*¿A quién o quienes se protege en el crimen de periodistas?
*Joven detenido merece disculpa pública y pago de daños
EN LA detención del joven estudiante del Instituto Tecnológico de Xalapa y empleado repartidor en esta capital, Antonio de Jesús N. –a quien pretendían colgarle la ejecución de dos mujeres periodistas en Cosoleacaque-, hay un tufillo de sospecha que busca encubrir asuntos de mayor envergadura. 1.-Antonio de Jesus vive, trabaja y estudia en la capital del Estado, y salvo que tuviera un aeroplano, habría viajado al sur del Estado a cometer el horrendo doble asesinato, y con la misma se retornarse para que nadie sospechara, salvo los sagaces ministeriales que, seguramente, buscaron en la sección amarilla el nombre y se toparon con el ya mencionado (aunque al Antonio de Jesus que buscan nació en el puerto de Veracruz, según se sabe, donde tiene una larga cadena de crímenes, entradas y salidas del reclusorio, además de amenazas tras el asesinado de una de sus hermanas y cuñado encontrados en la cajuela de un automóvil en 2012), procediendo a detenerlo sin mediar una investigación de por medio que les llevara a un estudio comparativo de su vida. Ellos querían cumplir la encomienda, y a sabiendas que las cárceles del Estado se encuentran repletas de inocentes, seguramente se dijeron: uno más, que importa al mundo. 2.-Pero el asunto no es tan simplista. Al joven que detuvieron y que tuvieron que liberar horas después al “percatarse de su error”, lo boletinaron primero por nombre, apellido, fotografía e, incluso apodo: “El Mara” como si estuvieran enviando un mensaje al verdadero Mara: -ya sabemos que fuiste tú, pélate porque vamos por ti-, por lo que, a estas horas, el afamado y verdadero Antonio de Jesús Hernández Martínez (si es la persona que buscan), o ya está muerto y sepultado en una fosa clandestina para evitar que empine a los autores intelectuales de los alevosos crímenes, o ya se encuentra muy lejos agradecido con el “pitazo” de la Fiscalía y sus sesudos investigadores.
PORQUE LOS crímenes de la directora del portal El Veraz, Yessenia Mollinedo Falconi y de la reportera y camarógrafa Sheila Johana García Olivera no son cualquier cosa. Desde un principio, a los pocos minutos de la ejecución de ambas el pasado 9 de este mes, en el estacionamiento de una tienda de conveniencia, se les quiso criminalizar difundiendo la versión de que en el auto en que viajaban había droga, basculas para pesaje de la misma e, incluso un arma, algo que no pudieron demostrar, y que más bien quedo como una infamia filtrada desde el poder. Algo, sin duda, tratan de ocultar en torno a los arteros asesinatos (pues el Mara, que ya radicaba en el sur del Estado, había tenido su más reciente incursión a la cárcel en Abril, según se sabe, siendo liberado), y la propia familia ha desmentido que una grabación que fue dada a conocer en donde se escucha la voz amenazante de una mujer contra un varón corresponda a Yessenia Mollinedo y, hasta la fecha, el Estado no ha podido desmentir a la familia que, sin duda, sabían el tono de la ahora occisa.
ES CURIOSO, pero la detención del joven estudiante, repartidor y avecindado en Xalapa, Antonio de Jesus N. fue difundida con bombo y platillo por la Fiscalía Estatal en papel o pantallas membretadas con fotografías falsas (ya que tienen fotografías del verdadero Mara por sus incursiones a la cárcel), y todo iba bien hasta que los compañeros del joven se armaron de valor ante tanta y semejante arbitrariedad y realizaron manifestaciones, bloqueos de calles y exigieron su liberación presentando pruebas de que el día de los crímenes él estaba en Xalapa. La familia, también, tuvo acompañamiento de quienes conocen al joven Antonio de Jesús, describiéndolo como una persona entregada al estudio y al trabajo, sin antecedentes penales y vecino de Xalapa conde labora. Fueron tantas las manifestaciones de solidaridad que a la Fiscalía Estatal no le quedó sino reconocer que se equivocaron, pero la golpiza, tortura física y psicológica al muchacho nadie se la quita, todo para que se declarara culpable de haber matado hasta a Luis Donaldo Colosio Murrieta e, incluso, al general Alvarado Obregón Salido si se lo ordenaban.
PERO LA sospecha sigue y los cuestionamientos emergen: ¿no se estará protegiendo al verdadero Antonio de Jesús N. alias el Mara y, de paso, encubriendo a los autores intelectuales del doble crimen?. Y aunque así no fuera, a estas alturas, insistimos, el verdadero autor material difícilmente estaría en el solar Jarocho, o si estuviera, tal vez estaría…pero muerto. Lo peor es que el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, que solo repite lo que le ponen en las manos, dijo que la detención del joven repartidor en Naolinco se realizó con una orden de aprehensión y agregó: “Ante un juez se demostró que podría estar involucrado y es presunto responsable material del crimen”, un gesto muy propio del Presidente Andrés Manuel López Obrador que suele acusar sin bases, y solo porque puede.
PERO LOS compañeros de trabajo de Antonio de Jesús refutaron la versión de que el joven habría sido detenido en Naolinco, y señalaron que en el chat de trabajo, en el que están alrededor de 28 personas, Antonio se reportó ese martes (de la detención) a las 9:54 de la mañana en Xalapa, e iba rumbo al Costco en la avenida Lázaro Cárdenas para comprar cosas para entregar un servicio al que nunca llegó. Un joven de nombre Brandon, junto a sus compañeros de trabajo, negó que Antonio pueda estar ligado a una banda de delincuentes vinculados al asesinato de las periodistas Yesenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olvera: “el día del asesinato el 9 de mayo, Antonio se reportó a la base a la 1 de la tarde, incluso dio un servicio a las 4 de la tarde, y por la noche hay videos de él en una taquería en Xalapa donde cenamos con varios compañeros. Yo lo conozco desde hace años, y desde hace un año trabajamos juntos en el motoservicio, Antonio es un estudiante, va a jugar futbol, a trabajar, es nuestro vecino, ni siquiera sale fuera de Xalapa, no hay manera de que se le ligue a una banda de secuestradores”.
AHORA LA Fiscalía General del Estado dice que la Comisión Nacional Antisecuestro (Conase) se equivocó en la detención de Antonio de Jesús “N”, a quien por la mañana se le identificó como “El Mara”, presunto responsable del homicidio doloso de la directora del portal El Veraz, Yessenia Mollinedo Falconi, y de la reportera Sheila Johana García Olivera, y en un comunicado la dependencia señala que: “al validar su identidad por esta Fiscalía y determinar que se trató de una homonimia, fue puesto en libertad de inmediato para evitar vulnerar sus derechos”. Pero los derechos de Antonio de Jesus si fueron vulnerados. Se le trató como un delincuente, se exhibió su fotografía en panfletos de la FGE que fueron enviados a los medios de comunicación, se sabe que fue golpeado y en el camino torturado para obligarlo a declararse culpable, y se le mantuvo unas horas en el penal Duport Ostión en Coatzacoalcos, poniendo en riesgo su identidad, y ahora la Fiscalía dice que fue puesto en libertad para evitar vulnerar sus derechos. Quizá un grupo de abogados debería asesorarlo para que denuncie la tropelía en su contra y exija la reparación moral y material del daño, además de una disculpa pública del Gobernador García Jiménez y de su fiscala carnala. Así de simple. OPINA [email protected]