veracruzano.
Agustín Basilio de la Vega vive de la imagen de un hombre fuera de serie, su padre, un respetado estudioso de teología y filosofía que se ganó un merecido espacio de admiración dentro de la iglesia católica.
Pero Agustín Basilio de la Vega ha demostrado que inmerecidamente, ha ocupado espacios gracias a la imagen de su padre, pero que en el quehacer público y social ha sido extremadamente desaseado.
Por ello uno no se explica cómo estando inhabilitado por hechos de corrupción, los panistas hayan sido capaces de incluirlo en una figura tan importante en un municipio como es la de síndico, que de ganar, llegaría al ayuntamiento de Xalapa a ejercer lo único que sabe hacer, corrupción.
Es por ello que Agustín Basilio de la Vega representa en la planilla de Ana Miriam un retroceso, un lastre que no da confianza a los xalapeños.
VERACRUZ, SIN ORDEN CATASTRAL
En el ayuntamiento de Veracruz, después del Impuesto Predial, las operaciones realizadas por los notarios en trámites como el “Traslado de Dominio”, representan el segundo ingreso más importante para el municipio.
En comparación con Boca del Río, donde los trámites en oficina de ingresos son inmediatos y algunos no tardan más de 10 días, en el municipio porteño el mismo trámite lleva 8 meses sin resolver.
Los Notarios son de los principales clientes del Ayuntamiento y sin ninguna razón la relación con Catastro se encuentra fracturada, aunque usted no lo crea, a nivel de gritos y mentadas de madre.
Por el momento, le voy a dar un dato importante: Quien manda en el ayuntamiento es el tesorero Jorge Bravo, de él depende el nombramiento del director de catastro, pero desde marzo ese puesto permanece acéfalo y despacha como interina Erika Iraís Rodall Bautista, es en este cuatrienio cuando los 65 notarios no encuentran solución y no entienden por qué la oficina que más recaudación ofrece al ayuntamiento, está en total abandono y a merced de Jorge Bravo, que tiene la mínima intención de resolverlo.
¿Por qué la decisión depende exclusivamente de Jorge Bravo? ¿Alguien votó por él para ir mandara en el ayuntamiento? ¿Habrá encima de él alguien con suficiente autoridad como para ordenarle una auditoría? ¿Eso no es competencia del Orfis?
En los próximos días le daré cifras que abonan a la incomprensión.
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