* Un subregistro de homicidios dolosos que ronda el 20%, por lo menos
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Es verdad. En Veracruz hay muertos a los que nadie cuenta.
Aparecen los cuerpos y desaparecen sus vidas sin que nadie cuente sus historias, porque sus restos parece que a nadie le importan.
De hecho, son muertos que ni siquiera merecen ser parte de la estadística de defunciones por homicidios.
Son parte de los asesinatos que la Fiscalía General del Estado y el gobernador Cuitláhuac García no quieren ver y que le ocultan al presidente Andrés Manuel López Obrador, o que éste prefiere ignorar, volteando la cabeza hacia otro lado.
Son asesinatos que el Sistema Nacional de Seguridad Pública sabe que existen, pero que no cuenta, porque no les dijeron que había que sumarlos.
En Veracruz, pues, hay un fuerte subregistro de homicidios en las estadísticas oficiales.
Nada más de los que sí se sabe que ocurrieron, de los que aparecieron los cuerpos, de los que hay evidencia de que los mataron.
Ahora, esos que desaparecen sin dejar huella o que son enterrados en fosas clandestinas, a esos, todavía son menos los que los cuentan.
Vamos pues con los muertos que sí pueden ser contados.
En la estadística de incidencia delictiva correspondiente a septiembre, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) consiga que hubo 84 homicidios dolosos en el estado en septiembre.
Pero un conteo de los que se pudo encontrar publicados en los medios de información de la entidad, llega a 100 muertos.
Hay 16 cuerpos de diferencia.
16 nombres que nunca serán incluidos en una lista de fallecidos, porque desde ahora la autoridad ya los desapareció, impunemente, par no tener que levantar ni siquiera una carpeta de investigación para que no quede el registro de que alguna vez vivieron y que su cuerpo sin vida apareció.
El SESNSP presenta los números pero no se hace responsable de estos y por eso anota desde el principio de cada tabla de incidencia delictiva que las cifras son “presuntos delitos registrados en carpetas de investigación iniciadas en las Agencias del Ministerio Público y reportadas por las Procuradurías Generales de Justicia y Fiscalías Generales de las 32 entidades federativas, instancias responsables de la veracidad y actualización de las cifras”.
La Fiscalía de Veracruz es, pues la responsable de la veracidad de esos 84 homicidios dolosos reportados, que no son todos.
Fueron 100 tan sólo los encontrados en medios de información.
Un subregistro de casi el 20%, tan sólo de los homicidios que sí llegan a la luz pública, ¿se imagina que tan grande será el subregistro con todos los decesos dolosos de los que nadie se entera porque sus casos no llegan a los medios de información?.
¿Serán 10 más por mes?, ¿o acaso 20?, ¿llegará a 30 las muertes que se ocultan de forma premeditada?, ¿serán 50?.
Y los cuerpos y los nombres y las historias de vidas truncadas de quienes sus restos quedan tirados por allá, lejos, donde nada más llega la autoridad judicial a recogerlos, esos ¿cuántos casos más serán?.
No hubo día de septiembre que transcurriese sin un asesinato conocido, por lo menos uno.
Pero el día en que más vidas fueron segadas fue el 16 de septiembre, cuando se contaron 13 muertos, entre ellos una masacre de 4 hombres, donde por lo menos dos eran soldados, en Cosoleacaque.
¿Quién los mató?.
Nunca se ha informado de una persona detenida, por lo menos una, relacionada con esos hechos.
Por eso es que en Veracruz hay muertos que nadie cuenta.
Son los asesinatos que a nadie importan o si alguien los extraña no los quiere reclamar, calla, por miedo o por quién sabe qué.
Si usted quiere ver el listado completo de homicidios dolosos localizados en prensa durante septiembre y la tabla sobre cuantos de estos hubo por día, lo puede consultar en https://cutt.ly/MRnXg6r