GARCÍA GUZMÁN, DE REGRESO AL PAN

ACONTRACORRIENTE

Manuel del Ángel Rocha

Durante un largo tiempo, Ricardo García Guzmán  ha demostrado ser como el camaleón, cambia de colores de acuerdo al momento y la ocasión, pero siempre de la mano del poder, no en sentido inverso. Apenas acomodó a su hijo Rodrigo García Escalante en  la diputación local por el Distrito 1,  candidato del Partido Verde que los  acuñó (Ricardo, su hermano fue electo alcalde por el mismo partido, satélite  del PRI, bajo el control de Javier Herrera Borunda en el estado), mientras que el ex diputado (electo por el PAN), es alcalde de Pánuco, pero despacha en Xalapa. Ricardo sabe acomodarse y jugar con el que gana, desde que Patricio Chirinos Calero fue gobernador. Su ascenso es vertiginoso. Pero también su cúmulo de dobleces, que ha oscilado en el cuadrante político, del PRI al PAN al PRI,  con pactos soterrados, pero  manteniendo siempre en la región a  incondicionales propios, y del su clan familiar. Hoy despacha nuevamente de Contralor del Estado, bajo el aura del gobernador Javier Duarte,  pero al parecer por poco tiempo, porque el sábado que el  gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares estuvo en Panuco, para salvar su salea puso a disposición de choleño información clasificada del gobierno, que solo él posee.

En 2005 siendo diputado local, en la LX Legislatura, amenazó con demandar al entonces, también diputado Miguel Ángel Yunes Márquez, presidente de la Comisión de Vigilancia, porque lo llamó “loro huasteco y neófito”, en virtud de la cantidad de anomalías que siendo Contralor en el gobierno de Miguel Alemán, omitió poner en claro en función de su investidura. El desvío de recursos de los fideicomisos del 2% a la Nómina,  y  de los Tiburones Rojos, por la venta y reventa de los jugadores del equipo.

En su primera actuación como Contralor del Estado en 1998, fue del dominio público el haberle dado la espalda a quien lo recomendó en el puesto, Alejandro Montano Guzmán, entonces Secretario de Seguridad Publica y hombre fuerte de Miguel Alemán. Durante aquella etapa llenó de recomendados las alcaldías y organismos descentralizados con sus “contralores”, que para el caso fue lo mismo; se inauguró a gran escala la corrupción en Veracruz, avalado por el flamante Contralor en jefe. En Pánuco y la región, no hubo lugar de la administración estatal, y municipal  que no fuera copado por sus intereses, que en el rubro de la construcción de guarniciones y banquetas, sus allegados hicieron prácticamente todas, en  los ayuntamientos.

García Guzmán fué candidato a diputado local de 2004 al 2007, con una campaña que ha hecho historia en aquel distrito, porque no hubo pobreza durante ella, todo lo contrario, llovieron enseres domésticos al por mayor. Vajillas, estufas, refrigeradores, pero sobre todo las escuelas se vieron abarrotadas por computadoras, pupitres, pizarrones, y materiales escolares, que muchos de ellos acabaron en las casas de maestros y trabajadores; sus recomendados en los puestos públicos y en las obras, le pusieron todo, le compraron todo, hasta la exageración.

En 2007 apenas salió de la diputación,  es propuesto por el PRI para ser presidente municipal, que logra tras su elección, pero durante su gestión  se confronta de manera abierta con el  entonces gobernador  Fidel Herrera Beltrán, al grado que la Comisión Permanente de Congreso local,  le dio entrada a la solicitud del Procurador del estado Salvador Mikel Rivera, para iniciar un juicio de desafuero en su contra, por presunto daño patrimonial en la cuenta pública del 2008, además de abuso de autoridad e incumplimiento de un deber legal.  Pero García Guzmán, pide clemencia a Herrera Beltrán, aduciendo mala relación con el poder Legislativo, que buscan enfrentarlos sin razón aparente, en carta dirigida en abril del 2010 a los medios de información.  Aquella pugna  le da  para impulsar a su hijo a ser diputado local por el PAN. Incluso, para amarrarlo, en 2009, su esposa Nora Escalante es lanzada como diputada federal suplente con Patricio Chirinos del Ángel.

En julio de 2014, Ricardo García Guzmán es designado nuevamente Contralor estatal por Javier Duarte, para sustituir a Mauricio Audirac Murillo, bajo la premisa de poner en orden total a la administración. Instrucción que en lugar de cumplir, la agravó, al  engañar al gobernador, haciéndole creer que con sus relaciones en la ASF, todo lo arreglaría. Falso, todas las auditorias practicadas por esa institución han tenido como destino la PGR, donde en cualquier momento se empezarán a   librar las ordenes de aprehensión en contra de por lo menos una docena de funcionarios y ex funcionarios.

Apenas el sábado, con motivo del encuentro para elaborar el Plan Estatal de Desarrollo realizado en Pánuco, el Contralor, a través de su hijo, el alcalde, le organizó una mega recepción al gobernador electo (quien encabezó el evento), poniendo al descubierto sus aviesas intensiones, de querer amarrar su protección y ser perdonado por la ley, ante las omisiones por su irresponsabilidad, al no vigilar la estricta aplicación de los recursos públicos en beneficio del pueblo. Como nunca Veracruz ha sido saqueado, y el Contralor de acuerdo a la ley tiene responsabilidades, amén de traicionar, otra vez, a quien le da su confianza. Su regreso al PAN para protegerse es inminente. ¡Alcancen a  los que desviaron  recursos públicos, ya   Judas por su salvación, puso sus cabezas en charolas de plata!.