“Donde mora la libertad, allá está mi patria.” – Benjamín Franklin.
Cual, si volviéramos al medievo, México atraviesa la peor de las crisis de opacidad de la que se tenga memoria en los últimos 20 años.
El oscurantismo de terror que pretende imponer el régimen transformador del presidente Andrés Manuel López Obrador es una de los muchos clavos que pareciera estar pretendiendo colocar al ataúd de su propio gobierno.
Sumidos en una especie de limbo ante la inoperancia del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el cual acumula ya 7 meses sin poder desarrollar sus sesiones para dar trámite a las solicitudes de acceso a la información, pareciera esperar la estocada final de lo que se prepara ya como la operación final de retorno oficial al oscurantismo cuatrotero.
Y es que recordará amable lector que desde el pasado 1 de abril, el INAI quedó imposibilitado para realizar sesiones plenarias pues solamente tiene cuatro de siete comisionados, uno menos del mínimo legal requerido. https://www.animalpolitico.com/politica/inai-cumple-mes-sin-sesionar-comisionados-recursos-revision
El pasado 2 de octubre, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) volvió a darle la razón al INAI, paralizado intencionalmente desde ya casi 7 meses. Tras el vencimiento del mandato de tres de sus comisionados en abril, la mayoría morenista en el Senado ha mantenido bloqueada su renovación como parte de la campaña de desgaste lanzada por el Gobierno contra el organismo de transparencia. https://elpais.com/mexico/2023-10-03/la-corte-ordena-al-senado-desbloquear-el-inai.html
La SCJN ordenó ahora al Senado poner en marcha el proceso de nombramiento de los comisionados faltantes antes de que termine el periodo de sesiones el 15 de diciembre. Como medida preventiva, el fallo permite además que el pleno del organismo vuelva a funcionar con los cuatro comisionados con los que cuenta por ahora. El quórum mínimo previsto en la ley es de cinco comisionados.
Solo que ahora dos fenómenos se están cocinando lamentablemente en contra del INAI, el primero, que era de esperarse, es que el Senado controlado por Morena y aliados, pretende, desconocer a todos los comisionados aprobados en las comisiones respectivas, para imponer abierta y francamente a puros simpatizantes de su movimiento, con la consigna de solo así rehabilitar las facultades del órgano autónomo.
Cosa que evidentemente permitiría hacerse del control del órgano garante de la transparencia en México y con ello, emprender la más grande campaña de simulación conocida.
La otra y aún más grave situación es la autocensura que los comisionados integrantes del INAI se han impuesto por temor a sufrir represalias por parte del Poder Ejecutivo, vía Legislativo.
Pero más grave resulta enterarse que los mismos comisionados en funciones, han creado una especie de cofradía, en la que les han pedido a los ex miembros del INAI, no opinar, ni dar sus impresiones al respecto, creando en sí mismo una antítesis de lo que se supone ellos promueven que es la transparencia y libre acceso a la información pública.
De esta manera la inminente condena a todo proceso que permita el renacimiento de la cultura de la transparencia y el acceso a la información pareciera tener sus principales obstáculos en quienes hoy lo conforman, por no tener los tamaños, ni los arrojos de defender un derecho universal consagrado en la misma Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 19, en donde se garantiza la libertad a investigar y recibir informaciones sobre los temas de orden público.
Por lo pronto, mientras no exista un reclamo social masivo, demandando el accionar libre e inmediato del mismo INAI en garantizar, fortalecer y transparentar la garantía de acceso a la información los mexicanos estamos condenados a regresar al oscurantismo.
Bonita chingadera, tanto avanzar, para que, en un sexenio, todo se fuera al traste.
Al tiempo.
Twitter: @LuisBaqueiro_mx