***Descubrieron la gran mina de oro para beneficio personal y ellos mismos indujeron el desabasto: “Esto es real, eso hicieron”: Alejandro Cossío.
***México perdió la credibilidad ante la industria de medicamentos e insumos de salud.
En el Sector Salud hay un fraude “gigantesco” superior a los $30 mil millones de pesos y se generó porque se asignaron contratos a empresas fantasma, por parte de funcionarios federales. Además del manoseo en la compra de vacunas contra el COVID, de las cuales, la referente a quién hizo las compras y cuánto gastó el gobierno federal, siendo hoy información reservada, aún cuando en estas adquisiciones se gastaron millones de dólares, con la complacencia de funcionarios de la Secretaría de Salud, IMSS, ISSSTE y Birmex, todo lo expresó el empresario del ramo Alejandro Cossío Hernández.
Estos señalamientos los realizó Cossío Hernández durante el programa “Líderes de Opinión”, transmitido por Mar FM, en la Ciudad de Veracruz y conducido por Francisco Ávila Camberos, exalcalde de ese municipio.
En ese contexto, Alejandro Cossío refirió que la corrupción en el Sector Salud se ha presentado en toda la historia reciente en México, como es el caso de los “servicios integrales” del ISSSTE, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando se difundieron las llamadas telefónicas que mostraban delitos como tráfico de influencias y compras amañadas. Y era entre otros aspectos, todo lo que tiene qué ver con la contratación de laboratorios clínicos, banco de sangre, hemodiálisis y la mínima innovación.
Igualmente, hace un par de semanas se detectó que funcionarios del IMSS, en contubernio con los de Birmex, se guardaron 60 claves de medicamentos para generar un desabasto ficticio.
Estas irregularidades, advierte Alejandro Cossío Hernández, llevaron a que México perdiera toda la credibilidad en cuestiones de salud en el mundo y comentando: “Es necesario volver a tener credibilidad. En México perdimos la credibilidad ante la industria mundial por ser muy mal pagando, muy mal planeando y con un nivel de corrupción escandaloso”, subrayó el empresario.
Cabe mencionar, que en nuestro país se perdió la credibilidad porque durante cuatro años se mintió a la población y se hizo pasar como delincuentes a las farmacéuticas y a los laboratorios, pero no se dio el abasto de medicamentos, ni la mejoría en los servicios de salud. Pero ahora las cosas pueden mejorar, porque de todos los males que se le heredaron a la presidenta Claudia Sheinbaum, el único sector viable de avanzar en el primer año de gestión con resultados palpables, es el de la salud, si finalmente se le dota de todas las atribuciones necesarias al IMSS, que es dónde está buena parte de los expertos en el ramo.
En México, exceso de corrupción en la salud
Alejandro Cossío se lamentó de la voracidad de los funcionarios que creyeron poder hacer lo que quisieran, entre otros, ir a cualquier parte del mundo a traer medicamento, lo que en parte hicieron e importaron fármacos para la salud “que ni siquiera cumplían normas sanitarias en sus países de origen”.
En ese programa Alejandro Cossío insistió en que “hay un fraude gigantesco” y hace unos días salieron órdenes de aprehensión en contra de más de 80 funcionarios del IMSS y de la empresa de gobierno “Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México” (Birmex), precisamente por participar en este fraude multimillonario. “Ellos tienen que ir a la cárcel”, puntualizó el entrevistado.
Ante la pregunta de Francisco Ávila sobre la causa del desastre del sistema de salud en México, Alejandro Cossío puntualizó ser “fundamentalmente por la corrupción”.
Refirió que los funcionarios del anterior gobierno, al llegar al cuarto año de la administración “descubrieron la gran mina de oro”, para su beneficio personal y es el “que tú generes el desabasto”. Y dijo Alejandro Cossío “Esto es real, eso hicieron”, enfatizó ante la sorpresa mostrada por Paco Ávila, cuando el acto de este tipo lo realice un servidor público federal
Alejandro Cossío se dolió de esta práctica de desabasto inducido, porque son miles los que han muerto por falta de un anestésico, por tratamientos de quimioterapia, niños con infecciones cruzadas y por la falta de vacunación.
Señaló que el desabasto inducido se volvió su gran negocio, porque ante la escasez los hospitales, debían hacer las compras de forma individual, sin esperar que se les surtiese desde las oficinas centrales.
El mecanismo para este “gran negocio” es aparentemente sencillo, porque en el momento de que tú le autorizas a un hospital comprar de forma local, los precios se van arriba en un 30 a un 80 por ciento del precio que tiene el gobierno en sus compras consolidadas. La forma de hacer esta operación fue que estos malos funcionarios se pusieron de acuerdo, sobre todo con los medianos distribuidores de medicamentos e insumos médicos y con este operativo hicieron “su agosto” en los últimos dos años.
Mencionó Cossío Hernández que se hizo un comparativo de las compras y gastos realizados en el sector salud y en el mismo se muestra cómo se dibujan dos curvas que se van separando, conforme pasan los meses de la anterior administración, pues mientras desciende el número de medicamentos e insumos adquiridos, crece de forma algorítmica el precio, hasta llegar a niveles escandalosos.
Cabe mencionar, que esta información se le entregó a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo a través del nuevo secretario de Salud, David Kershenobich Stalnikowitz.
Aludió el caso de la morfina, indispensable para anestesiar a quienes serán operados, como un ejemplo de cómo han crecido los precios a los que se pagan los medicamentos en México. Una dosis de morfina en el mundo cuesta $28 dólares con 50 centavos y “en nuestro país se paga en 368 dólares”. Así, reiteró el empresario: “La corrupción es el principal problema del sector salud en nuestro país, donde se tiran millones y millones de dólares todos los días. Bueno, no se tiran, se los roban”.
En ese sentido enfatizó que en el sector salud “no hay falta de dinero, lo que hay es un exceso de corrupción.
Un panorama diferente por delante
Ante este panorama, se congratuló porque haya indicios de que el abasto de medicamentos e insumos de salud puede mejorar durante el actual gobierno. “Lo que hoy sabemos, es que hay dos cosas importantísimas que se están haciendo y en las que se ve la mano de la nueva presidenta y la responsabilidad del titular, que tiene como subsecretario a Eduardo Clark, quien es un experto en Sistemas de Información”, asegura Alejandro Cossío. Así, festinó, “la diferencia en este gobierno es que se está nombrando a profesionales honestos, capaces y comprometidos con la salud y la transparencia”.
La primera de estas novedades es que la semana pasada se abrió un sistema de inscripción de proveedores vía remota, donde de una forma transparente, toda la industria del mundo puede ver lo que se planea, porque en el IMSS y en el sector salud de México inciden empresarios de todo el mundo. Con este sistema, insistió Cossío, “tenemos ya la posibilidad de saber, cuánto va a comprar el gobierno, cuándo lo va a comprar y se abre la perspectiva de generar contratos por hasta 24 meses, lo que es un cambio de la noche al día”.
Enfatizó que para los empresarios el poder saber que vas a poder firmar un contrato en el mes de marzo (por ejemplo) y que vas a tener garantizadas las entregas y los pagos (lo que es fundamental para el sector) en los próximo 24 meses, es algo que ya da mucha certidumbre.
Recordó que en la anterior administración cuando se le llegó a realizar alguna compra a un empresario del país, este debía esperar entre 19 a 25 meses para cobrar en el IMSS Bienestar, además de que se les pedía un porcentaje del adeudo para liberar sus pagos.
Igualmente, se mostró de acuerdo con la desaparición de la llamada megafarmacia y ponderó que nuevamente la distribución de los implementos, incluyendo el medicamento controlado y los fármacos que además deben llevar redes de frío, será nuevamente responsabilidad de los empresarios. “Será nuestra responsabilidad llevar el medicamento hasta la farmacia del hospital o en su caso al almacén delegacional o a la jurisdicción sanitaria”, abundó.
Pero además hay un tercer elemento favorable para que se recupere el abasto oportuno de medicamentos, que es un cambio sustancial: Sólo podrán participar en los procesos licitarios y los concursos, las empresas fabricantes de medicamentos y los que son dueños de registro sanitario.
El que se haga esta limitación, remarcó Cossío, provocará que “cientos de empresas fantasma, cientos de distribuidores que en su vida se habían dedicado a esto, ya no van a poder vender ni medicamento ni material de curación”.
Expresó que para ser dueño de un registro sanitario y poder tener un laboratorio, se necesita además de tener muchos millones de dólares, muchos años en la actividad, tener farmacovigilancia, haber comprobado tu capacidad ante Cofepris y ante autoridades de tipo internacional, así como tus fianzas para poder hacer frente a cada una de las compras.
Esto, señaló, se vuelve a retomar y va a traer consigo que sólo quienes realmente saben cómo se hace la producción, compra y distribución de los insumos, serán quienes lo hagan. Y finalmente comenta: “Me gusta y me agrada lo que la presidenta está haciendo, que no se compre por el dinero que hay, que se compren las cosas por la necesidad que exista. Si estamos por llegar al invierno, que se compren los antigripales, las vacunas contra la influenza, que estamos por llegar a la temporada de que los perros muerden, que se compren suficientes vacunas contra la rabia, entre otros”.