*Es capaz de encarcelar al propio AMLO en el 2024
*Cuevas y Robles exigen al Presidente sea contrapeso
AUNQUE YA no son como antes, según suele pregonar el Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo cierto es que el titular del Ejecutivo Federal se la ha pasado “tapando” las confrontaciones, trapacerías y hasta ilegalidades de sus colaboradores, familiares y gente cercana a su Gobierno, como el reciente caso del Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero que mantuvo en prisión dos años a la hijastra de su hermano Federico, por un delito que ni siquiera existe, mientras que la madre de esta, una anciana de casi 90 años enfrentaba una orden de aprehensión por instrucciones del poderoso funcionario, hasta que los 11 ministros del pleno de la Suprema Corte ampararon a Alejandra Cuevas, ordenando su libertad inmediata, ya que determinaron que se utilizó una figura inexistente en el código penal de la Ciudad de México para meterla a la cárcel: la de garante accesoria, y lo peor es que no pasa nada, porque la Fiscalía de la Ciudad de México de Claudia Sheinbaum Pardo puede inventar ilícitos, violentar la ley y no pasa nada, y que decir del titular de la FGR que puede hacer lo que le venga en gana porque son dueños de la ley y no pasa nada. Por ello, al finalizar la discusión, el ministro Presidente Arturo Zaldívar, presidente de la SCJN, anunció que de esta forma queda resuelto el asunto, e instruyó que se notificara a las autoridades correspondientes para que se pusiera en inmediata libertad a Alejandra Cuevas Morán, de 67 años, quien permanecía en la cárcel por presuntamente ser responsable de la muerte de Federico Gertz Manero, concubino de la madre de esta, Laura Morán Servín, de 94 años. A esta última, la Corte le otorga amparo liso y llano y deja sin efecto la orden de aprehensión.
LA MUERTE del abogado Federico Gertz, hermano del actual fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero sucedió en septiembre de 2015 en la Ciudad de México, cuando tenía 82 años y una serie de enfermedades crónicas. El estudio de los forenses señaló como causa una “congestión visceral generalizada”, producto de una neumonía y un choque séptico por una úlcera en la espalda. Sin embargo, su hermano –el todopoderoso Fiscal- Alejandro Gertz Manero, que por entonces dirigía la Universidad de las Américas de Puebla, denunció que aquella congestión había resultado del maltrato infligido por parte de la pareja de Federico y las hijas de esta (aunque nunca dio dinero para atenderlo). En aquel entonces, el actual Fiscal General de la República señaló que la Fiscalía de la capital mexicana evitaba investigar el caso por asuntos políticos. Ahora, luego de ingresar a prisión el 16 de octubre de 2020, la Corte ordenó la liberación de Alejandra Cuevas, una de las hijas de Laura Morán, en uno de los casos más polémicos que ha enfrentado el actual fiscal, quien ha sido criticado por inventar un delito con la complicidad de la fiscalía de la ciudad de México, y uno se pregunta ¿estos son los que quieren gobernar el País a la salida de Andrés Manuel López Obrador? Que Dios nos agarre confesados. Dice Alejandra Cuevas a la prensa que la defendió: “Sin ustedes, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, me hubiera sepultado para siempre en la cárcel con un delito que él fabricó, provocando un daño irreparable en mi familia y en mi vida”.
POR ELLO, luego de conocerse las triquiñuelas a las que recurrió para mantener en prisión a su cuñada y la hijastra de su hermano, la propia Alejandra Cuevas sostiene, y vaya que no anda errada, que es un deber de los mexicanos exigir la destitución del fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, “quien se convirtió en una especie de Frankenstein, un monstruo que ha aglutinado tanto poder que ya nadie sabe qué hacer con él”, secundado por su hijo Alonso Castillo Cuevas después de que Gert Manero acusó a su madre, Alejandra Cuevas, y a su abuela, Laura Morán, de la muerte de Federico Gertz Manero, en 2015. Indignado por lo sucedido a su madre, Alonso Castillo dice que nadie ha parado a Gertz Manero, a quien definió como un hombre que ha acumulado poder sin ningún contrapeso constitucional, que lo puede llevar más adelante a encarcelar al Presidente de la República. “Es un hombre que ya tiene tal magnitud de poder que al rato va a poder encarcelar al Presidente; es autónomo, pero de la humanidad, de la sociedad es incontrolable, entonces ¿dónde están los contrapesos constitucionales?, ¿quién le va a exigir la rendición de cuentas?, se pregunta “y, más allá de que mi familia exija la reparación del daño, es México, la sociedad civil la que tiene que exigir…”. Realmente es un deber de los mexicanos exigir la destitución del fiscal y que explique los delitos que ha cometido en contra de México y de mi familia”, sentencia
PERO NO es la única familia que exige la destitución de Gertz Manero. Familiares de Rosario Robles Berlanda hacen lo propio, y piden al Presidente Andrés Manuel López Obrador que detenga al titular de la FGR en sus ánimos de venganza y saña contra ella. Robles Berlanga difundió una carta donde acusa al presidente López Obrador, al fiscal General de la República y al exconsejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer de coludirse para encarcelarla, a fin de llegar a “peces más gordos”. De su puño y letra, Robles afirma: “me llegaron informes de que en 2019 previo a mi detención, en una conversación sostenida entre usted -AMLO-, el fiscal General y el Consejero Jurídico se discutió mi situación. El fiscal los convenció de que la única manera de llegar a peces más gordos era presionándome en la cárcel. Ahí se decidió mi suerte. Se armó toda una maquinaria, incluido el juez/sobrino de apellido Padierna para atraparme en estos muros. Me convertí en rehén. Además de ser la única (por cierto mujer) privada de su libertad por la supuesta triangulación de recursos a las universidades (lo que hasta ahora no se ha demostrado, por el contrario, dicha hipótesis ha sufrido serios reveses en el tribunal administrativo)”, escribió la extitular de la Sedesol y Sedatu en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
DESDE EL penal de Santa Martha Acatitla donde se encuentra recluida, Rosario Robles hizo referencia a un texto publicado por el exconsejero jurídico Julio Scherer, donde acusa al fiscal Alejandro Gertz de diversas conductas ilegales durante su gestión. “Sólo usted puede ponerle un alto. No pido, exijo justicia”, demanda Rosario Robles al primer mandatario. En ese marco, familiares de la exsecretaria de Estado encabezados por su hija, Mariana Moguel Robles, se presentaron en Palacio Nacional donde entregaron la carta para pedirle que “detenga al titular de la FGR en sus ánimos de venganza y saña contra ella”, dijo Moguel. Ojalá el Presidente dejara de defenderlo y parara el poder desbordado de Gertz Manero, antes de que, como dicen Alejandra Cuevas, lo lleve a prisión cuando termine su gestión. Así las cosas. OPINA [email protected]