*AMLO recomienda consumo sin saber de costos
*Desperdicio alimentario sigue siendo un crimen
HACE BIEN el Presidente Andrés Manuel López Obrador en promover el consumo de frutos como la Pitaya, una cactácea del trópico que contiene vitaminas C y B, potasio, hierro, calcio y fósforo, además de que es baja en calorías, lo que combinado con verduras se pueden obtener cualidades nutricionales únicas, ya que estas últimas son bajas en calorías, contienen gran cantidad de agua, vitaminas hidrosolubles como vitamina C, ácido fólico, vitaminas del complejo B, vitaminas liposolubles como beta carotenos, vitamina A, E y K y minerales donde destaca el potasio, magnesio y fibra. Son tales los beneficios que especialistas aseguran que si consumes diariamente frutas y hortalizas frescas puedes prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, trastornos digestivos, algunos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas, además te ayuda a luchar contra el sobrepeso y la obesidad, y hasta ahí todo va bien. Lo que no sabe, tal vez, el titular del Ejecutivo Federal, es que el costo de la mayoría de los frutos de temporada es inaccesible al pueblo bueno, al que está desempleado o empleado con salario mínimo, o al que estira sus pensiones laborales o sociales. Porque esa pitaya que golosamente disfrutó López Obrador desde su finca el pasado fin de semana tiene un costo de entre 69 y 79 pesos las tres piezas, además de que no existe una cultura del consumo debido a que las dependencias mantienen inacción en torno al tema, mientras que la Secretaría de Desarrollo Agropecuario se enfoca en otros productos más redituables.
Y CIERTAMENTE, los niños y adultos mayores deben privilegiar el consumo de frutas sobre la comida chatarra, pero acaso el Presidente, que no se le ha visto por mercados corroborando precios, ignora que, por solo citar algunos, el precio de la piña oscila entre 9:45 y 11 pesos, y que un fruto de tres kilos andaría en 30 pesos promedio, y que la papaya cuesta entre 12.70 y 15.24 pesos kilo. El lichi, al que se le han encontrado propiedades nutricionales importantes anda entre 50 y 60 pesos de acuerdo al tamaño. El kilo al por mayor está entre 36 y 44 pesos, mientras que la manzana Fuji cuesta entre 46.90 y 48 pesos kilo, y la llamada verde de plano se cotiza en 49.90 pesos el kilo. Ahora que si se trata de melón, el kilo está en 7 pesos, y son precios de la Central de Abasto, ya que en las tienda de autoservicios o revendedoras, por supuesto es mayor. El plátano por decir algo, anda el Dominico de primera en 240 pesos kilo; el macho en 15 pesos kilo y el tabasco en 150 pesos kilo.
RECOMENDAR QUE los niños coman frutas y verduras es muy plácido desde la comodidad de un asiento mecedor, y bajo la sombra de un árbol, teniéndolo todo con solo estirar la mano, pero muy complicado para una familia de cuatro, cinco o seis integrantes que apenas gana el salario mínimo, o que en ocasiones como esta, desalentada por la pandemia ni siquiera obtienen esa raquítica percepción. Vamos, ni la Sader se ha preocupado por fomentar el cultivo de frutos en el País, y en una equivocada política forestal el Gobierno Federal promueve la siembra de árboles maderables, a los que ha denominado “Programa Sembrando Vida”, cuando lo que debería hacer es ordenar la plantación de árboles frutales de distintas especies, de tal suerte que las personas, incluso aquellas que tienen jardín en sus viviendas o, en espacios como los arriates públicos sembraran esas variedades para con solo estirar la mano tuvieran frutos de la temporada.
ALGUNA VEZ este reportero propuso sustituir las cercas muertas en ejidos, rancherías y comunidades por cercas vivas, esto es, que los horcones –o cercas delimitantes- en vez de ser de concreto o troncos sin sustento fueran árboles frutales, como sucede en la región del totonacapan que privilegian el árbol Mulato que se adapta muy bien a diferentes hábitats, suelos salinos o calcáreos, y por eso es usado como árbol de calles en áreas costeras, pues resulta muy tolerante a vientos, a tal grado que es recomendado como especie resistente a huracanes en el sur de la Florida como cortinas de viento, mientras que los extractos de hexano de sus hojas se dice que tienen propiedades antiinflamatorias. Su corteza se usa como antídoto a Metopium toxiferum que crece en el mismo hábitat y causa irritaciones extremas similares a la hiedra venenosa.
PERO VOLVIENDO al tema inicial, sembrar cercas vivas en todos los rincones del País, incluidos parques y jardines provocaría que los niños al ver los frutos que producen se interesen más en su consumo y en sus beneficios, pero solo el Presidente presume el consumo de Pitaya que como ya se dijo, es un producto de costo inaccesible a las clases más desprotegidas, a las que les preocupa más tener por lo menos huevos, frijoles, tortillas y salsas para pasar el día a día, y aunque en sus patios podrían tener frutos con que completar la dieta, ni el Gobierno ni las diferentes instancias de asistencias les han acercado las semillas suficientes para que emprendan huertas familiares o domésticas.
LO GRAVE es que en México, la fundación 5 x Día, Campo, Educación y Salud ha dado a conocer que en Chiapas –uno de los Estados más pobres del País- se desperdician anualmente tres millones de toneladas de alimentos, mientras que en el País suman 35 mil toneladas diarias, lo que representa 125 mil millones de pesos que se van a la basura, y según el presidente de la fundación, Alfredo Moisés Ceja, en el País el mayor desperdicio de frutas y verduras se registra en guayaba, mango, aguacate, plátano verde y Tabasco; nopal, uva y pepino, y entre las principales causas por las que se da esa pérdida de frutas y verduras en la Cadena de Suministro de Alimentos es la producción agrícola debido el deterioro de los cultivos, principalmente en los climas cálidos y húmedos, así como una recolección prematura que prefieren tirar que donar a quienes menos tienen.
PERO NO solo eso: la parte final de la Cadena de Suministro también es un factor, ya que del 15 hasta el 30 por ciento de los consumidores desechan esos alimentos en vez de regalarlos a quienes los necesitan. México actualmente despilfarra el 37 por ciento de los alimentos que se producen, lo que representa más de 10 millones de toneladas al año, cifras que representa un desperdicio diario de 30 mil toneladas. Y si el problema se extiende a América Latina, en la región se desperdician al año 127 millones de toneladas de alimento. El desperdicio per cápita de alimentos por consumidor es de 95 a 115 kilogramos al año en Europa y América del Norte, mientras que en África y Asia es de 6 a 11 kilogramos por año. Los estudiosos refieren que con los alimentos que actualmente se tiran a la basura anualmente en América Latina, se podría alimentar a 300 millones de personas, mientras que con los alimentos que se desperdician al año en Europa se podrían alimentar a 200 millones de personas. En México las frutas y hortalizas son, junto con las raíces y tubérculos los que tienen las tasas más altas de desperdicios, y en el mundo, el 45 por ciento de la producción anual se desperdicia, lo que representa mil 300 millones de toneladas. Asi las cosas. OPINA [email protected]