Fiscal no presentó pruebas que incriminaran a Del Río

*Querían juzgarlo a base del absolutismo del Gobernador

*Monreal Ávila dio revés al autoritarismo “cuitlahueco”

 

O LA Fiscal General del Estado –que nunca ha litigado y solo ha ejercido puestos burocráticos- sirve ciegamente a los intereses de quienes la impusieron en ese cargo, o simple y llanamente desconoce la ley, concretamente, la fracción I del apartado B del artículo 20 Constitucional, el cual señala que: toda persona imputada tiene derecho “a que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa”, y el caso de José Manuel del Río Virgen encaja en esa circunstancia, en pocas palabras, la fiscalía a su cargo no pudo aportar prueba alguna que inculparan por el delito de homicidio al, todavía, secretario ejecutivo de la Junta de Coordinación Política del Senado, y la ley es bien clara. El mismo ordenamiento constitucional señala en el inciso ´A´ referente a los principios generales: I. El proceso penal tendrá por objeto el esclarecimiento de los hechos, proteger al inocente, procurar que el culpable no quede impune y que los daños causados por el delito se reparen, mientras que el

V refiere: La carga de la prueba para demostrar la culpabilidad corresponde a la parte acusadora (en este caso la fiscalía que no pudo hacerlo por no contar con esta), conforme lo establezca el tipo penal. Las partes tendrán igualdad procesal para sostener la acusación o la defensa, respectivamente, y los jueces Federales solo cumplieron su función de no aplicar la ley o afectar a un inocente si no hay bases firmes para condenarlo. Y es que uno de los principios básicos del derecho penal moderno y del derecho constitucional, en la medida en que tiene por objetivo preservar la libertad, es la presunción de inocencia. Se trata de una cuestión central para cualquier análisis que se quiera hacer del sistema de derechos fundamentales que, en materia penal, rige en este País, y la ley no puede ni debe torcerse a capricho asi sea de un Gobernador iracundo, una fiscal servil o un presidente caprichoso que se creen dueños de la verdad.

 

PORQUE LA presunción de inocencia, con todo respeto estimada Fiscal y neófito Gobernador, significa, para decirlo de forma sintética, que toda persona debe tenerse por inocente hasta que exista una sentencia firme de la autoridad competente en la que se le considere responsable de la comisión de un delito. Luigi Ferrajoli, jurista italiano, discípulo de Norberto Bobbio y uno de los principales teóricos del garantismo jurídico, teoría que desarrolló inicialmente en el ámbito del Derecho penal, pero que se considera, en lo general, un paradigma aplicable a la garantía de todos los derechos fundamentales, anota al respecto: “si la jurisdicción es la actividad necesaria para obtener la prueba de que un sujeto ha cometido un delito, hasta que esa prueba no se produzca mediante un juicio regular, ningún delito puede considerarse cometido y ningún sujeto puede ser considerado culpable ni ser sometido a pena”. Pero tal parece que para la Fiscal Verónica Hernández Giadans, no existe la presunción de inocencia, y alguien es culpable solo porque ella o el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez lo dice, aunque no presenten pruebas científicas y jurídicas que inculpen a esa persona, y la funcionaria lo deja en evidencia cuando, ante su fracaso en el caso, manda un mensaje a la familia de René Tovar, ex candidato de Movimiento Ciudadano a la Alcaldía de Cazones asesinado en Junio del año pasado.

 

PALABRAS MAS palabras menos les dice en un video donde a leguas se observa que lee lo que le dictaron: “La resolución emitida por el Tribunal Colegiado no impide que esta Fiscalía continúe ejerciendo sus atribuciones hasta conseguir que se sancionen a los responsables del homicidio de Remigio Tovar Tovar ´trátese de quien se trate´. A la familia de Remigio les decimos: no están solos, continuaremos con las investigaciones hasta esclarecer los hechos y se juzguen y castiguen a los responsables (pues esa es su obligación). El homicidio de Remigio no quedara impune, no es cosa juzgada (en tanto José Manuel del Río Virgen iniciará un procedimiento para la reparación del daño que le causaron con seis meses detenido). La Fiscal abunda: “en la transformación de las instituciones de procuración de justicia debe existir voluntad y congruencia para acabar con privilegios y componendas que debemos superar (en efecto Fiscal, y comience por si misma: deje de ser títere del poder o de quienes la impusieron). En Veracruz estamos transformando la procuración de justicia (se ve) trabajando bajo la premisa juarista ´al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie´, aunque es menester aclarar a doña Verónica que los registros históricos citan como frase juarista; ´nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho´, un derecho que se niega a reconocer, acaso inducida por otra sentencia del Benemérito de las Américas que estable que: ´a los amigos justicia y gracia, a los enemigos, justicia a secas´.

 

EN ESE mismo contexto, el master en derecho eléctrico, Cuitláhuac García Jiménez no quiso pasar desapercibido, y en una opinión magistral que dejaría pasmado al mismísimo

John Branca considerado el mejor abogado del mundo, refiere que “Las víctimas fueron ignoradas en la decisión de proteger al presunto homicida” y “La decisión de liberarlo no lo exonera de su presunta participación en el homicidio de René Tovar”, pasándose por el arco del triunfo un dictamen Federal que está por encima de cualquier opinión vana, plagada de rencor y revanchismo, aunque la Fiscal insiste en que: “Sin politizar ni mediatizar la justicia y mucho menos obedeciendo a grupos de interés o presiones mediáticas (¿ah no?)”, asume que la Fiscalía a su cargo, a pesar de no compartir el criterio tomado por la mayoría del tribunal colegiado, como una institución que es parte del estado de derecho respeta su resolución. Y uno se pregunta: y si tanto respetan su resolución, ¿cómo dicen, porque tanto brinco estando el piso tan parejo’. No, definitivamente les dolió que José Manuel del Río Virgen haya recuperado su libertad, pero no por él, sino porque el Senador Ricardo Monreal los puso en su lugar y de paso, acomodando una frase del señor ex Presidente de México, don Porfirio Díaz Mori, asumió: “pobre Veracruz, tan lejos de la justicia y tan cerca del autoritarismo” y en ese tenor exhorta: “sigamos luchando por los cientos de inocentes en prisión; hoy celebramos sólo un paso”.

 

COMO FUERA, José Manuel del Río Virgen está libre, y a decir verdad, siempre creímos en su inocencia porque lo conocemos de hace muchos años. Sabemos de su trayectoria y de su don de gentes, y que bueno que nuevamente esté en circulación asumiendo a secretaría técnica del Senado de la República, cargo que le respetó Ricardo Monreal Ávila quien no solo ha dado muestras de lo que debe ser un estadista sino lo que debería ser un Presidente de México sin ínfulas mesiánicas ni mucho menos, servilismo a ultranza a quien se erige actualmente como el Salvador divino. Así de simple. OPINA [email protected]