Escases de gas por la necedad presidencial

*Se negó a almacenarlo y al parecer lo vendió

*México quema combustible por no invertir

 

EL PASADO 10 de Agosto de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador denunciaba en otra de sus infamantes mañaneras: “se está pensando cómo resolver el problema del excedente de gas, porque compraron gas (los neoliberales)  al por mayor. Por el negocio. No se requiere o se va a necesitar dentro de 30 años, hay gas de sobra contratado y tenemos que buscar la forma de utilizarlo, porque ya son contratos que se suscribieron y tenemos que respetar esos contratos”. Seis meses después, México padece la escases del energético debido a que Estados Unidos, concretamente Texas limitó la venta del combustible hasta el 21 de este mes debido a las heladas, pero llama la atención un tema: si había excedentes para 30 años, como lo reconoció el Presidente, ¿que se hizo con esos volúmenes?. Y es que AMLO, en la misma mañana de Agosto indicó que estaba analizando varias opciones para el exceso de gas que había en el País, y una de esas apuntaba a que una empresa, Sempra, quería que se le otorgara un permiso para vender gas a Japón, y si eso ocurrió, sería realmente lamentable porque ahora el País está sufriendo las ocurrencias de un Gobierno que no asume la planeación como forma para diseñar el futuro. Aquella mañana de lunes indicó que “que dicha firma (Sempra), que tiene una planta en Ensenada, es socia de otra compañía que vendió gas al Gobierno en el Pacífico, entonces queremos ver si hay un acuerdo con la empresa para que ese gas excedente también se pueda ir a Asia y que no nos cueste a nosotros”, pero además informó que “no se descarta la posibilidad de llevar gas también a Centroamérica”, algo que en caso de haberse realizado sería gravísimo.

 

LO PEOR es que México, atado a las importaciones desde Estados Unidos quema una quinta parte del gas que produce, y ante la caída en las actividades de exploración y extracción en el último tramo de la administración anterior, las importaciones de gas natural representan hasta siete de cada 10 metros cúbicos que se consumen en México, principalmente por los sectores eléctrico, petrolero, industrial, residencial, servicios y autotransporte, mientras que la ausencia de infraestructura para almacenamiento y mantenimientos en los equipos de compresión, entre otras,  ocasiona que el envío de gas a la atmósfera (mediante la quema) oscile entre 10 y 20 por ciento del volumen producido. No son inventos, sino informes de Petróleos Mexicanos.

 

PEOR AUN, sin ser autosuficientes en producción de gas natural, el Gobierno mexicano asume la construcción de una refinería obsoleta que producirá gasolina sin considerar que las empresas fabricantes de autos ya iniciaron con las series híbridas o eléctricas que demandan los tiempos para evitar contaminación al habitad, y lo peor es que Dos Bocas en Paraíso, Tabasco requerirá de mucho gas para generar combustibles. En pocas palabras, se vendió la piel del venado antes de tener al animal, esto debido a la inoperancia de un Gobierno que se maneja a través de ocurrencias y caprichos en un ansia desmesurada de pasar a la historia y estar al lado de Lázaro Cárdenas, Francisco l Madero, Morelos, Hidalgo y, porque no, al lado del mismísimo Jesucristo disputándole el papel de Mesías o salvador de México.

 

TAL VEZ el Presidente –que dice estar enterado de todo aunque, todo parece indicar que no es cierto-, ignora que en el consejo de administración de CFE Internacional, una filial de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se propuso un programa de almacenamiento para minimizar los impactos negativos de movimientos abruptos en los precios del gas, y que el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) presentó en la pasada administración al Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenegas) un estudio referente a la ubicación de nueve sitios en campos agotados como prospectos para almacenamiento subterráneo de gas natural, por lo que pudiera ocurrir, y entre los lugares identificados están cavernas salinas de Tuzandépetl-Shalapa, en Veracruz, así como los campos agotados: Brasil, 18 de Marzo, JAF, Aral, Saramako, Acuyo, Bitzal, Acachu y Xicalango.

 

Y ES que las cifras oficiales del sistema de información energética (SIE) indican que en septiembre de 2020, la producción nacional de gas natural fue de 2 mil 485 millones 811 mil pies cúbicos diarios, mientras que las importaciones, principalmente de Texas, alcanzaron 5 mil 639 millones 936 mil pies cúbicos al día, ya que el sector eléctrico es el que mayor volumen de gas demandó entre enero y septiembre de 2020, con 4 mil 642 millones 269 mil pies cúbicos diarios, mientras que el sector petrolero requirió de 1 mil 855 millones 574 mil pies cúbicos diarios en el mismo periodo; la actividad industrial, mil 367 millones 29 mil pies cúbicos; el residencial, 67 millones 44 mil; servicios y autotransporte, 26 mil 378 millones y 6 mil 978 millones de pies cúbicos diarios, respectivamente, de acuerdo con los datos de Banco de México, CFE, CRE, Sener, Pemex, Inegi y EIA, entre otras, y México recurre a la importación de gas natural debido a que se encuentra muy cerca del mercado de Waha, Texas, donde se comercializa el gas más barato, a un precio que representa la mitad de lo que cuesta extraer de la Cuenca de Burgos, localizada entre Coahuila y Nuevo León, y en las provincias gaseras en México son Sabinas, Burro-Picachos; Burgos; Tampico-Misantla; Veracruz; Sureste y Golfo de México Profundo, pero en Texas se utiliza la extracción a través de métodos no convencionales, como el fracking (fractura hidráulica) que en México está prohibida, de tal suerte que desde las pasadas administraciones en México han declinado las actividades de exploración y producción, lo que ha repercutido en una menor producción del energético, además de que lo barato cuesta caro a la larga como ocurre ahora con el aumento al precio del combustible y la negativa de venta por las heladas.

 

LO PEOR es que esto ocurre cuando la quema de gas natural aumentó 69.9 por ciento entre enero y septiembre de 2020 comparado con igual periodo de 2019, según revelan los informes financieros de la petrolera correspondiente al tercer trimestre de 2020. No hace falta ser experto para entender que la falta de infraestructura de almacenamiento y mantenimiento en los equipos de compresión, entre otras causas, ocasiona que el envío de gas a la atmósfera (quema) oscile entre 10 y 20 por ciento del volumen producido, según precisan informes de Pemex, y ante ese escenario, las importaciones de gas natural representan hasta siete de cada 10 metros cúbicos que se consumen en México. AMLO no quiere invertirle a la explotación, centrifugación y almacenamiento de gas natural, y las consecuencias están a la vista, con multimillonarias pérdidas para la industria de por si afectada por la pandemia y la falta de apoyo del Gobierno Federal, y no es de dudarse que en el futuro Estados Unidos tenga en el gas una forma de someter al País, sobre todo tras la soberbia presidencial de negarse a reconocer el triunfo de Joe Biden. Y esto apenas comienza. OPINA [email protected]