Agosto 15, 2016
La decisión de un juez federal de liberar a Ildefonso Zamora, defensor indígena ambientalista, pone fin a nueve meses de injusticia, luego que fuera privado de su libertad el 20 de noviembre de 2015. El Poder Judicial de la Federación reconoció que en el proceso penal seguido en su contra por el delito de robo agravado se violó su derecho humano a la presunción de inocencia al no existir pruebas en su contra.
Durante la audiencia en la que Ildefonso Zamora fue puesto en libertad, expresó ante la jueza: “Soy inocente y siempre lo supe. Todos los daños que me han hecho, son de difìcil reparación y no sé quién me dará justicia”.
Al salir de la prisión y tras reencontrarse con su familia, el defensor indigena expresó su agradecimiento a las personas que lo apoyaron a exigr su liberación y dijo: “espero poder retomar mis proyectos de familia y de la lucha en la defensa de la tierra de los tlahuicas y los bosques que marcan la vida para las generaciones futuras, pues sin ellos no hay agua y sin agua no hay vida”.
Amnistía Internacional, Greenpeace y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez reciben con satisfacción la liberación de Ildefonso, reconocen la importante labor del Juzgado Quinto de Amparo al garantizar su derecho a un juicio justo y exigen a las autoridades del Estado de México reconocer como legítima la labor de defensa del Gran Bosque de Agua, del cual San Juan Atzingo forma parte, y que no lleven a cabo ningún tipo de persecución en contra Ildefonso o de su familia, pues la defensa de los bosques continúa, y el Estado debe garantizar que puedan llevar a cabo dicha actividad sin temor a represalias.
Ildefonso Zamora es originario de San Juan Atzingo, en el Estado de México, donde ha combatido la tala clandestina de los bosques y se ha dedicado a la reforestación, desde el año 2004. Existen elementos para presumir que su encarcelamiento estuvo basado en sus denuncias de los daños que se están causando al territorio y al entorno de su comunidad. Su caso es representativo de la criminalización que sufren los y las defensoras de derechos humanos y del medio ambiente en México.
La liberación de Ildefonso Zamora es un primer paso para la justicia, y la defensa del Gran Bosque de Agua, que fue posible gracias a la incansable lucha de su familia, su defensa y la exigencia de más de 47,000 personas que se sumaron a la campaña #IldefonsoLibre para exigir la libertad inmediata e incondicional del defensor ambientalista.
Información Adicional.
La comunidad de San Juan Atzingo, ubicada en el municipio de Ocuilán de Artega, Estado de México, comenzó la defensa de sus bosques en 1998 ante el embate de la tala ilegal. Su territorio es parte del Gran Bosque de Agua, que abarca 120 mil hectáreas que albergan casi el 2 por ciento de la biodiversidad mundial.
Como comisariado de Bienes Comunales, Ildefonso Zamora impulsó el reconocimiento de las tierras de San Juan y denunció a los taladores de bosques. El 15 de mayo de 2007, Aldo y Misael, hijos de Ildefonso, fueron emboscados; Aldo murió y Misael fue herido.
Unas semanas después, el gobierno del entonces presidente de la República, Felipe Calderón, le otorgó a Ildefonso y a su comunidad la mención honorífica del Premio al Mérito Ecológico y la promesa de justicia por el homicidio de Aldo.
El 20 de noviembre de 2015, Ildefonso fue detenido y acusado sin pruebas del delito de robo agravado; además, nunca fue notificado de que se había iniciado una averiguación en su contra. Fue recluido en el Centro de Readaptación Social de Tenancingo.
Ante la evidente criminalización del ambientalista, Greenpeace, el Centro Prodh y Amnistía Internacional lanzaron la campaña #IldefonsoLibre. Amnistía Internacional lo reconoció como preso de conciencia.
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